petróleo
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En junio de 2019 la empresa mexicana Libre Abordo y la Corporación Venezolana de Comercio Exterior firmaron un acuerdo en el que México enviaría a Venezuela maíz y camiones cisterna a cambio de petróleo. Esta operación, valorada en casi 200 millones de euros, involucra al empresario Alex Saab y está plagada de irregularidades que son investigadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y la Unidad de Inteligencia Financiera del Gobierno de México.

El gobierno de Estados Unidos asegura que Saab es el organizador de esquemas de corrupción en los que se beneficiaron él y líderes del chavismo; sin embargo, no han detallado cuál es la relación del empresario detenido en Cabo Verde con los ciudadanos mexicanos involucrados en los negocios con Venezuela.

Joaquín Leal, de 28 años de edad; Verónica Esparza, de 47 años de edad, y su hija Olga María Zepeda Esparza, de 24 años de edad, han sido incluidos en la llamada lista negra de la Oficina de Activos Extranjeros  por realizar transacciones con Pdvsa desde 2019 hasta la primera mitad de este año.

La versión de la OFAC indicó que Leal y Saab negociaron la venta del petróleo y se aliaron con la empresa mexicana Libre Abordo y su filial Schlager Business Group, compañías ligadas a Esparza y a su hija, para cerrar el trato.

Documentos a los que tuvieron acceso el diario El País de España y Armando.info revelan inconsistencias en los convenios.

El 13 de junio ambas partes firmaron un acuerdo por el que Libre Abordo se comprometía a enviar 1.000 camiones cisterna por un valor de 139.323.656 euros. Cuatro días después, el 17 de junio, Libre Abordo y Corpovex firmaban otro acuerdo por el que la compañía mexicana se comprometió a enviar 200.000 toneladas de maíz blanco por un valor de 56.193.900 euros.

Ambos convenios  estaban firmados por Olga María Zepeda Esparza, por parte de Libre Abordo, y Wilfredo Celestino Marín Meza, director ejecutivo de Corpovex.

Las autoridades mexicanas, que se encuentran tras la pista de los casi 200 millones de euros, indicaron que en esa fecha también estaba en Venezuela Joaquín Leal. Las operaciones se realizaron en euros y no en dólares para evitar las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos a Venezuela.

El Departamento del Tesoro indicó que se despacharon más de 30 millones de barriles de crudo bajo un esquema denominado petróleo por comida. El crudo revendido por Libre Abordo y Schlager Business Group estaba valorado en más de 300 millones de dólares, que es más de lo establecido en el acuerdo.

Los acuerdos establecieron que 70% del pago se realizaría de forma anticipada, pero en los documentos no consta ningún número de cuenta del destinatario para realizar el pago, es por ello que se presume que el petróleo era para cancelar esta deuda. Una fórmula que los organismos competentes encuentran extraña.

30% del pago restante, según los contratos, será tramitado por el comprador por medio de entes competentes de financiamiento, sin que en ningún momento se aclare a quién se refiere.

A finales de marzo de este año, Libre Abordo reconoció haber recibido 14,3 millones de barriles de petróleo venezolano. Dos meses después, el 31 de mayo, la empresa anunció la bancarrota y pérdidas por 90 millones de dólares, cuando ya Estados Unidos había informado que hasta el FBI investigaba el negocio.

La empresa mexicana argumentó que era presa de una campaña de hostigamiento y persecución por parte del gobierno de Estados Unidos.

Los embarques que llegaron a Venezuela

Los documentos de aduana consultados por los medios señalan que llegaron a Venezuela dos embarques. El 8 de abril de este año desembarcaron en el puerto de La Guaira 299 unidades cisterna y 10 semitráiler, valorados en 18,7 millones de euros. Esto supondría que cada vehículo costaría 60.831 euros, la mitad del valor que se desprende del contrato entre Libre Abordo y Corpovex. El 20 de abril se descargaron en ese mismo puerto 222 semitráiler cisterna, un tractor camión, 20 camiones tanques cisterna y un tractor.

En total, se trata de 552 vehículos de distinto tipo para el transporte de agua potable, poco más de la mitad de los 1.000 pactados en el primer contrato entre Libre Abordo y Corpovex por casi 140 millones de euros.

