Año Nuevo

Mientras que para algunos venezolanos las celebraciones de Navidad y Año Nuevo prometen ser un escape a unos complicados meses, para otros no es más que un recordatorio de la crisis que atraviesa el país en materia económica, política, social y humanitaria.

“Muy positivo para algunos, y depresivo para otros. No se puede generalizar en ningún sector social, pero pienso que de una u otra forma las festividades van a impactar en Venezuela. Unos van a lograr despejar la mente con el ambiente navideño, y otros van a añorar las verdaderas navidades de hace años”, indicó a El Nacional el sociólogo Ramón Piñango.

Desde hace varios años, la escasez, el alto precio de los alimentos, ropa y regalos, e incluso la migración de más de cinco millones de ciudadanos, han afectado en cómo los venezolanos se preparan para recibir el nuevo año.

“Las navidades siempre han sido muy significativas para los venezolanos. Hace muchos años, por ejemplo, en todas las casas del país sin importar su condición social, las personas gastaban un dinerito en pintar su hogar. Eso era un motivo de orgullo. Después esto desapareció”, señaló Piñango.

¿Cómo celebrar la Navidad y el Año Nuevo?

Este año 2020 diversos factores influirán en el desarrollo de las festividades.

En el ámbito político, las elecciones parlamentarias convocadas por el régimen de Nicolás Maduro para el 6 de diciembre, se suman a la ya existente tensión con la oposición venezolana y la comunidad internacional, los que alegan que carecen de condiciones para que sean comicios justos y transparentes.

Mientras que en lo económico, la hiperinflación y la dolarización de facto han pulverizado la moneda nacional. Aunque muchas empresas han comenzado a pagar el sueldo de sus trabajadores en dólares, los que dependen del Estado (empleados públicos, jubilados y pensionados) siguen cobrando un salario en bolívares que no supera los dos dólares al mes.

La pandemia por el coronavirus es otro elemento determinante, no solo para Venezuela, sino para el mundo.

“En el contexto actual, las festividades pueden tener sus pros y sus contra. Esto puede ocasionar que las personas se olviden de la pandemia y no tomen las medidas de prevención adecuadas. Pareciera que los ciudadanos han estado tratando de recuperar su vida normal a medida que se acerca la Navidad”, señaló Piñango.

¿Cuáles son las tradiciones?

En cuanto a las tradiciones acostumbradas para las fiestas, las hallacas no pueden faltar de la mesa de los venezolanos. Sin embargo, el alto costo de sus ingredientes ha evitado que muchas familias puedan disfrutar de este plato navideño.

La carne tiene un costo aproximado de 1.900.000 bolívares por kilo, el pollo más de 1.200.000 bolívares, y el cochino 1.700.000 bolívares. Mientras que otros ingredientes de las hallacas, como las aceitunas y las alcaparras, tienen un precio de 2.000.000 bolívares por kilo, y las pasas más de 2.300.000 bolívares.

Las hojas de plátano tienen un valor de 1.100.000 bolívares, por un paquete para 50 hallacas. Un rollo de pabilo cuesta 550.000 bolívares y el kilo de onoto más de 3.000.000 de bolívares.

Año Nuevo
No todos los venezolanos podrán hacer las tradicionales hallacas

La tradición del Niño Jesús

Para los pequeños de la casa, la Navidad no está completa sin el regalo del Niño Jesús o Santa Claus.

En un recorrido realizado por El Nacional por las principales jugueterías de Caracas, se observó que en cuanto a los obsequios para las niñas las muñecas pueden ir desde los 7 hasta los 120 dólares, todo depende del modelo, la calidad y la cantidad de accesorios. Otros productos como las cocinas o peinadoras de juguete varían de precio entre los 50 y 200 dólares.

Otras opciones más económicas como maquillajes y bolsos puede costar entre 5 y 15 dólares y los peluches de 5 a 20 dólares.

Para los varones, los triciclos tienen un precio de 45 dólares y las bicicletas superan los 100 dólares. Un monopatín vale entre 50 y 70 dólares, mientras que figuras de acción y legos pasan de los 50 dólares. Otros juguetes como carritos y balones cuestan de 5 a 15 dólares.

Año Nuevo
Los precios en las jugueterías están dolarizados

Los acostumbrados estrenos de Año Nuevo también se encuentran fuera del alcance de muchos venezolanos.

Los pantalones, tienen un costo aproximado de 10 dólares, y las camisas pueden variar entre los 3 y 10 dólares. Los zapatos se consiguen desde los 5 hasta los 50 dólares, o incluso más, dependiendo de la marca. Estos precios coinciden tanto en ropa para dama, caballeros y niños.

Propósitos de Año Nuevo

Los deseos de Año Nuevo de los venezolanos también han cambiado en los últimos años. De anhelar una casa propia o un vehículo, muchos hogares hoy día solo aspiran lograr reunir a la familia completa una vez.

“Yo solo quiero volver a compartir el abrazo de Año Nuevo con mis hijos. No los veo desde hace tres años que decidieron migrar a Europa debido a la situación del país”, confesó María Ruiz a El Nacional.

Para Luisa Rodríguez, pensionada de 74 años de edad, su único deseo es culminar su vejez con una mejor calidad de vida. “Tan solo quisiera levantarme por la mañana, abrir la nevera, y que no me falte nada. No tener que pedir a mis vecinos que me ayuden a cargar agua o la bombona de gas. Cosas tan simples como esas”, manifestó.

“Mi propósito desde hace varios años es ser madre. Sigo postergándolo porque ni a mí, ni a mi esposo, nos alcanzaría el sueldo para mantener a un hijo”, reveló Verónica Alcides, que añadió que a sus 31 años de edad siente que ha perdido parte de su juventud debido a los problemas que enfrenta Venezuela.

Otros jóvenes esperan que el próximo año se normalice la situación de la pandemia para poder viajar y buscar un mejor futuro en otras fronteras. Este es el caso de Leonel Arteaga, de 20 años de edad y estudiante de derecho en la Universidad Santa María, que pese a no haber culminado su carrera piensa migrar a Portugal donde ya residen sus hermanos mayores.

Hay quienes no pierden la esperanza, y aseguran que el próximo año la crisis que atraviesa el país puede mejorar.

«Yo tengo fe. Creo en un próspero año nuevo 2021. No pierdo las esperanzas, porque eso es lo único que te mantienen en pie cuando todo lo demás falla. Los venezolanos debemos seguir luchando por un mejor porvenir», expresó Johanis Medina, ama de casa de 62 años de edad.


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