Biblioteca Febres Cordero
Foto: El Nacional

Por María Andrea Mora
Frente a la Plaza Bolívar de Mérida se encuentra la Biblioteca Febres Cordero, un tesoro histórico que dejaron los Febres Cordero, una icónica familia merideña proveniente de Bélgica. Recientemente, el deterioro de la edificación activó las alarmas en investigadores, autoridades y el pueblo merideño.

Al respecto, la Academia de Historia de Mérida difundió un comunicado institucional alertando sobre la grave condición del edificio donde se encuentra la Biblioteca Febres Cordero, un riesgo para la preservación del invaluable patrimonio documental que allí se resguarda. En especial, después de que la situación de la infraestructura empeorara, cuando la Gobernación del estado Mérida, a través de la Secretaría Sectorial de Educación, Cultura y Deporte, llevó a cabo una inspección en la biblioteca Tulio Febres Cordero en octubre del año pasado.

En noviembre del año pasado, tras 14 visitas de inspección, contratistas de la gobernación extrajeron lo que quedaba del manto del techo, por lo que la estructura del edificio quedó más expuesta a la filtración de agua y continuaron con la labor de mantenimiento.

Foto: Museo Arqueológico de la Universidad de Los Andes

En este sentido, el 4 de marzo de este año, prensa de la gobernación dio a conocer que el gobernador Jehyson Guzmán hizo entrega de material impermeable a la biblioteca, concretamente de 50 rollos de manto asfáltico, y 10 cuñetes de primer.

Diego Rojas Ajmad, doctor en Literatura, escribió en un artículo relacionado con la biblioteca que esta «ubicada en la ciudad de Mérida, está a punto de desaparecer por la desidia del Ministerio de la Cultura, la Biblioteca Nacional, la Gobernación y la Alcaldía».

«La disminución del presupuesto, la partidización, la indiferencia de esas instituciones para la preservación del patrimonio y la constante política de arrase y refundación han sido más destructivas que el fuego, el agua y los insectos»,  agregó el columnista.

A su vez, el director del Archivo General del estado Mérida, Rodolfo Vivas, en declaraciones para Radio Mundial, señaló que fue en manos de los adecos de la gobernación anterior que deterioro de la biblioteca se hizo visible. Se refería al gobernador Ramón Guevara y a Alcídes Monsalve, alcalde de la ciudad.

Patrimonio documental de Venezuela

«Es un patrimonio de Mérida, una biblioteca que mi familia donó por el bien común, para la enseñanza ciudadana y un aporte para consolidar el gentilicio venezolano. Cerca de dos siglos de esfuerzo», comentó el abogado y descendiente de la familia Febres Cordero, Francisco Febres Cordero Briceño, a través de sus redes sociales.

Sobrino-tataranieto del general León Febres Cordero, agregó en declaraciones a El Nacional: «Es imprescindible que la biblioteca abra sus puertas para la ciudad de Mérida, para sus estudiantes».

General León de Febres Cordero y Oberto, militar de carrera, ascendido por Simón Bolívar a general de Brigada tras la Campaña de Tarquí / Foto Francisco Febres Cordero Briceño

Esta biblioteca alberga el más completo conjunto de prensa regional venezolana del siglo XIX e inicios del XX. Tiene diversos proyectos propuestos a Marcos Pérez Jiménez para el teleférico, las actas del cabildo de Mérida desde 1578, la colección fotográfica de Sierra Nevada y el libro de registro de la familia Febres Cordero, entre otros títulos especiales.

Hace dos años, María Sobeira Nieto Ardila, coordinadora del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas, publicó Un siglo de historia: los libros de la biblioteca de Tulio Febres Cordero, 1921-2021.

Este texto es sobre los libros que cumplieron 100 años en 2021 y que pertenecen a la colección de don Tulio. En la publicación colaboraron todos los empleados de la biblioteca y escritores e historiadores invitados.

¿Por qué la Biblioteca Febres Cordero?

Un documento de la institución Activos Institucionales y Monumentos de Venezuela (IAM) indica que la Biblioteca Febres Cordero se fundó el 4 de noviembre de 1978 en una casona construida en 1868 en el Parque La Isla en Mérida.

