Misión de la UE
EFE

Unas declaraciones del jefe de la diplomacia europea sobre legitimidad, ventajas para la oposición y Estados Unidos vinculadas a una misión de observación electoral en Venezuela desataron condenas desde el chavismo, pero analistas coinciden en que este «tropiezo» no pone en peligro la presencia de los observadores en el país.

Pablo Quintero, politólogo y director de la firma LOG, estimó que las declaraciones de Josep Borrell y las sucesivas condenas no ponen en riesgo la observación internacional.

«Que existan algunos tropiezos en cuanto a la imprudencia de algunos funcionarios o quizás algunas declaraciones contradictorias que pudieran alterar un poco la emocionalidad de un proceso (…) no significa que vaya a acabarse o penda de un hilo», explicó a la AFP.

«Al gobierno le conviene que venga», dijo el experto. Indicó que esto «fortalece el discurso de que en Venezuela hay una democracia y hay un proceso electoral con muchos candidatos».

Disputa entre la UE y el gobierno de Maduro

Josep Borrell habló ampliamente el viernes pasado en un foro televisado sobre la misión que acompañará los comicios de alcaldes y gobernadores del 21 de noviembre en el país sudamericano, en los que participarán los principales partidos opositores, rompiendo años de boicot electoral.

«Sé que a los americanos no les ha entusiasmado la idea», señaló. «Uno tiene a veces que tomar decisiones sopesando ventajas e inconvenientes, y si toda la oposición se presenta a esas elecciones (…) tenemos que acompañarles porque es una mayor garantía para ellos que estemos presentes auditando sistema».

«¿Esto legitima al gobierno de Venezuela? ¿Legitima eso a [Nicolás] Maduro? No», siguió. «Lo que le legitimará o deslegitimará será el informe de la misión».

Las autoridades venezolanas saltaron a condenar estas afirmaciones, acusando a Borrell de «injerencista» y de estar parcializado con la oposición.

«Ningún país autorizaría la presencia de una misión internacional donde su jefe, su líder, su autoridad, expresa que ellos vienen a Venezuela a apoyar una parcialidad política». Así cuestionó Pedro Calzadilla, presidente del CNE. El funcionario además exigió una explicación y una disculpa de la UE.

«Nadie, empezando por los países europeos, aceptaría una afrenta como esa», agregó Calzadilla, exministro en los gobiernos de Hugo Chávez y Maduro.

Un portavoz del servicio diplomático de la Unión Europea aseguró el lunes a la AFP que «en ninguna forma es la intención de la UE interferir en el proceso electoral».  «Todas las misiones de observación electoral de la UE respetan plenamente los principios de imparcialidad, objetividad e independencia».

Venezuela no necesita «bendición»

Un centenar de expertos electorales europeos debía llegar en octubre para empezar el trabajo en Venezuela, donde el chavismo llevaba 15 años sin invitar a la UE para este tipo de misiones. En los últimos años, Caracas se mostró reticente a permitir la entrada de observadores internacionales independientes y optaba por «misiones de acompañamiento» de organizaciones afines.

La UE presionó, sin éxito, para desplegar una misión de observación en las legislativas de diciembre 2020. Estos comicios se celebraron pese a la negativa de los principales partidos de la oposición. La consecuencia fue que se dejó el camino libre al chavismo para retomar por mayoría el control del Parlamento. El bloque dijo que los comicios no fueron «libres, justos ni democráticos».

Pero esta vez no invitaron a la UE para las elecciones de noviembre, que se realizan en medio de procesos de negociación política que llevaron a la designación en mayo de un nuevo CNE, más potable para todos los actores tras años de directivas acusadas de servir a los gobiernos de Maduro y Chávez.

Al descargar este lunes contra el diplomático europeo, Diosdado Cabello, considerado el número dos del chavismo, señaló que Venezuela no necesita su «bendición» para legitimar los procesos electorales.

«Debe saber el señor Borrell que con disculpas, o sin disculpas, Venezuela se respeta», soltó Cabello, al asegurar que el país está abierto a la observación, pero sin intromisiones en asuntos internos.

Misión de la UE y otros observadores

Además del bloque europeo, el estadounidense Centro Carter también evalúa enviar una misión de observación a Venezuela.

Para el gobierno «es mucho más importante empezar a desatrancar algunas cosas y empezar a generar confianza y la vuelta de Venezuela al sistema internacional», indicó Rafael Álvarez-Loscher, abogado y socio de la firma de consultoría Iuriscorp, en relación con la batería de sanciones contra el gobierno de Maduro.

«El gobierno no tiene nada que perder en las elecciones», siguió. Agregó que «vemos a una oposición que no está unida, que no tiene clara una ruta estratégica». Este escenario le abre camino al chavismo para arrasar con el aval de la comunidad internacional, que le ha sido negado por tanto tiempo.

 

 


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