María Corina Machado, coordinadora nacional del movimiento Vente Venezuela; Antonio Ledezma, fundador de Alianza al Bravo Pueblo, y Diego Arria, ex representante de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas, exigieron este miércoles al presidente interino, Juan Guaidó, que cancele de manera definitiva el acercamiento que mantenían personas de su gobierno con delegados del régimen de Nicolás Maduro en Noruega.
“Presidente Guaidó, en ejercicio de su autoridad y de su deber como legítimo presidente de todos los venezolanos, por respeto a la dignidad de nuestro pueblo, cancele y cierre de manera definitiva, sin dejar espacios para las suspicacias, esta negociación opaca y dañina”, exhortaron los opositores en una carta abierta.
Recordaron que dentro de la estrategia planteada por la Asamblea Nacional, que establece el cese de la usurpación, el gobierno de transición y las elecciones libres, no se admite “ninguna forma de convivencia o connivencia con las mafias de la corporación criminal en que se ha convertido el Estado venezolano”.
Afirmaron que actualmente sobre la mesa queda solo una opción: “Esa opción es la fuerza, entendida como la combinación apropiada de la fuerza institucional de la AN, de su Presidencia interina y del TSJ legítimo, con la fuerza de la movilización organizada de los venezolanos y la fuerza de una coalición internacional leal, que coopere con nosotros en la tarea de desalojar al narcoestado imperante, liberar a Venezuela y reconstruir la República”.
Alegaron los opositores que el pueblo no podrá “sacudirse el yugo criminal que lo azota y lo mantiene bajo secuestro”, sin una acción internacional “decidida, real y a tiempo”.
«Pedirle que, por sí solo rompa las cadenas de los secuestradores que lo someten es una insensatez, que comprenden perfectamente nuestros verdaderos aliados en el Hemisferio. Usted lo sabe y es consciente de ello. Invoque el respaldo, en particular de nuestros vecinos”, instaron.
Solicitaron al mandatario interino que invoque el respaldo de Colombia, Brasil, Estados Unidos y las Antillas Holandesas, que saben que “el cáncer de la violencia, la pobreza, la droga, la corrupción y el terrorismo que nos azota en Venezuela tiene capacidad para infectar y desestabilizar -como ya ha comenzado a hacerlo- a toda la región”.