vacunación Venezuela, coronavirus
Foto EFE

En medio del ascenso de casos y muertes por el covid-19 tras la irrupción de una segunda ola de contagios, la vacunación contra el virus en Venezuela avanza con lentitud o de forma rápida y expedita, según quien revise el programa de inmunización del país.

Pero, ¿qué se sabe hasta ahora del plan de vacunación que adelanta el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela?

1 – ¿Cuántas dosis se han aplicado?

El régimen especificó que apenas se ha inmunizado a unas 250.000 personas del sector sanitario y voluntarios de un programa gubernamental que busca posibles contagios casa por casa.

Sin embargo, no explicó cuántas se destinaron a los diputados, incluidos como sector prioritario, a los de la tercera edad, grupos de riesgo o altos cargos de la política, como el caso de Maduro. El mandatario recibió la vacuna en los primeros días de administración.

El país recibió, hasta el momento, 750.000 dosis de la Sputnik V y la china Sinopharm, de acuerdo con información brindada por el propio Maduro.

Las unidades recibidas hasta al momento, todas de doble dosis, únicamente alcanzan para vacunar a 1,3% de la población, cercana a 30 millones de habitantes. Sin embargo, dice el ministro de Salud, Carlos Alvarado, la inmunización marcha de forma rápida, algo que no cuadra con las cifras reales.

2 – ¿De dónde provienen las vacunas?

Hasta ahora, en Venezuela se aplicaron dosis de Sinopharm y Sputnik V, aunque Maduro dijo que evalúa otras opciones, como las cubanas Abdala y Soberana 02, todavía en fase de pruebas.

Recientemente, el régimen anunció que en el país se producirá la fórmula Abdala, aunque no se informó de la fecha prevista para el arranque de operaciones. Tampoco se habló de la cantidad mensual de vacunas que se estima fabricar.

Por otra parte, Maduro anunció que se consiguió  liberar fondos, que Estados Unidos tenía secuestrados debido a las sanciones, suficientes para adquirir 11.374.400 vacunas del mecanismo Covax. Sin embargo, el régimen  rechaza la fórmula AstraZeneca para la vacunación, que inicialmente el sistema tenía asignada a Venezuela.

El mandatario no precisó para qué fechas prevé contar con estas vacunas en el país.

3 – ¿Marcha a tiempo el programa?

La respuesta corta es sí, pero solo si se atiende a los últimos testimonios de Maduro en los que modificó las promesas anteriores y retrasó hasta este julio el inicio de la vacunación masiva de la población.

Sin embargo, la fecha prevista para la inmunización masiva en Venezuela sufrió varios cambios. Las expectativas se desinflaron a medida que el régimen ha visto que sus planes iniciales de adquirir 10 millones de dosis de la rusa Sputnik V en tiempo récord eran excesivamente ambiciosos, pero poco viables.

A finales de 2020, el mandatario dijo que la totalidad de las dosis acordadas con Rusia serían aplicadas en los primeros meses de 2021. La información la tuvo que rectificar al ver que su plan no era factible.

4 – ¿Hay críticas contra el plan?

La oposición venezolana que se agrupa bajo la figura Juan Guaidó señaló que los esfuerzos de Maduro por vacunar a la población son insuficientes. Al tiempo que exige que se permita el ingreso de la fórmula de AstraZeneca al apuntar que tiene el potencial para salvar vidas.

Por su parte, los gremios de trabajadores sanitarios señalan que el programa de vacunación es tan débil que puede considerarse inexistente, por cuanto exigen el establecimiento de uno y la publicación de un cronograma de vacunación.

5 – ¿Existen sectores privilegiados?

Maduro dijo que la prioridad es inmunizar a la primera línea de batalla contra el covid-19 (todo el personal sanitario y voluntarios). Así como también a los docentes, un paso que considera necesario para el retorno de los estudiantes a las aulas de clase.

Pero el régimen también anunció que los diputados de la Asamblea Nacional y otros políticos serían de los primeros en recibir vacunas, sin ofrecer mayor información.

Maduro y su esposa, Cilia Flores, ya se vacunaron con la fórmula Sputnik V, lo que causó las críticas de figuras opositoras y de gremios de trabajadores sanitarios, pero no protestas de la población.


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