Maduro dijo que se cambió de centro de votación por que planeaban asesinarlo el domingo
Foto: Prensa Miraflores

Nicolás Maduro, dijo este martes que planeaban asesinarlo el domingo 6 de diciembre, cuando el país celebró las elecciones legislativas, y acusó al mandatario colombiano, Iván Duque, de estar detrás de ese supuesto plan.

«Solicité cambiarme de centro de votación porque por fuente de inteligencia colombiana, de muy buena confiabilidad, nos enteramos de que estaban preparando un atentado para asesinarme el día de las elecciones», dijo en rueda de prensa.

Aseguró que estas informaciones, que «fueron confirmando», apuntan que el plan se tejió desde la sede del Ejecutivo colombiano.

«Desde la Casa de Nariño, Iván Duque participó para intentar asesinarme el mismo día de las elecciones», prosiguió.

Maduro habló del supuesto plan al ser consultado por las razones para cambiar su centro de votación el mismo día de la contienda.

«Yo tomé mis precauciones legales con el Consejo Nacional Electoral, tomé mis precauciones de seguridad y todo este asunto está en fase de investigación avanzada», añadió.

Maduro ha denunciado más de 40 planes magnicidas desde que asumió el poder en 2013 y en casi todos señala como presuntos responsables a gobernantes y dirigentes políticos de Estados Unidos y Colombia.

Rechazo a paramilitares

Consultado sobre la supuesta presencia de disidentes de la guerrilla colombiana FARC, respondió que su posición sigue siendo la misma: «No aceptamos ni aceptaremos ningún grupo armado de Colombia en suelo venezolano».

Además, señaló que desde hace años ha habido una campaña antigubernamental para denunciar la presencia de estos grupos en el territorio nacional pero, insistió, «las armas de la República solo pueden ser usadas por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana».

«El mensaje para ellos (paramilitares) siempre ha sido muy claro: no toquen suelo venezolano. cualquier grupo será capturado y se le aplicará todo el peso de la ley», subrayó.

Maduro recordó que Venezuela y Colombia comparten una frontera de más de 2.000 kilómetros, por los que se «mueven narcotraficantes y contrabandistas», una situación que, aseguró, es contenida por las autoridades locales.

 


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