Sobre las 4:00 pm del miércoles, una brigada de la Guardia Nacional Bolivariana disparó contra una ambulancia de la red de salud baruteña apostada en la plaza Alfredo Sadel, en Las Mercedes. El superintendente de Salud de la Alcaldíade Baruta, Enrique Montbrun, denunció que estos ataques contra los cuerpos de rescate, lejos de ser fortuitos, son eventos intencionados.

Montbrun, también profesor de Medicina de Desastres y Emergencias Complejas en la Escuela José María Vargas dela Universidad Central de Venezuela, denunció que el personal asistencial empieza a ser un blanco de la represión actual: “El sábado pasado, en Las Mercedes, la Guardia Nacional Bolivariana nos emboscó sin compasión. Nos encontrábamos entre la zona caliente y la tibia, cuando una brigada motorizada nos salió al paso y desconociendo nuestros emblemas, nos disparó perdigones y bombas lacrimógenas. Nos detuvimos para recuperarnos, pero a los tres minutos otra brigada nos remató. Antes creía que eran eventos fortuitos, pero en los últimos cinco días hemos sido agredidos vil e intencionadamente. Y el ataque a la ambulancia lo confirma”, reveló.

“No entiendo la razón de un enfrentamiento a un personal de salud que se debe a todo ciudadano, sin distingo de raza, religión o tolda política y que viola los convenios de Ginebra que rigen universalmente”, indicó refiriéndose a los acuerdos internacionales que definen el derecho humanitario en cuyo Protocolo Adicional, aprobado en  1977, se protege de modo expreso al personal sanitario civil, sus desplazamientos y sus vehículos.

Relató que en los trabajos de rescate de los manifestantes que se lanzaron al Guaire el 19 de abril, empezó a notar una estrategia represiva de muy alta agresividad por parte de las fuerzas policiales contra los manifestantes que ya se extiende a equipos asistenciales. “Lo que está marcando la diferencia es que ahora se dispara en un trayecto horizontal y a una distancia inapropiada, lo cual aumenta el riesgo de daño y muerte. Los ataques se han sobredimensionado en número de bombas. Estamos en presencia de una represión excesiva e inmoral”, recalcó.

Que la estrategia ha cambiado lo expresa el hecho de que cada vez se reciben más heridos con traumatismos contusos torácicos, craneoencefálicos, oculares y por caídas en la huida. La población civil que manifiesta en la autopista Francisco Fajardo, cuando es atacada con lacrimógenas se asfixia y busca cómo salir. “Tiene pocas vías de escape: por la avenida principal de Las Mercedes, por Bello Monte o por la Río de Janeiro”, afirmó, razón que ha llevado a disponer en las últimas semanas de un equipo integrado por 32 médicos, 20 paramédicos, de 6 a 8 enfermeras y de 20 a 25 voluntarios, todos visiblemente identificados “que tienen que ser respetados y protegidos”, exigió.

En horas de la tarde de ayer, 29 organizaciones de derechos humanos se adhirieron a la preocupación manifestada por el Observatorio Venezolano de la Salud en un comunicado público emitido el miércoles en la noche, donde se pronuncian contra el uso excesivo e indiscriminado que se está haciendo de lacrimógenos causantes de efectos nocivos sobre el sistema respiratorio.


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