El Aissami
Hugo Chávez y Tareck El-Aissami, 4 de diciembre de 2009. Foto: JUAN BARRETO / AFP

El Grupo Plan B detalla en un informe los antecedentes y actividades ilegales de Tareck el Aissami durante el gobierno de Hugo Chávez. El reporte, que circula desde 2010 fue hecho por la gerencia de Prevención y Control de Pérdidas de Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Demuestra que el gobierno de Chávez y el de Nicolás Maduro conocían minuciosamente acerca de la organización gansteril y la riqueza que había acumulado El Aissami, sin que hicieran nada para evitarlo. Las acciones y la persecución a este clan se iniciaron sólo cuando la ambición de poder de El Aissami se dirigió contra Maduro.

En el resumen biográfico se indica que es de origen sirio, oriundo de El Vigia, y que su formación ideológico-política ha estado ampliamente influenciada por su padre, Zaidan Amin, alias “Carlos Zaidan”, autor de innumerables artículos sobre la defensa de Irak y Saddam Hussein. Estudió en el Liceo Militar Jáuregui, en La Grita, y egresó como abogado de La Universidad de Los Andes, especializado posteriormente en Derecho Penal y Criminal.

“Es en la ULA donde comienzan sus primeras armas políticas de considerable envergadura. El Aissami tuvo entre uno de sus principales tutores al entonces profesor y hermano del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Adán Chávez Frías. Otro de sus consejeros que le influyeron decididamente está el profesor Mario Antonio Cobos Peralta, siendo estos quienes contribuyeran a la consolidación de una sólida identidad política y quienes de alguna forma utilizan a El Aissami como factor proyectivo de sus aspiraciones y ambiciones desde detrás de bastidores”.

El informe señala asimismo la relación que tuvo con miembros de la guerrilla colombiana y grupos irregulares venezolanos, a los que les proporcionó, junto a Hugo Cabezas, documentación falsa como reubicación en zonas de influencia.

Según cuerpos de inteligencia colombiana y estadounidense, El Aissami estuvo implicado en la venta de planchas para la impresión de cédulas de identidad venezolanas por valor de 10.000 dólares.

En su paso por la ULA, El Aissami “habría proporcionado documentación de identidad a miembros de la organización terrorista libanesa chiita Hezbollah”. Sin embargo, de esto no hay ninguna evidencia sostenible. Sobre lo que sí existe evidencia probada es que efectivamente mantenía contactos por medio de su padre Zaidan El Aissami con miembros de las resistencias y movimientos insurgentes de Medio Oriente, los cuales sí se concretaron de forma efectiva hacia el 2002 en adelante cuando El Aissami se desempeñara con cierta autonomía, independiente y con estructura de base propia.

El Aissami fue mencionado en varias investigaciones de cuerpos de inteligencia de Colombia y Estados Unidos como sospechoso de permitir redes de apoyo al narcotráfico y de eventualmente beneficiarse del resultado de operaciones antinarcóticos. También ha sido designado como target u objetivo de la agencia antidrogas norteamericana (DEA).

Finanzas y negocios de El Aissami

El Aissami opera en dos sectores y un subgrupo, que le permite no participar directamente en ninguna actividad bursátil, financiera o empresarial que puede comprometerle como hombre publico.

Grupo A: De acuerdo a la evidencia recopilada hasta ahora, el primer compartimiento de su estructura de negocios -en adelante GRUPO A-, la integran sus propios familiares directos y apoderados, y estos la encabezan bajo una fachada legítima dedicados a la comercialización de bienes y servicios entre ellos la exportación, la importación y servicios financieros.

Este primer grupo opera a través de algunas de las siguientes empresas: Inversiones Salmas, C.A., Inversiones Obaida, C.A., Distribuidora Vensir, C.A., Almacén Unión, C.A., e Inversiones El Carrizal, C.A., entre muchas otras.

Grupo B: El segundo compartimiento en la estructura de negocios de El Aissami lo componen un cúmulo de empresas y testaferros ajenos a la línea directa familiar donde el rastro se pierde por medio de apoderados de apoderados y accionistas de forma tal que se haga imposible cualquier tipo de establecimiento de nexo coordinante relativo entre el objetivo y sus empresas.

Esta parte de la estructura o Grupo B abarca negocios más complejos por sus relaciones extendiéndose a actividades financieras, bursátiles, petroleras y de ingeniería civil. Algunas de las empresas identificadas son Super Todo, C.A., El Dragón 2005, C.A., La Bomba, C.A., Mostaza, C.A., Mostaza Shop, C.A. y Constructora Platinium Center, C.A., entre otras.

Subgrupo C: En este apéndice en particular integrado como una estructura celular, interactúa una célula del B y cuyos integrantes son ajenos tanto al clan familiar de los El Aissami como así también ajenos a las segundas líneas, por lo que podríamos considerarlo un conglomerado de ingeniería financiera destinado a mantener jurídica y autárquicamente la arquitectura y el flujo de capitales y de operativas financieras y bursátiles desvinculadas a la vista, del Grupo A y Grupo B a los efectos de preservar la integridad de los mismos y operar a la vez como tercero en un circuito de compra mutua de bienes y servicios como manera de legitimar capitales. Prueba de ello lo certifica información de análisis en donde pueden apreciarse operaciones entre empresas de los distintos grupos en un sistema cuasi retroalimentativo de bienes, servicios y capitales.

