«No estamos ante el nacimiento de una nueva guerrilla. Estamos frente a las amenazas criminales de una banda de narcoterroristas, que cuenta con el albergue y el apoyo de la dictadura de Nicolás Maduro», denunció Iván Duque, presidente de Colombia, esta semana.
Las declaraciones de Duque se conocieron luego de que Iván Márquez, miembro de las FARC, anunciara que el grupo retomaba las armas. Autoridades colombianas insisten en que el régimen de Maduro tiene nexos con los grupos insurgentes.
La revista Semana, de Colombia, realizó un trabajo este sábado en el que explica cómo se dio la presencia de la guerrilla en territorio venezolano. El trabajo, titulado «El vecino peligroso», comenta que el régimen venezolano empezó sus conexiones con guerrilleros desde el año 2000.
«A lo largo y ancho del territorio hay campamentos del ELN y de las disidencias de las FARC. No solo se preparan militarmente, sino que entrenan a las milicias y a los llamados colectivos en tácticas y estrategias de guerra de guerrilla», reseñó el medio.
Ubicación estratégica
La publicación indicó que estas organizaciones se encuentran en al menos 13 de los 24 estados del país. «Entre 2017 y 2019 esta guerrilla ha utilizado el territorio venezolano no solo para resguardarse del Ejército colombiano, sino para instituir todo un orden parainstitucional allí. Y se ha enfocado en controlar el negocio de la minería ilegal, cuyos ingresos financian buena parte de sus estructuras tanto en Colombia como en el país vecino».
Los guerrilleros, presuntamente, utilizan puntos estratégicos del territorio nacional. «Incluso se informa que existe un campamento del ELN en la sierra de San Luis, que se encuentra entre los estados Lara y Falcón, a 30 kilómetros de la costa del Caribe, una ubicación estratégica que podría garantizarles el control sobre las rutas de tráfico hacia el Caribe holandés”.