El personal médico se encuentra dando la batalla para combatir la propagación de la pandemia del coronavirus. Sin embargo, son muchos los trabajadores que cada día salen a la calle para cumplir con su labor y poner un granito de arena en esta lucha. Uno de estos sectores es el del aseo urbano, vital para mantener la limpieza de la ciudad.

Pese al riesgo que implica realizar esta labor durante la pandemia, cuatro trabajadores del aseo urbano entrevistados por HispanoPost aseguraron que realizan su trabajo con vocación. Reconocen que la limpieza es el principal enemigo del coronavirus.

Daniel Quintero, tiene 11 años trabajando como barrendero de Fospuca en el municipio Baruta, específicamente en Las Mercedes. Tras confirmarse los primeros casos de coronavirus en el país, consideró abandonar su empleo para preservar su vida.

“Los primeros días me sentía muy nervioso, casi que le decía a la jefa que no iba más a trabajar para evitar contagio”, relató.

Sin embargo, cuenta que su esposa lo animó y recomendó usar todos los implementos necesarios para protegerse.

“Yo ando siempre con mi equipo de seguridad y me echo antibacterial en la cara, guantes y hasta en el cabello. Ahora considero que la labor que estamos haciendo es muy buena para toda la comunidad”, afirmó.

Aitaly Gil, quien tiene dos años dedicado a la recolección de desechos en el centro de Chacao en uno de los camiones compactadores de la misma empresa, aseguró que se ha convertido en una especie de cuidador de sus compañeros de trabajo.

“Desde que empezó la cuarentena me ha dado un poco de miedo salir a trabajar, pero tengo que ser fuerte. Cada vez que salgo estoy prevenido y salgo con mis equipos de seguridad, también ando pendiente de que mis amigos se pongan el tapabocas y los guantes para trabajar”, dijo.

Gil asegura que cumple con el protocolo porque no solo está en riesgo de enfermarse él, sino también de contagiar a su familia.

Wilfredo Soto, que trabaja desde hace dos años como barrendero en Caicaguana de El Hatillo, cuenta que estaba de vacaciones y precisamente le tocó reincorporarse al trabajo el 24 de marzo.

“Para mí fue preocupante lo de tener que trabajar con desechos sólidos en medio de una pandemia. Yo trabajo directamente con la basura en un centro de acopio donde los vecinos dejan sus desechos y luego la compactadora los recoge”, indicó.

Destacó que como trabajador y responsable de su familia debe continuar laborando, por lo que agradeció a la empresa por brindarles el material de seguridad que evita que sus vidas corran riesgos.

Agradecimiento y solidaridad

Rosanna Veliz, trabaja desde hace dos años y un mes como auxiliar de mantenimiento en Chacaíto. Relató que muchas personas se han acercado a la planta para expresar su agradecimiento, lo que la impulsa a continuar con su trabajo.

Gil comentó que en algunas ocasiones los vecinos se asoman a las ventanas y les aplauden cuando pasan con el camión de la basura.

“Los vecinos han sido muy solidarios, nos han regalado comida. Unos nos bajan café, pero yo doy mi vaso para evitar, y nos aplauden cuando vamos pasando con el camión”, manifestó.

Quintero ha recibido muestras de afecto de parte de sus superiores: “Una de las supervisoras todos los días me dice que está muy contenta con mi trabajo, porque a pesar de la pandemia estoy trabajando con mucho fundamento y acudo todos los días. La gente se muestra agradecida porque uno les está limpiando por sus casas, me sacan cafecito y galletas. Hoy me dieron un Diablito, que tenía tiempo que no veía uno. También han sido muy colaboradores, cuando sacan la basura en una bolsa bien cerrada”.

Por su parte, Soto agradece a los vecinos la solidaridad que le han brindado. A veces lo llevan hasta su casa, lo que le ahorra 50 minutos de caminata hasta el punto de inicio de su trabajo.

“Como me conocen, a veces me dan la cola hasta el sector. Los vecinos siempre han sido muy agradecidos conmigo, porque recuperé una zona que estaba abandonada y muchos me ayudan regalándome harina, pan, arroz, espagueti, porque se sienten contentos con el trabajo que uno viene realizando. De eso se trata la responsabilidad como padre y trabajador, aunque el miedo siempre va a existir”, contó.

Sacrificios

La jornada de trabajo de Soto comienza a las 3:30 am, cuando sale de su casa caminando unos 15 minutos hasta el terminal de Ocumare del Tuy. Luego toma un autobús que lo acerca a Charallave, donde toma el sistema ferroviario hasta La Rinconada, para abordar al Metro de Caracas hasta Chacaíto, donde lo espera un transporte de la empresa que lo traslada hasta la entrada de El Hatillo. Luego debe caminar unos 50 minutos hasta el sector Caicaguana, donde debe empezar sus labores a más tardar a las 7:30 am, para que le dé tiempo de estar de regreso en la parada del transporte a las 12:30 pm e iniciar el retorno a casa. Las autoridades chequean sus documentos y salvoconductos al menos 6 veces al día, en cada trasbordo y culmina pasada las 4:00 pm.

El pasado martes, la empresa de aseo urbano Fospuca emitió un comunicado ratificando su compromiso con los usuarios de seguir brindando el servicio de limpieza y cumpliendo con los horarios y rutas establecidas.

“Desde Fospuca, siempre solidarios y cercanos con el bienestar de nuestros usuarios, reiteramos nuestro compromiso de seguir ofreciendo el mejor servicio de aseo urbano, para mantener las calles y avenidas de nuestros municipios limpias, de cara a la lucha contra el coronavirus covid-19”, señaló la empresa.

Agrega que cuando Venezuela cumple su quinta semana en cuarentena y confinamiento social, sus cuadrillas de limpieza se mantienen y mantendrán activas en las calles, dentro de los horarios establecidos y la programación asignada para cada ruta como es costumbre, siempre atendiendo las recomendaciones sanitarias de la Organización Mundial de la Salud y las autoridades nacionales.

“Hacemos un llamado a los vecinos a valorar el trabajo de quienes hoy arriesgan sus vidas por preservar el bienestar de los espacios comunes, respetando las medidas de prevención y uniéndose a la tarea solidaria de separar los desperdicios sólidos, reciclando aquellos que no sean necesarios botar en este momento. De esta saldremos juntos porque en la unión está la fuerza para superar cualquier adversidad, una calle limpia no pasa por casualidad, antes deben pasar los camiones de Fospuca”, puntualiza en el comunicado.


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