Cátedra Nikken
Foto Archivo

La Universidad Católica Andrés Bello, a través de la Facultad de Derecho, instaló la Cátedra Fundacional Pedro Nikken de Derechos Humanos y Negociación Política para la Paz. El espacio académico promoverá el estudio, la investigación y la difusión de actividades sobre las áreas en las que Nikken se destacó durante más de 50 años.

En memoria del profesor universitario y jurista caraqueño, fallecido en 2019, el Centro de Derechos Humanos (CDH) y el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), realizó un acto para instaurar la cátedra de honor el 10 de diciembre.

El encuentro estuvo encabezado, a nombre de la UCAB, por el rector Francisco José Virtuoso; la secretaria, Magaly Vásquez, y el decano de la Facultad de Derecho, Salvador Yannuzzi. También acudió la viuda del doctor Nikken, Adriana Pulido, en representación de la familia del abogado.

Pulido y Virtuoso suscribieron el acta constitutiva de la cátedra. El documento estipula como objetivo la promoción de estudios, publicaciones e intercambios que impulsen desde la academia todos los esfuerzos posibles para la creación de espacios de diálogo.

El decano Yannuzzi ofreció las palabras de apertura, en las que agradeció a la familia Nikken, en especial a la señora Pulido, por la iniciativa de creación de la cátedra. “La Facultad de Derecho y todos los que hacemos vida en ella estamos pletóricos de satisfacción. La cátedra que hoy se funda va a mantener activa la memoria y obra de alguien como lo fue Pedro Nikken«, expresó.

Contra el totalitarismo que nos acecha

Adriana Pulido de Nikken resaltó la impronta dejada por la actividad de su esposo en los organismos internacionales de derechos humanos. “En las últimas décadas de su existencia se dedicó a la búsqueda de soluciones, por la vía del entendimiento. Quería restablecer las democracias y las libertades fundamentales que hoy vemos amenazadas por el totalitarismo. La búsqueda de entendimiento fue su principal motivación. Esta cátedra servirá para encontrar esos caminos”, manifestó.

Destacó el deseo de contribuir a través de este programa a dar continuidad a esa tarea que Pedro Nikken nunca dejó de atender, la difusión y profundización de los derechos humanos. «De esta forma, nuestra población y la de otros países alcanzarán el goce y el respeto de sus derechos como seres humanos”, añadió.

Por su parte, el rector Francisco José Virtuoso resaltó que la puesta en marcha de la iniciativa es un honor para la universidad. «Vincula a quien fue maestro y referente intelectual, compañero y amigo de camino en esta tarea de promover la paz», dijo.

Aprovechó para hacer un llamado a todas las organizaciones de derechos humanos y de acción ciudadana a que sientan esta cátedra como suya. Asimismo, a que se incorporen al trabajo formativo y divulgativo que desde ella se realizará: “Es un espacio donde podemos crear, donde podemos pensar, donde podemos articular todo un conjunto de iniciativas a favor de la paz, de la negociación, en el marco de los derechos humanos”.

Un hombre de paz

La conferencia inaugural la dictó Carlos Ayala Corao, expresidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Informó que ya se diseñó el plan de trabajo de este programa para los próximos dos años. Allí se incluye el desarrollo de investigaciones, informes, publicaciones, concursos estudiantiles y un seminario internacional.

«La vida y obra de Pedro Nikken servirá de inspiración de esta nueva Cátedra de Honor Fundacional. Se realizarán actividades que estamos seguros que a él le gustarían», comentó.

Durante su discurso, el jurista se refirió a las facetas que distinguieron a Pedro Nikken, entre ellas la de académico y profesor, así como la de jurista comprometido con los derechos humanos.

Nikken desempeñó, entre otras, las presidencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, del Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Esta corte pertenece a la Comisión Internacional de Juristas. También fue asistente del Secretario General de la ONU en el proceso de negociación de la paz en El Salvador.

Además, Nikken fue un ciudadano que prestó servicios al Estado, miembro activo de ONG como Provea y Ojo Electoral.

Ayala Corao dijo también que Nikken «creía en la paz como fin, en la negociación como el medio adecuado para lograrlo».

Destacó los profundos valores humanos y cristianos de perdón y reconciliación de Nikken, a quien  describió asimismo como un hombre de familia y un buen ciudadano.


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