La Oficina de la alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, publicó este jueves un extenso informe donde advierten que si la situación en Venezuela no mejora, el éxodo de emigrantes y refugiados aumentará drásticamente, e instó al régimen de Nicolás Maduro a tomar medidas para «detener y remediar las graves vulneraciones de derechos económicos, sociales, civiles, políticos y culturales».

La propia Bachelet presentará el informe oficialmente este viernes 5 de julio. Su publicación generó una reacción en cadena entre los venezolanos.

Gonzalo Himiob, abogado y director del Foro Penal Venezolano calificó de “contundente” el documento y destacó que en el texto exigen que se ponga en libertad “a todas las personas privadas arbitrariamente de su libertad; que se disuelva la FAES, y que se detenga, condene públicamente, castigue y prevenga todos los actos de persecución y represión selectiva por motivos políticos, incluidas la retórica estigmatizadora y las campañas de desprestigio”.

El exalcalde metropolitano, Antonio Ledezma, explicó que el informe “describe y caracteriza como dictadura a un régimen forajido que viola derechos humanos de forma sostenida, método adoptado para tratar de someter a los disidentes”, por lo que le pide a la ex mandataria chilena que lo consign ante la Corte Penal Internacional.

Sin embargo, el dirigente político Roberto Smith opinó que el documento es una “gigantesca y grosera legitimación del régimen de Nicolás Maduro, pero con unas palmaditas en la mano porque se está portando mal”.

Para Jose Toro Hardy, economista, el informe es “devastador” y considera que ahora, “le será difícil a Rusia o a China ejercer el derecho al veto en el Consejo de Seguridad, ante cualquier propuesta que afecte al régimen”.


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