Con un clima privilegiado, playas paradisíacas y amplia oferta hotelera, la isla de Margarita se reinventa.
Los Roques, Canaima, Delta del Orinoco, Amazonas, Morrocoy y Vargas, son algunos de los destinos que harían de Venezuela una potencia turística.
En 2020, el número de turistas alcanzará, según la Organización Mundial del Turismo, los 1.600 millones. Entre los años 2000 y 2020, en todo el mundo, viajarán por motivos de placer más personas de las que lo hicieron en la segunda mitad del siglo XX.
A pesar de estos números, para los venezolanos viajar fuera del país es inalcanzable debido a la hiperinflación.
Sumergida en una crisis política y económica que parece no terminar, Nueva Esparta, de 1.150 kilómetros cuadrados y más de 700.000 habitantes, alguna vez recibió abundancia de vuelos internacionales y atrajo a turistas de todo el mundo, pero hoy no es ni la sombra de lo que era.
“A pesar de la inestabilidad política y económica tenemos algunas ventajas, porque nos convertimos en un país atractivo en cuanto a precio”, señaló Julio Arnaldes, director de la Asociación Venezolana de Mayoristas y Empresas de Representaciones Turísticas.
Empresarios turísticos enfrentan este momento con creatividad. “La ventaja que tiene la isla de Margarita es la infraestructura que posee, permite que sea más competitiva”, afirmó.
Hoteles de lujo autosustentables
Por su parte, el sector hotelero y comercial se ha tenido que autosustentar ofreciendo un servicio más completo y siempre mejorando en calidad.
“En todos los problemas siempre hay oportunidades, el mercado del turismo es muy dinámico, podemos decir que cuando algunos destinos se cierran otros se abren”, indicó el empresario.
La crisis empujó a las aerolíneas a reducir o cerrar operaciones por la imposibilidad de adquirir divisas para costear el funcionamiento.
“Una vez que se van las líneas aéreas internacionales se generan las oportunidades para las compañías nacionales y se logran cubrir los destinos turísticos más atractivos en menos tiempo”, indicó el director de Avemaret.
La reducción de las conexiones aéreas es una de las situaciones que más los afectó, pero los empresarios tratan de aprovechar la situación.