alcabalas

«De La Grita a Caracas damos 40 combos de comida en bolsas para que nos dejen pasar por las alcabalas, que son unas 40 entre las de la Guardia y las móviles de la policía», dijo un conductor de un camión que cada lunes sale de La Grita, estado Táchira, lleno de hortalizas, verduras y frutas para venderlos en Caracas, específicamente en una zona residencial ubicada al suroeste de la capital, donde montan un toldo hasta el viernes, cuando regresan a su terruño. Así comienza un reportaje de Tal Cual sobre la situación de las irregulares alcabalas que hacen vida en todo el país.

Si no entregan parte de la comida pedirán papeles hasta que alguno falte

El conductor contó a ese periódico que si él y sus acompañantes no entregan una bolsa a los guardias nacionales o a los policías en cada una de las alcabalas les comienzan a pedir cualquier cantidad de papeles para impedirles seguir con el transito hacia su destino.

«Les piden el permiso sanitario, la autorización para la manipulación de alimentos, la prueba del covid-19 o cualquier otro documento con la intención de retenerlos e impedirles el paso. Las bolsas pesan entre dos y dos kilos y medio, lo que significa que en un viaje pueden dejar en el camino entre 80 y 100 kilos de comida», dice el reportaje.

Según los productores agropecuarios y ferieros, prácticamente dejan en las alcabalas 30% de sus cargas, además de dinero en efectivo.

Aún así, entregar parte de la mercancía a los funcionarios no agiliza el paso por la alcabala.

«Podemos tardarnos hasta tres horas mientras esperamos que revisen a los otros vehículos», dijo el conductor.

Explicó que en los dos últimos lunes de mayo les tomó casi 25 horas llegar a Caracas.

«Por una parte por las tres paradas que hacen para recoger mercancía: una en La Tendida, Táchira, donde cargan cítricos, una segunda en Arapuey, Mérida, donde montan plátano, yuca, auyama, parchita y guayaba y una última parada en El Rodeo, Barquisimeto, Lara, donde recogen tomate, pimentón, melón, piña y patilla. Pero les ha tomado más de un día llegar a la capital sobre todo por los retrasos que generan las paradas en las alcabalas, que se han multiplicado por la cuarentena que ha impuesto el gobierno de Nicolás Maduro desde marzo de 2020 y las restricciones en el tránsito entre municipios, ciudades y estados a raíz de la pandemia», expuso Tal Cual.

Más alcabalas que nunca

«Cada alcabala es un peaje, no solo para los productores agrícolas sino para todo aquel que no tiene salvoconducto o tiene los papeles de los carros vencidos. Esto prácticamente se ha institucionalizado y con la pandemia se ha agravado. Nunca en mi vida había visto tantas alcabalas como ahora». Así lo aseguró Manuel Gómez, director general de Acción Campesina.


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