Estado policial, Human Rights Watch
Foto Archivo

276 españoles fueron repatriados el pasado 23 de mayo en un vuelo chárter que salió desde el Aeropuerto Internacional de Maiquetía Simón Bolívar. Sin embargo, el vuelo no salió como se esperaba, días después se conoció las irregularidades a las que se tuvieron que enfrentar los pasajeros.

Se trataba del tercer y último vuelo organizado por el Consulado General de España en Venezuela. Los pasajeros estaban a punto de embarcar cuando funcionarios de la Fuerza de Acciones Especiales se presentaron en la sala de embarque; armados y con pasamontañas. Hicieron revisar una a una todas las maletas que ya estaban facturadas y en la bodega del avión. Tras varias horas de tensión y miedo a que el vuelo se quedara finalmente en tierra, el avión salió rumbo a Madrid cinco horas y media de retraso.

Después de conocerse el hecho, diversos medios venezolanos señalaron que lo ocurrido tuvo que ver con diferencias de competencias entre la FAES y la Guardia Nacional Bolivariana. Otros apuntan que los uniformados sospechaban de que alguno de los pasajeros estaba relacionado con la operación Gedeón, reseñó el portal web El Confidente.

El medio informó que informantes de la Embajada de España en Caracas señalaron que la FAES buscaba dos rocambolescas maletas introducidas entre las de los pasajeros por el propio embajador español en Venezuela, Jesús Silva —quien no viajaba en el avión—, que no habrían pasado el control inicial de seguridad del equipaje.

Horas antes del altercado, el propio embajador y el cónsul estuvieron en el aeropuerto de Maiquetía y durante la jornada las redes sociales de la legación diplomática en Venezuela publicaron varios vídeos con testimonios de los españoles en agradecimiento a los diplomáticos. Una vez pasada la zona de pasaportes y seguridad, ya con la mayoría de los pasajeros en la puerta de embarque, fue cuando empezaron los problemas.

El vuelo, operado por Plus Ultra, fue gestionado con gran dificultad, debido a la tensión diplomática con las autoridades venezolanas, por la Embajada de España y el Consulado en Caracas.

Los pasajeros contaron que fueron llamados hasta en tres ocasiones por la FAES para revisar sus equipajes. «Allí, la comisión antidroga siempre hace ese tipo de revisiones… Pero esta vez noté que eran más lentos, por no decir exhaustivos», relató un pasajero. «Fue desesperante, agotador y con generación de mucha ansiedad», cuentó otro.

Al parecer, según dijeron los informantes, el embajador, al despedirse de sus compatriotas rumbo a España, llevó directamente un par de maletas que llamaron la atención de la seguridad del aeropuerto. Pero, aseguraron que cuando se fue no llevaba dichas maletas, algo que no pasó desapercibido a los agentes, que dieron la voz de alarma, que provocó la inmovilización del avión y la revisión minuciosa de todo el equipaje.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!