La institución Cedice Libertad y la ONG Ciudadanía Sin Límites estrenaron el documental «Energía y Libertad», una pieza audiovisual en la que relatan el auge y caída del sistema energético nacional, y además describen la incidencia directa de esto en la cotidianidad de los venezolanos.
Rocío Guijarrro, gerente general de Cedice Libertad, comentó que este material forma parte de un programa denominado «Energía y Dignidad Humana». Con él, buscan poner en el centro del debate nacional un tema relevantemente sensible para todos.
El audiovisual, desarrollado en alianza con Atlas Network, está dirigido por Maryorín Méndez y Rafael Hernández. «Sin energía no hay libertad y la gente no tiene porque padecer no tener agua, no tener luz ni gas cuando Venezuela es un potencial», manifestó la coproductora.
Reiteró que con este trabajo buscan crear conciencia en toda la ciudadanía. Esto, para que comprenda la importancia de hacer una alianza público-privada para tener, de verdad, mejores servicios públicos.
A propósito de este estreno, Jesús Armas, director de Ciudadanía Sin Límites, reiteró que más allá de analizar el presente de la industria energética nacional, este trabajo busca elevar el debate sobre el tema de la energía en el país. A su juicio, es momento de repensar la política energética en general.
Tras el debut del trabajo audiovisual que tuvo lugar en el Trasnocho Cultural, el ingeniero Armas refirió en la necesidad de ahondar en el futuro de la transición energética. Esto, para poder resolver los problemas de pobreza que tienen hoy los venezolanos. Debido a que están «apalancados» en una economía de libre mercado que tenga como principal motor la industria energética.
Debacle de la industria petrolera
En base al documental que narra la debacle de la industria petrolera nacional y cómo esto afecta, no solo los indicadores macroeconómicos del país, la cotidianidad de los ciudadanos, Armas cuestionó que la República siga entrampada en ello en lugar de avanzar desde el sector privado en las energías renovables, por poner solo un ejemplo de un área con tenemos muchísimo potencial.
«Hoy lamentablemente Venezuela ni siquiera está en el programa mundial de la industria energética, a pesar de tener las reservas más grandes de petróleo. Es por eso que hoy estamos dando un paso para poder construir una política diferente. También para dar un paso agigantado en el futuro muy próximo hacia la prosperidad de todos los venezolanos», puntualizó.
Al ser consultado sobre si el país está preparado para el tema de la privatización, Armas subrayó que los servicios públicos funcionaban a la perfección antes de la estatización. «Los venezolanos entienden qué hay que pagar para poder tener servicios de calidad. También entienden que el Estado no es aquel que lo puede proveer de mejor manera. Necesitamos una reforma económica en Venezuela y esa reforma pasará por mayor participación del sector privado y por la privatización de muchas empresas públicas», dijo.