—¿Son los países reflejo de sus gobernantes? 

—Hay una mutua interacción, unos son síntomas de otros.

—¿”Maduro es el pueblo”?

—Todo tirano tiene la aspiración de encarnar al pueblo. Los venezolanos merecen símiles mucho mejores.

—¿Qué tiene el venezolano del presidente?

—La convicción de que deseo y esfuerzo están disociados entre sí.

—¿Y de Henri Falcón? 

—La tentación de hacer de los principios éticos un trueque sin consecuencias.

—¿La patología del caudi-llismo?

—Delirar con ser quien sabe siempre lo que le conviene a los demás, aunque los demás no lo sepan.

—¿La psicopatía de Fidel Castro?

—El total desprecio por el otro y la ausencia total de concernimiento por los efectos de sus acciones.

—¿De Hugo Chávez?

—Hugo era un psicótico paranoide, resentido y convencido de ser maltratado, por lo que necesitaba vengarse insaciablemente de todo y de todos.

—¿De Donald Trump?

—La exacerbación del narcisismo, que lo hace estar convencido de encontrarse a la altura de su responsabilidad sin dejarse ayudar.

—¿De Putin?

—Ser el amo que todos desean y que buscarán para que los ahorque.

—¿Del papa Francisco? 

—Reiterarse en que si corrige las formas corrige el fondo mientras el techo de su casa cruje.

—¿Es el éxodo una forma de escapismo?

—Para nada; es una apuesta angustiosa, a veces del tipo todo o nada en la búsqueda de un proyecto vital. Y siempre se paga caro.

—¿Por qué emigró?

—Mi esposa y mi hijo lo hicieron en 2015. Yo creí que podría sobrevivir al desgarro de sus ausencias. No pude.

—¿Volverá?

—El “debe ser” indica que debería contestarte “sí”. Hoy la muerte de Fernando Albán fulmina las esperanzas que albergaba en mi interior.

—¿Se ha incrementado la consulta de los venezolanos en Miami?

—Aún no he podido volver a ejercer, pero intuyo que sí. Todo proceso de emigración implica duelos, tristeza y enojo, y obtener ayuda profesional puede hacer menos árido transitarlo.

—¿En qué devino el “ta’ barato dame dos”?

—“Dame refugio, necesito tener techo y esperanza”.

—¿En qué termina una nación que inspira ser abandonada por sus ciudadanos?

—En la atomización hasta que se desintegra y se hunde en el olvido.

—En un país de rebeldes, ¿por qué no prospera la desobediencia civil?

—Se confunde ser rebelde con ser contestatario y reacio a seguir reglas. La desobediencia civil es una labor continuada, peligrosa y llena de frustraciones hasta producir los cambios que se desean. Desobediencia sin consistencia es otra versión de la anarquía.

—¿La cara oculta de la MUD y el Frente Amplio?

—Que una parte de ella no aspira a instituir transformaciones, sino a ser franquiciados del estatus quo.

—¿La cara oculta del régi-men?

—Que su fanatismo radica en que están asustados y el miedo los hace agresivos. Caminan sobre un campo minado sembrado por ellos mismos.

–¿Está Venezuela de psiquiatra?

—Venezuela es un paciente grave, que requiere de especialistas de todo tipo para restablecer su viabilidad y aspirar a un futuro. Le duele el estómago tanto como la cabeza.

—¿Un diagnóstico nacio-nal?

—La perversión, la catástrofe que está aparejada a la disolución de la ley y de la consideración por el otro como prójimo.

—¿Un síntoma?

—La afánisis, la desaparición de todo deseo, como defensa; si nada se desea, no hay frustración.

—¿Gobierna en Venezuela un odio histórico?

—Gobiernan los efectos de la depredación como manera de resolver conflictos, delata el resentimiento atávico que muchos se tienen a sí mismos.

—¿La psicosis del gobierno?

—Creer que el poder puede ser eterno.

—¿De la oposición?

—Precipitarse a la obediencia y confundirla con diálogo.

—¿De la población?

—Pensar que la catástrofe bajó de un OVNI, y no que es una construcción en la que todos tenemos parte.

—¿Una locura epidémica en el connacional?

—La oscilación entre la desesperanza y la manía.

—¿Hay crisis de identidad en la FANB?

—La crisis militar es ética; y profunda, muy profunda.

—¿Una institución para acostar en el diván?

—El Poder Ejecutivo, pero la cola es larga.

—¿Un sector cuerdo?

—Hay individuos lúcidos, pero en todos los sectores conviven los que lo son con quienes no. Ni la locura ni la cordura son monopolio de nadie.

—¿Son delirios los miedos de la gente?

—Lamentablemente no, es casi la única certeza con la que cuentan.

—¿Una terapia colectiva?

—Un largo proceso transgeneracional de asumirnos responsables por lo que nos hacemos, y una labor de reparación y justicia para poder volver a convivir en diversidad.

—¿Es el fanatismo consustancial con la medianía intelectual? 

—El fanático es un ser asustado de la relatividad de las verdades. Más que medianía, es mediocridad intelectual la que lo define.

—¿El impacto psicológico si gana el oficialismo en las elecciones de diciembre?

—Una combinación entre aumento de la melancolía y de gente dispuesta a irse a donde sea y como sea.

—¿Un lado alentador en su diagnóstico?

—Que si somos honestos con nosotros mismos, aprenderemos mucho acerca de quiénes somos, no de quiénes deseamos ser.

—¿Qué pasaría en Venezuela si la mayoría de sus dirigentes emigrase?

—Terminaría de convencer a muchos del tamaño del monstruo que se convocó desde 1998 y de las consecuencias de haber entregado la polis a los bárbaros. 
 


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!