Laidy Gómez, gobernadora del estado Táchira, aseguró que recibe presiones políticas para que retire la denuncia que interpuso en contra de la Fuerza de Acciones Especiales, un componente de la Policía Nacional Bolivariana acusado de violar los derechos humanos.
«Se está manejando una presión política para que yo retire la denuncia de la FAES», aseguró la funcionaria durante una rueda de prensa el lunes, en la que recordó que en días pasados funcionarios la apuntaron con armas largas durante un recorrido que realizaba cerca de la ciudad de La Fría, reseñó La Nación.
Gómez dijo que quienes la presionan se están valiendo de una supuesta agresión que cometió el prefecto de la parroquia San Sebastián en contra de una mujer, pero la gobernadora aseguró que en ningún momento hubo un episodio violento. Agregó que el funcionario defendió un espacio en su comunidad para un programa de alimentación.
La opositora manifestó asimismo que Freddy Bernal, encargado político del régimen de Nicolás Maduro en Táchira, no tiene potestad política para tratar con funcionarios del gobierno de Colombia asuntos sobre la rehabilitación del paso fronterizo en esa entidad.
Comunicó que la Gobernación de Táchira ha intercambiado información con las autoridades colombianas sobre las pérdidas económicas generadas por el cierre de la frontera y de las estadísticas epidemiológicas. Además de solicitar la celeridad en la habilitación de un canal humanitario para atender temas relacionados con la salud.