A diferencia de la rendición de cuentas del régimen de Nicolás Maduro, la de Delcy Rodríguez fue breve. En poco más de una hora, presentó un balance de su gestión durante 2020 ante el Parlamento chavista, compuesto por una inmensa mayoría oficialista y presidida por su hermano, Jorge Rodríguez.
“Hemos venido acá, como lo pidió el presidente, a rendir cuentas de lo que hemos hecho por el pueblo. No son números, son hechos”, dijo Delcy Rodríguez, este martes, durante su discurso en el Palacio Federal Legislativo.
Presentó, sin embargo, números que se contradicen con datos extraoficiales. Y no todos los hechos expuestos por ella serían reales.
Cifras dispares
“El índice de Gini está en esta revolución en 0,38, esto ha dado uno de los índices de menor desigualdad en nuestro continente junto a Cuba”, dijo la vicepresidenta del régimen en su rendición de cuentas.
El último dato disponible en la página del Banco Mundial habla de un coeficiente de Gini de 46,9, para el año 2006. Pero el año pasado la Academia Venezolana, en su Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), lo ubicó en 51.
Los académicos aseguraron que, con este coeficiente de Gini, Venezuela era el segundo país más desigual de América Latina, después de Brasil.
Delcy Rodríguez, además, rescató la cifra de 4% de pobreza extrema que presentó Maduro, semanas atrás, en su mensaje anual. Sin embargo, en la edición más reciente de la Encovi se habla de 79% de hogares venezolanos en pobreza extrema.
Rodríguez, además, refirió una tasa de desocupación de entre 6% y 7%.
No solo difiere de la que ofreció Maduro días atrás, que fue de 8,8%, sino que se contradice con los hallazgos de los académicos. A mediados del año pasado reportaron un aumento del desempleo en 6,9 puntos porcentuales en todo el país debido a las restricciones de movilidad tras la imposición de la cuarentena por el covid-19 y el recrudecimiento de la crisis de suministro de gasolina.
Otros son los responsables
«En 2020 ingresaron solamente 743 millones de dólares frente a los 65.607 millones de dólares que ingresaron en 2008. Es el resultado de una agresión económica que inició en 2013. Se cortaron todos los flujos externos de financiamiento a Venezuela», dijo Rodríguez, al rescatar la cifra que Maduro ofreció en el último semestre de 2020. Como él, insistió en señalar a Estados Unidos como responsable.
Independientemente de las sanciones y de la caída de los precios del petróleo, se reportó una destrucción de la industria petrolera nacional. Se dio una vertiginosa caída en la producción de 3,4 millones de barriles de petróleos por día, antes de la llegada del chavismo al poder, a unos 400.000 bd.
La vicepresidenta, además, se jactó de una reducción y control de la inflación, la cual atribuyó a la supuesta asfixia económica.
El Observatorio Venezolano de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN) electa en 2015 reveló que la inflación acumulada y anualizada de Venezuela, al cierre de 2020, fue de 3.713%.
Ciertamente, la cifra representa una desaceleración respecto a los cálculos de la propia AN en 2019 (7.374,4 %) y 2018 (1.698.488,2 %).
Venezuela, sin embargo, sigue estando en hiperinflación desde hace más de tres años y esto, dicen los expertos, se habría originado por varios factores. Entre ellos la emisión inorgánica de dinero por el Banco Central de Venezuela, el descenso en la oferta y el estricto control cambiario que mantuvo el chavismo por años.
Logros en pandemia
Como Maduro, su vicepresidenta de jactó de supuestos logros en el manejo del covid-19 en Venezuela, en comparación con lo hecho en otros países como Estados Unidos y Colombia.
Hasta este martes, el régimen de Maduro reportaba apenas 127.752 contagios y 1.202 fallecidos, en 324 días desde que anunciaron, de manera oficial, el primer caso.
Rodríguez, después de presentar sus cuentas al régimen, reportó que Venezuela tuvo 3.785 casos por cada millón de habitantes, una cifra que en el caso de Colombia se elevaba a 39.877. En cuanto a las muertes, aseguró que en Venezuela había 41 muertes por cada millón de habitantes y que en Colombia esto se elevaba a 1.018.
Las cifras del régimen, sin embargo, son cuestionadas desde que comenzó la pandemia, principalmente por su baja capacidad de hacer pruebas PCR.