De hecho, la fecha de la inauguración se adelantó para que coincidiera con la visita del presidente de la República, entonces, Carlos Andrés Pérez.

De acuerdo con un estudio de la investigadora Belis Araque, el origen de la biblioteca se remonta a los libros, folletos, documentos, correspondencia, hojas sueltas, gacetas, entre otros, generados y compilados por dos hermanos de la familia, Antonio (1763-1853) y León Febres Cordero Oberto (1797-1872).

De izquierda a derecha: Antonio Febres Cordero Oberto, general León Febres Cordero Oberto, Foción Febres Cordero (padre de Don Tulio) / Foto Colección Biblioteca Febres Cordero

Continuando este legado, Tulio Antonio Febres Cordero (1860-1938), conocido como el patriarca de las letras merideñas, es quien se encargar de clasificar y enriquecer este patrimonio documental heredado.

Tras su fallecimiento, le correspondió a su hijo José Rafael Febres Cordero Carnevali (1898-1974), asumir la guarda y custodia del archivo y biblioteca de sus antepasados.

Escudo de la Familia Febres Cordero / Portada de la obra, «Historial Genealógico de los Febres Cordero y algunas de sus alianzas» por Ramón Darío Suárez

«El 4 de noviembre de 1978, la familia Febres Cordero, con asiento en Mérida desde el siglo XIX, población rodeada por las Cinco Aguilas Blancas, donó al Instituto de Bibliotecas Nacionales un inmenso tesoro para conocimiento de toda la población venezolana, cientos de miles de obras y documentos, de la historia y formación del pueblo venezolano», explicó Francisco Febres Cordero.

El Parque de La Isla era un entorno natural apreciado, en ese entonces, por los usuarios y trabajadores de la Sala Febres Cordero. Pero, por las características del ambiente que lo rodeaba, resultó evidente que las condiciones ambientales del lugar y la falta de espacio por el incremento de colecciones no eran las ideales.

Por ello, en 1993, cuando la Alcaldía del Municipio Libertador expropió un edificio que se construía frente a la plaza Bolívar, se le dio la concesión al municipio de un espacio de 900 metros cuadrados del llamado edificio El Fortín, que fue utilizado para la nueva sede de la biblioteca.

Foto: Colección Biblioteca Febres Cordero

Colecciones

Las colecciones de la Biblioteca Febres Cordero están ordenadas, de acuerdo con sus tipologías, características y orígenes, en cuatro secciones:

Sección Bibliográfica, compuesta por 3726 empastados y más de 12.682 títulos. Está integrada por obras venezolanas (libros, folletos y hojas sueltas) publicadas entre los siglos XIX al XXI, vinculadas con la historia y la cultura merideña y venezolana.

Sección Hemerográfica, con 3076 títulos y 61 710 ejemplares, una de las más grandes y completas colecciones hemerográficas de Venezuela, con piezas del siglo XIX y principios del siglo XX. Está conformada por periódicos, revistas y boletines (de literatura, historia y economía).

Sección de Manuscritos, constituida por más de 30.000 piezas, originales y copias. Es la sección de mayor diversidad temática. La documentación más antigua de esta sección son los libros de actas del Cabildo de Mérida de 1569 sobre mercedes de tierras y el archivo de Tulio Febres Cordero (1860-1938) y otros personajes de la familia.

Sección Audiovisual, integrada por fotografías de Mérida, impresas y digitales.

La planta física de la institución se articula en una serie de áreas, como las siguientes:

Sala de Exposiciones: contiene exposiciones temporales de diversos temas sobre la historia o eventos relacionados con la región de Mérida, y la exhibición conjunta de artistas populares.

Sala de Consulta: esta área de la biblioteca está equipada con 12 mesas y 42 sillas. Los investigadores la empleaban en la realización de estudios y lectura de prensa, entre otras actividades.

Salón de Usos Múltiples: con capacidad para atender 50 personas, sirve para presentar foros, congresos, proyectar documentales o cualquier otro tipo de actividad académica y cultural.


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