Henry Ramos Allup, secretario general de Acción Democrática, afirmó este miércoles que la Asamblea Nacional que resulte de comicios convocados por el Consejo Nacional Electoral exprés no tendrá reconocimiento internacional.
«La supuesta AN producto de ese sainete electoral tendrá igual o peor suerte que tuvo Nicolás Maduro con su sainete del 20 de mayo; no va a tener ningún reconocimiento de la comunidad internacional», expresó el parlamentario en rueda de prensa de los partidos políticos de oposición, en la dese de AD en la Florida, Caracas.
Ramos Allup dijo que el Parlamento legítimo seguirá contando con el reconocimiento de los Estados democráticos y subrayó que los diputados deben prepararse para asumir sus cargos hasta que en el país se desarrolle un proceso electoral que cuente con garantías.
Advirtió que esa decisión también llevará a los legisladores a que sean víctimas de persecuciones y de ataques por el régimen.
Las toldas se unieron para manifestar de manera conjunta su rechazo a la designación ilegal del CNE a manos del Tribunal Supremo de Justicia chavista. También para condenar las acciones en contra de los partidos Acción Democrática, Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo.
«Ninguno de nosotros es abstencionista ni saboteador de procesos electorales. Todos somos concurrentistas y no hay organización política universal que no esté al tanto de los esfuerzos agónicos que ha hecho la oposición democrática venezolana para tener un proceso electoral justo», manifestó.
El secretario general de AD aseguró que en cualquier proceso electoral justo la oposición obtendrá un triunfo abrumador que sufrirá la hueste del régimen. Agregó que este le dio una patada al Comité de Postulaciones Electorales al ver que avanzaba el proceso para designar a los rectores del ente comicial.
«Pese a las exigencias de la comunidad internacional, porque me consta casi en lo personal que tanto el gobierno de Estados Unidos y la comunidad europea le exigieron al régimen no darle una patada a la mesa y seguir con el procedimiento establecido en la Constitución para que la próxima Asamblea Nacional fuera internacionalmente reconocida.