Este subgrupo está conformado solo por cuatro integrantes, que operaron como representantes de estas empresas: Corporación Brickwall, C.A., Supac Internacional, C.A., Inversiones Galileo, C.A. y Fressco Mérida, C.A. Los aportes semanales de estas empresas oscilan entre los 500.000 y 600.000 Bs.F.

El Aissami
Nicolás Maduro y Tareck El Aissami. Foto: AFP

Metodologías y maniobras para administrar bienes de capitales

La vasta cantidad de bienes en poder de este clan familiar y su compartimentación y sectorización demuestran una estructura operativa que lo califica como un verdadero Grupo Económico.

Es en este punto en particular donde aparecen los primeros indicios articulando operaciones y transacciones financieras destinadas a la extracción de divisas desde el suelo bolivariano hacia paraísos fiscales en el Caribe por medio de la compra de acciones de bolsa.

Conforme se analiza la metodología empleada por esta organización se han apreciado otras maniobras tales como el ingreso de ciudadanos extranjeros, particularmente de origen sirios, libaneses y jordanos, en gran parte familiares oriundos de los pueblos de la provincia de As-Suwayda de donde los El Aissami son originarios, a quienes se los cedula en Venezuela tanto en calidad de transeúnte como de residente o bien se los nacionaliza, todo ello según el caso, grado de compromiso y la tarea que cumplan dentro de la organización, y el tipo o nivel de documentación que estos requieran como por ejemplo ya sea la necesaria para abrir una cuenta bancaria en Panamá, Aruba o Curaçao o para presentar documentación ante algún organismo del estado o institución privada, y luego de asentarlos temporalmente (algunos poseen documentación venezolana con discrepancias en los nombres respecto de la identidad original) se los comisiona para registrar empresas, abrir cuentas bancarias y transformarse mediante los abogados y notarios de la organización en virtuales empresarios, testaferros de los intereses de la familia El Aissami, evitando por medio de este juego de poderes generales de otros documentos poderes, ser vinculados a la organización familiar.

Cabe destacar que la doble y hasta triple ciudadanía de las que gozan los miembros del clan El Aissami, e incluso hasta el mismo Tareck, les permite viajar por el mundo con bajas expectativas de ser seguidos, controlados o identificados por agencias o servicios de inteligencia de cualquier país e incluso los cuerpos de seguridad del mismo estado bolivariano. Esto a colación de que durante varios años se identificaron a miembros de los El Aissami con mezquitas en la zona de la Triple Frontera, argentino-paraguayo-brasileña (Foz do Iguazú) donde este tuvo una reunión muy importante con un jeque de Hezbollah a quien le ofreció una gran suma de dinero como aporte para la milicia chiita libanesa. Este hecho motiva también que estos primos como se los denomina dentro de la familia sean usados como correos y mulas para el transporte de divisas desde Venezuela hacia el exterior, particularmente hacia Medio Oriente distribuyéndose en cuentas en Siria, Libano y Jordania donde tiene el paraguas protector del consejero de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela en el Reino Hachemita de Jordania, Husam Al Aissami, propietario de Distribuidora Vensir, C.A., quien no solo se encarga de la coordinación de estos correos humanos, sino que además es uno de los elementos de Tareck El Aissami en sus negocios y en la política de Medio Oriente.

Esquema operativo de la estructura empresarial de El Aissami

Un sistema consistente en la adquisición de productos por medio de importaciones a países como Panamá, a donde arriban los contenedores con artículos provenientes de la República Popular China, se activa con la llegada de los mismos a Puerto Cabello donde operan despachantes y empresas locales también propiedad de los El Aissami.

Una vez en poder de una o varias de ellas comienza un mecanismo de reventa de la mercancía entre las mismas empresas como por ejemplo entre las del mismo Grupo A, entre las del Grupo B, o bien entre ambos grupos, efectuando de esta manera un circuito cerrado de auto compra de  la mercancía adquirida que le permite poder fijar el precio tanto de compra como de venta y dibujar a gusto los números que se precisen, la oferta y la demanda, en la mayoría de los casos sobrefacturándolo para así poder realizar mediante esta medida el blanqueo de capitales, ya que es insostenible a simple vista tomando en cuenta las ventas de las tiendas en comparación con la fortuna manejada por los El Aissami consistente de bienes muebles, inmuebles y liquidez.

Una vez nacionalizadas las mercancías para aquellas empresas del grupo que se dedican al ramo comercio, el sistema se pone en marcha y la sobrefacturación comienza a hacer su tarea legitimando por sobre el valor o venta de stock, a veces inexistente, el ingreso de capitales ajenos a la actividad económica dando comienzo al primer escalón en la escalera del lavado de activos que posteriormente se complementa con el rol de instituciones financieras tanto aquellas pertenecientes al propio grupo El Aissami que funcionan como intermediarias.

A este respecto cabe señalar también que el grupo El Aissami es socio de empresas en Medio Oriente.

Gestión de inmigrantes árabes autorizadas por El Aissami entre 2008 y 2012

Como resultado del análisis de inteligencia se detectó que El Aissami se encargó de cedular, otorgar visas y nacionalizar a ciudadanos naturales de distintos países con particular interés en sirios, libaneses, jordanos, iraníes e iraquíes, resultando que gran proporción de ellos fueron exintegrantes de las fuerzas armadas de sus respectivos países.


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