Clíver Alcalá
Clíver Alcalá Cordones en una entrevista con EL TIEMPO, en febrero de 2019. Foto Claudia Rubio. Archivo EL TIEMPO

Cuatro años después de llegar a suelo estadounidense, el mayor general retirado Clíver Antonio Alcalá Cordones recibió este 8 de abril condena de 260 meses de cárcel, que se traducen a 21,6 años, por brindar apoyo y armas a las FARC, a sabiendas de que eran un grupo terrorista y narcotraficante.

El oficial retirado de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela fue extraditado desde Colombia el 27 de marzo de 2020. Después de aproximadamente tres años de proceso judicial, el 29 de junio de 2023 se declaró culpable, y luego de trámites posteriores a su aceptación de culpabilidad este lunes fue condenado por el juez Alvin K. Hellerstein de la Corte para el Distrito Sur de Nueva York.

La condena de 22 años de cárcel es inferior a la que la Fiscalía pedía, que era de 30 años, pero supera por mucho la pena que había sugerido la defensa del militar retgirado, que era de apenas 6 años de prisión.

“Como miembro de alto rango del ejército venezolano y del ‘cartel de los Soles’, Clíver Antonio Alcalá Cordones y sus cómplices intentaron convertir la cocaína en un arma mientras ayudaban a las FARC a armar a sus miembros y enviar toneladas de droga a Estados Unidos. Alcalá Cordones corrompió las instituciones vitales de su propio país mientras ayudaba a las FARC a inundarlo de cocaína; ahora pasará más de dos décadas en una prisión de Estados Unidos”, destacó sobre la condena el fiscal Damian Williams.

Clíver Alcalá en un video. Foto Archivo

Los hechos por los que fue condenado

Como recoge la Fiscalía norteamericana, el oficial retirado, quien fue un alfil del presidente Hugo Chávez, pero un acérrimo detractor de su sucesor Nicolás Maduro, brindó apoyo y armas a las FARC, cargos que él mismo aceptó en 2023.

El mayor general retirado, de 62 años de edad, admitió un primer cargo por “proporcionar, ayudar e instigar la provisión de apoyo material o recursos” a las FARC, y un segundo cargo por “recibir y transferir armas de fuego y municiones”, sabiendo que serían usadas por un grupo terrorista.

Según la investigación, y así quedó plasmado en documentos en el proceso judicial, Alcalá Cordones y otros militares del llamado Cartel de los Soles -nombre con el cual EE  UU ha denominado a un grupo de militares y fichas del régimen venezolano que traficaban drogas- corrompieron las instituciones de Venezuela “para facilitar la importación de toneladas de cocaína” a Estados Unidos en asocio con las FARC.

“El ‘cartel de los Soles’ buscaba no solo enriquecer a sus miembros y aumentar su poder, sino también convertir la cocaína en un arma al infligir los efectos nocivos y adictivos de la droga a los consumidores en los Estados Unidos”, se lee en un pronunciamiento de la Fiscalía norteamericana.

Los hechos por los que fue condenado Alcalá ocurrieron desde 2006, o alrededor de esa fecha, cuando, según Estados Unidos, aprovechó su posición en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para apoyar las operaciones de las FARC.

El documento en el cual la Fiscalía pedía para el mayor general retirado una condena de 30 años dice que él protegió a las FARC y a sus socios de la interferencia de las fuerzas militares y de la justicia venezolana, y entregó a esa guerrilla armas. Además, se lee que conspiró para que la droga de las FARC no tuviera interferencia alguna para salir de Maiquetía, «el más grande aeropuerto de Venezuela», y a cambio de sus labores, se dice que “Alcalá recibió millones de dólares en sobornos».

La confesión de Clíver Alcalá dice que le entregó a las Farc armas, incluso a sus otrora grandes jefes alias Iván Márquez (izq.) y Timochenko (der.) Foto Mauricio Moreno: EL TIEMPO / Leonardo Muñoz / EFE

De acuerdo con la investigación, Alcalá apoyó a las FARC de al menos tres maneras: la primera, impidieron que miembros y asociados de las FARC fueran arrestados por las autoridades o atacados por el ejército venezolano; la segunda, al darles protección, incluida la libertad de movimiento, a los miembros y asociados de las FARC que sabía que traficaban con cocaína; en tercer lugar, se lo señala de proporcionar armas de alto poder a las FARC, incluso directamente a quienes fueron jefes de alto rango como Luciano Marín Arango, alias Iván Márquez, y Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko.

Además, según la investigación, el mismo mayor general chavista participó directamente en la distribución de cocaína de las FARC.

“Entre otras cosas, Alcalá Cordones participó en reuniones con algunos de los mayores narcotraficantes de América del Sur, durante las cuales discutieron cómo él y otros miembros del ‘cartel de los Soles’ podrían ayudar en la distribución de cocaína. Alcalá Cordones también intervino personalmente para garantizar que las fuerzas del orden en Venezuela no interceptaran grandes envíos de miles de kilos de cocaína, a cambio recibió millones de dólares en sobornos”, se lee en el comunicado de la Fiscalía estadounidense.

La confesión de Alcalá

Clíver Alcalá, mayor general retirado venezolano. Foto AFP

En una audiencia el 29 de junio de 2023, Alcalá confesó ante el juez Alvin K. Hellerstein su participación en los delitos.

En esa audiencia el juez leyó su confesión escrita y luego le preguntó directamente cosas como si él “impidió que miembros de las FARC y sus asociados fueran arrestados por agentes del orden venezolanos”, a lo cual Alcalá dijo que sí.

El juez también le preguntó al militar retirado venezolano sobre las armas que entregó a las FARC, y él admitió haberles dado, entre otras, granadas y lanzagranadas, y sobre quiénes recibieron esas armas, él indicó: “La mitad (fueron) para el señor Luciano Marín Arango, y la otra mitad para el señor Londoño, Timochenko”, quienes para la época eran, según su misma confesión, “el número uno y número dos de las FARC en el territorio que me correspondía en Venezuela”.


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