La plancha Vamos U, de la Universidad Central de Venezuela, que se midió en las elecciones de la Federación de Centros Universitarios de esa casa de estudios, sufrió un ataque reflejo de las malas prácticas políticas que se han implementado en el país durante los 20 años del régimen chavista, aseguraron los dirigentes estudiantiles Lustay Franco y Daniel Hans Cote, de Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo, respectivamente.

“Sufrimos una arremetida estructural de descalificación que solo la hemos visto de parte del chavismo y en elecciones presidenciales”, manifestó Franco, de 26 años de edad, quien quedó en segundo lugar, con 3.515 votos, en los comicios celebrados el 7 de junio en la UCV.

La campaña correspondiente a estas elecciones, en las que resultó vencedor David Sosa, militante de Voluntad Popular, estuvo marcada por un impasse entre la plancha Todos por la U –de Vente Venezuela, Primero Justicia y VP–, y Vamos U –de AD, UNT, Bandera Roja y Cambiemos–, a la que criticaron por “dividir a la oposición” y tildaron de “chavista”. “Son los males de una democracia maltrecha que hemos heredado”, dijo la dirigente de la tolda blanca.

Explicó que en la Escuela de Derecho solo se presentaron dos candidaturas que fueron por parte de la oposición, por lo que los estudiantes afectos al régimen prefirieron votar por su plancha que, dice, fue “satanizada”.

“¿Quiénes somos para satanizar al disidente que se suma a la ruta democrática? ¿Lo vamos a perseguir? ¿Vamos a actuar como han actuado contra nosotros durante 20 años, con persecución? No se puede ser de carátula democrática y de corazón fascista”, señaló.

Hans Cote, de 24 años de edad, agregó: “La casa que vence las sombras, de la pluralidad y de la democracia, no puede ser ajena a la transición que queremos vivir. No se trata de la UCV ni de que hayan manchado nuestra imagen; se trata de una plataforma que llegó con 3.500 votos a la FCU. Somos una fuerza política dentro de la universidad, que de no ser por una campaña sucia hubiéramos tenido otro escenario”.

Los estudiantes recordaron que el proceso electoral se llevó a cabo gracias a la suma de voluntades políticas, ante la necesidad de legitimar los liderazgos juveniles en los espacios de gobierno y cogobierno dentro de la institución universitaria, por lo que las irregularidades presentadas no detuvieron el deseo de renovar las representaciones estudiantiles.

No obstante, Franco sostuvo que el conflicto que se generó entre las planchas opositoras ocasionó una abstención de más de 70%: “Es muy doloroso. La gente está asqueada del conflicto interno de la oposición. El estudiante siente que la dirigencia está divorciada de sus problemáticas”.

Debido a que el proceso electoral se rigió por el método electoral D’Hondt, la plataforma Vamos U ocupará cuatro Secretarías en la FCU: la General, de Deporte, de Asuntos Internacionales y de Propaganda. 

Los jóvenes manifestaron estar dispuestos a trabajar de la mano de una “federación que funcione, donde seamos escuchados y se tenga cercanía con el ucevista de cualquier escuela”, en pro de la democracia, la pluralidad y la libertad, valores por lo que aseguraron, se rigen.

“Por encima de la unidad democrática no existe la reputación de Lustay Franco o de Daniel Hans Cote. No existe si nos vimos afectados. Superaremos los problemas porque existe un compromiso con la recuperación del país”, subrayó Cote.

Criticaron que la FCU-UCV no haya fijado posición oficialmente en rechazo a la detención del consejero universitario de la Universidad de Carabobo, Luis Yaguarate, ocurrida el 13 de junio.

“Nuestro consejero universitario está siendo atacado. La autonomía de la UC está siendo violada. Lo que busca el movimiento estudiantil es la articulación real de la universidad, debido a lo que estamos viviendo. Una universidad contestataria, irreverente, que no se quede callada ante lo que estamos viviendo”, aseguró Hans Cote.

Franco enfatizó: “La Federación tiene que empezar a asumir desde ya el rol que le corresponde”.

—¿Cómo fue el proceso electoral de la FCU-UCV?

LF: La importancia de las elecciones la entendimos todos los factores políticos. Al principio no todos estaban convencidos, porque había muchos temores, sobre todo miedo de perder el poder. Si la universidad no renovaba sus espacios de representación estudiantil estábamos destinados a seguir atomizados en una dinámica que nos hunde cada día más. No es solo el tema presupuestario, también es la desidia en el que estamos involucrados, porque la crisis económica nos ha ahogado a todos. Nos dimos cuenta de que estamos jugando con una democracia que no es democracia. Seguimos creyendo que solamente es la participación y no las condiciones o cualidades del escenario donde tú ejerces la participación. Las irregularidades presentadas a lo largo del proceso electoral son un reflejo de vivir mucho tiempo con una democracia muy pobre; una democracia que nos imaginamos, pero que nunca hemos vivido.

—En medio de la campaña los acusaron de dividir a la oposición e incluso los tildaron de chavistas.

