Milicianos

Mujeres, hombres, ancianos, jóvenes o discapacitados. Perfiles variopintos con un denominador común: su profunda admiración por Nicolás Maduro.

Este sentimiento los ha convertido en sus ojos y sus manos en todo el país al hacerlos integrantes del componente especial de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, encargado de la preservación del chavismo.

Ellos son los milicianos

15 años después de haber sido creada, la milicia es ahora uno de los cincos componentes de la FANB que supera no menos de 20 veces al resto de militares profesionales.

«En un momento determinado ellos, los milicianos, podrían decidir no hacerle caso al comandante estratégico de la FANB sino a Maduro porque esa es la disposición de esta ley», advierte a EFE el profesor Pedro González Caro, sobre una reforma a la norma castrense que entró en vigencia esta semana.

Reforma sin discusión

El texto de la ley fue aprobado sin discusión ni objeciones en la asamblea nacional constituyente.

Días antes de su publicación, las más altas esferas del poder Ejecutivo y militar habían mostrado una copia del boletín oficial en el que defendieron que la FANB es ahora antiimperialista y antioligárquica.

En esta nueva norma, la milicia adquiere atribuciones especiales en materia de inteligencia y contrainteligencia. Tienen la misión de registrar, organizar, equipar, adiestrar y adoctrinar al pueblo con la finalidad de contribuir con la seguridad de la nación.

«Van a recibir un entrenamiento para ser como espías del gobierno en los lugares donde trabajan… lo que podría desatar una cacería de brujas y de elementos disidentes que permitan al gobierno mantenerse en el poder», explica González Caro, capitán de navío retirado.

Este propósito lo consiguió la revolución bolivariana, luego de cinco reformas a la ley militar en los últimos 15 años. Los cambios han sido aprobados fuera del Parlamento.

El ministro de Defensa, Vladimir Padrino, justificó la reforma.

«Desde el principio dijimos que el modelo que nos habían impuesto no era el adecuado; manifestamos que era necesario cambiarlo, y cambiamos. Felicito a la FANB por su grado de madurez», expresó.

Tanto Maduro como Padrino aseguran que la nueva ley es el resultado de debates de altura que el grueso de la sociedad no pudo presenciar.

El ron de los milicianos

Una misión tácita de los milicianos es llenar el espacio dejado por las miles de deserciones dentro de la FANB.

El chavismo afirma que el componente especial agrupa a más de cuatro millones de personas.

«Si es verdad que existen los cuatro millones de milicianos no tienen manera de armarlos a todos», expone González Caro, quien calcula en no más de 200.000 armas están disponibles para este grupo.

El profesor cree que con esta decisión el Ejecutivo muestra su intención de disminuir el rol de la FANB al desmantelar su profesionalización.

Aunque existen dudas sobre su capacitación en materia de defensa, se sabe que algunos reciben periódicamente un entrenamiento que no siempre incluye manejo de armas.

Fieles con fusiles

Aunque les resulta difícil hacer una lista sobre las enseñanzas en la milicia, estos insisten en que han aprendido mucho. Dicen que están dispuestos a defender a Maduro de cualquier enemigo, especialmente del «imperio».

La sargento segundo Aura Pérez, de 58 años de edad, aseguró a EFE que está preparada para defender la patria.

Lo dice con la confianza que le brindan cuatro años dentro de este componente especial y con el orgullo de formar parte de la FANB.

Sentada debajo de un árbol en Caracas, una vez finalizada una manifestación oficialista, la funcionaria, que durante sus primeros 54 años de su vida fue ajena al mundo castrense, explica que recientemente le enseñaron a usar armas y que su deber radica en la organización y la disciplina.

En otro punto de la misma movilización chavista, con dificultad para caminar, Alfredo Boada sonríe cuando se le pregunta sobre su formación militar.

«Lo único que no puedo es correr, pero caminando se llega lejos», asegura el hombre de 77 años de edad que se considera muy viejo, pero que cree ha aprendido bastante como miembro de la milicia.

Un poco más adelante, el albañil Nataniel Vásquez celebra que su componente ahora sea el más numeroso dentro de la FANB.

«Son sueños del comandante Chávez que quedaron allí escritos», dice el hombre de 59 años de edad que ha aprendido algunas artes militares, tales como identificar la actuación de enemigo y cómo confundir.

Ahora, los milicianos son los más grandes ojos del chavismo en medio de la crisis de legitimidad que enfrenta Nicolás Maduro.


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