La “banda de los 7 enanos”. Así se conoce a los empresarios y ex funcionarios venezolanos que se convirtieron en multimillonarios y a los que Estados Unidos señala de ocultar varios millones de dólares ligados a Nicolás Maduro.

Tienen a su nombre desde penthouses en lujosos rascacielos de Miami, hasta aviones, yates, caballos de competición y exportadoras.

Claudia Díaz, enfermera personal del difunto Hugo Chávez, y su esposo, el ex jefe de seguridad del Palacio de Miraflores Adrián Velásquez, aparecen en el listado. Y lo completan Raúl Gorrín, dueño del canal Globovisión; su esposa, María Perdomo; su cuñado Gustavo, su pareja Mayela Tarascio y Leonardo González, ex presidente del Banco Industrial.

Este martes, todos fueron incluidos por la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos (OFAC) en la denominada Lista Clinton y de manera paralela se avanza en causas penales en su contra.

Washington dice tener evidencia de cómo tejieron un entramado de corrupción de divisas con el que lograron apoderarse de 2.400 millones de dólares. Esto equivaldría al valor de cerca de dos billones de cajas CLAP. 

El Tiempo indagó y encontró que en el caso de Gorrín cuenta con una lujosa casa de 564 metros junto al lago Maggiore, en Isla Dorada (Florida), la cual está avaluada en nueve millones de dólares. Y dos apartamentos en la exclusiva zona de Coral Gables. Otra lujosa propiedad intervenida fue un apartamento en Sunny Isles Beach, en el condado de Miami Dade, ubicado en un edificio de 60 pisos con ascensores para carros de alta gama.

Su valor comercial es de 7,5 millones de dólares, y lo usaba Perdomo, cuñado de Gorrín. Además, a Perdomo se le decomisó un avión Mystere Falcon 50EX, de placas N133JA, avaluado en cuatro millones de dólares.

Otro de los registros de Washington indica que Velázquez, el guardaespaldas de Chávez, es directivo de la firma Bleckner Associates Limited, domiciliada en Seychelles, una república africana considerada un paraíso fiscal. También figura en las juntas de al menos cinco empresas en Panamá.

Y aunque no registró direcciones, el Departamento del Tesoro halló otros bienes en Londres y Madrid.


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