LF: Cuando se asume que la polarización es lo que te hace ganar elecciones y no las propuestas, estamos muy mal. No hubo un debate de propuestas, hubo solamente una descalificación. Son situaciones que suman a la reflexión porque al final ¿a quién estoy descalificando?, ¿a mi aliado próximo?, ¿al que va a gobernar conmigo?, ¿al chamo que ha estado contigo en las marchas?, ¿al que ha levantado la mano en pro de la unidad?, ¿al que no se ha desmarcado de la ruta democrática? Nos llamaron colaboracionistas, chavistas, vivimos un ataque misógino y homofóbico. Nosotros esquematizamos a nuestro contrincante, que hoy es presidente de la FCU, y que lo reconocemos con carácter democrático. Cuando tú te mides en democracia plena, llegar de primero o de segundo pasa a segundo plano, porque tienes garantías de sobrevivir. Somos la generación que va a tomar el poder en este país y no puede repetirse este escenario. Que nunca más nadie sea juzgado por su tendencia política, por creer en algo distinto al otro, por su género o por su inclinación sexual.

—¿Por qué surgió este ataque en contra de la plancha?

DHC: Durante 20 años hemos vivido un régimen totalitario que ha llevado a las organizaciones a este tipo de prácticas, que no han sido positivas en ningún espacio.  ¿Cómo podemos criticar a esa persona que fue chavista y que en este momento disiente porque se siente defraudado, decepcionado o porque dejó de creer en eso y ahora está creyendo en unos cuadros juveniles que están emergiendo? ¿Cómo podemos nosotros atacar a las personas que se suman, cuando hemos visto que el régimen se ha ido quebrando? Lo vimos con Luisa Ortega Díaz, con Miguel Rodríguez Torres. El régimen se ha quebrado internamente y ha sumado para el pote de la democracia. ¿Por qué atacar a las personas y no a las propuestas como lo ha venido haciendo el fascismo, el chavismo? Nosotros hicimos una compaña positiva sin atacar a nadie. Ese chamo que hoy es presidente de la FCU-UCV es nuestro compañero, ha marchado con nosotros; no podíamos atacarlo porque ese es nuestro hermano.

—¿Es la política universitaria un reflejo de la política nacional?

LF y DHC: Totalmente.

LF: Somos los de AD, UNT, Bandera Roja, Cambiemos los que supuestamente tienen las malas prácticas de la política, y al final fuimos los atacados. Hoy tenemos la moral blindada para entrar en nuestro salones de clase y decir ‘hicimos lo que teníamos que hacer y con ese espacio, vamos a ayudar a los estudiantes’.

— ¿Cómo se vivió el 7 de junio?

LF: Fue un día en el que el exceso de poder y las malas prácticas de la política quedaron en evidencia. Hubo 30 motorizados que fueron llevados por gente conocida. Había una señora con la camisa del Frente Amplio invitando a votar, pero decía que no votaran por la plancha chavista, unidad por AD y UNT. El secretario de organización de un partido político entró en las salas de votación de la Escuela de Arquitectura. ¿Qué hacía él ahí? Ivlev Silva estuvo presente porque, más allá de ser secretario juvenil de AD, es estudiante de la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos. Él fue a votar. Cometieron el gran error de querer “hegemonizar” todo el poder.

—A pesar de las irregularidades, las planchas opositoras lograron la mayoría de los votos, ¿Qué representa esto?

LF: Eso te dice que hubo gente que participó y que confía en un proceso electoral en este momento país. Nosotros contamos con la bondad de los trabajadores de la UCV, de gente que no era afecta directamente a la oposición, de gente de la sociedad civil que no quiere saber nada de partidos políticos, de gente que tenía resistencia a votar y participó porque conoce nuestro trabajo. De manera tal, que sin revisión de voto por voto, salimos confiados en que tenemos unos ucevistas a los que responderemos.

—Ahora, ¿dónde quedan los problemas de la UCV y la autonomía universitaria?

LF: Nosotros seguiremos respaldando la Ley de Reivindicación Estudiantil. No fuimos a las elecciones con propuestas demagogas. De hecho, decíamos que teníamos la propuesta más tonta, pero que si la ejecutábamos todo iba a funcionar muchísimo mejor. Hablábamos de una FCU que no fuera presidencialista, en la que las Secretarías respondieran. No es el presidente quien tiene que estar pendiente del deporte o la cultura, para eso hay una secretaria. Nosotros proponíamos la articulación de eso. La autonomía se va a volver un sueño utópico si los estudiantes no tomamos las riendas, si la comunidad universitaria no se sensibiliza con respecto al tema. Si aquí no se entiende que hay que cambiar a estos tipos, pero que hay que cambiarlos bien y cambiar sus prácticas, vamos a seguir con el juego trancado dentro de la organización. No existe la posibilidad de que podamos resolver ningún problema si no se destranca el juego político afuera.

—¿En qué se enfocará ahora el trabajo que realizarán?

DHC: Lo que viene ahora es bastante interesante. Dentro del Comité Ejecutivo de la FCU-UCV vamos a convivir todos los actores. Tendremos que trabajar en conjunto, por lo que el ataque, la descalificación de uno u otro participante dentro del proceso no entra dentro de este esquema de trabajo que vamos a implementar. Trabajaremos por la universidad, en pro de la democracia, la pluralidad, la libertad. El trabajo en equipo tiene que prevalecer sobre cualquier cosa.


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