Marta Valiñas, presidenta de la Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos sobre Venezuela, informó este miércoles que investiga la responsabilidad de la Guardia Nacional Bolivariana -GNB- en graves violaciones de derechos humanos y crímenes internacionales en la última década.
«La Misión está investigando el papel de la Guardia Nacional Bolivariana en graves violaciones de los derechos humanos y crímenes internacionales en los últimos 10 años», señaló Valiñas ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en un nuevo informe sobre abusos cometidos por el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela desde 2023.
El objetivo de las averiguaciones, explicó la abogada portuguesa, es identificar la cadena de mando y las responsabilidades personales.
La jefa de la misión también afirmó que el Ministerio Público, encabezado por el fiscal general chavista Tarek William Saab, opera como parte de la maquinaria represiva del régimen socialista para «otorgar apariencia de legalidad» a la persecución de voces críticas.
El gobierno reactiva su represión
La Misión Internacional Independiente para Venezuela alertó sobre una alarmante escalada de represión por parte del gobierno venezolano. El informe presentado por la presidenta de la misión detalla un aumento significativo en las detenciones de opositores políticos, bajo acusaciones de conspiración.
Las autoridades venezolanas, según el informe, han recurrido a métodos cada vez más violentos para silenciar a la oposición y a críticos del régimen de Nicolás Maduro. Se han invocado supuestas conspiraciones, reales o ficticias, como pretexto para intimidar, detener y procesar a personas que se oponen al gobierno.
La Misión destacó que esta ola de represión marca un cambio significativo en la estrategia del régimen, pasando de crear un clima de temor a una fase más agresiva de represión. Se mencionó específicamente la llamada Operación Brazalete Blanco, presentada por las autoridades como una trama para atentar contra la vida de Maduro.
En enero de 2024, Maduro instó a activar la Furia Bolivariana, argumentando la necesidad de combatir las supuestas conspiraciones en su contra. Esta declaración fue seguida por una serie de degradaciones militares y detenciones de críticos del régimen, como parte de la lucha contra la mencionada operación.