La documentación de aduanas arroja también luces sobre la fantasmal presencia de la empresa mexicana en Venezuela. Aunque en los papeles también aparece la figura jurídica de Libre Abordo Venezuela C.A, en los dos embarques cambió la dirección para la compañía en Caracas. En el segundo, el del 20 de abril, las coordenadas conducen a las oficinas de la petrolera Southern Procurement Services Ltd, ubicada en el penthouse de una de las torres del complejo Banaven, mejor conocido como cubo negro, en el este de Caracas. Southern Procurement Services Ltd pertenece al venezolano Manuel Enrique Chinchilla Da Silva y en los últimos años ha obtenido contratos con Pdvsa y la Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas.

Sobre los despachos de las 200.000 toneladas de maíz, hay dos versiones encontradas: la del Departamento del Tesoro y la de la compañía mexicana.

Estados Unidos dice que Libre Abordo no las entregó y la empresa asegura que las pruebas son palpables. Fuentes conocedoras de la operación aseguran que la compañía nunca envió esa mercancía a Venezuela ni ningún tipo de alimento a granel.

El régimen venezolano explicó que se escogió a empresas sin ninguna experiencia en el área petrolera para ese negocio porque las sanciones impiden tratar con las empresas tradicionales.

Si el valor del petróleo cedido por Pdvsa es el señalado por el Departamento del Tesoro, está claro que supera el de la mercancía que finalmente terminó en el puerto de La Guaira. La fuerte caída del precio del crudo en el mercado a consecuencia de la pandemia del covid-19 presupone que se dejó a Libre Abordo en deuda con la estatal venezolana que, en definitiva, entregó anticipadamente un petróleo sin la consiguiente contraprestación.

Las autoridades mexicanas investigan la ruta del dinero, pues el monto y el tipo de los convenios de Libre Abordo con Corpovex no se ajustan a lo que la empresa mexicana justifica fiscalmente.

La colaboración entre Saab y Leal empezó al menos desde 2019, según sostiene el Departamento del Tesoro, que no aclara cómo llegaron a conocerse ni a través de quién lo hicieron.

En los primeros meses de 2020, el recrudecimiento de las sanciones económicas de Estados Unidos a los socios comerciales de Pdvsa, Rosneft Trading y su subsidiaria TNK Trading abrió una oportunidad de negocio única para Leal, Esparza y Zepeda. Mientras que en enero los tratos de Libre Abordo representaron solo 3% de las exportaciones de Pdvsa, para abril ese porcentaje se disparó a 40%.

El papel de los mexicanos en la industria petrolera

El régimen de Maduro exportaba el petróleo crudo en grandes buques que regresaban cargados de combustibles refinados en Asia. Los cargamentos operados por los socios mexicanos y los intermediarios navieros empezaron en noviembre del año pasado, según el Departamento del Tesoro.

Un ejemplo es la bitácora de ruta del Delos Voyager, un buque que navega con bandera panameña y que el pasado 18 de marzo atracó en la bahía venezolana de Amuay con un cargamento de 680.000 barriles de fuel oil (combustóleo), según el portal El Pitazo.

El Delos Voyager salió al día siguiente con un cargamento de más de 500.000 barriles de petróleo crudo rumbo a Asia. El encargado de la transacción, consta en los registros marítimos, era Libre Abordo. Su subsidiaria, Schlager Business Group, se encargaba de dar apoyo administrativo en las operaciones de su empresa madre.

Para que los cargamentos desde Venezuela lleguen hasta las refinerías asiáticas sin levantar sospechas de EE UU se utilizan varias embarcaciones e intermediarios, se reetiquetan los productos y se alteran los registros aduanales, según una investigación de Reuters publicada en junio.

Verónica Esparza, que es socia de Libre Abordo y directora de Schlager Business Group según el Registro Comercial de México, ponía sobre la mesa su experiencia en comercio internacional. Su hija, Olga María, de tan solo 24 años de edad, es la accionista única de Washington Trading LTD, una compañía fundada en Reino Unido en febrero de 2020 que está incluida en la lista negra de la OFAC.

El parecido con los CLAP

La trama de la venta de petróleo es similar a la de los CLAP, en la que se vieron involucradas también varias empresas mexicanas. Entre 2016 y 2018 Alex Saab y su socio, el también colombiano Álvaro Pulido Vargas, idearon una estructura de sociedades instrumentales en Hong Kong, Turquía y Emiratos Árabes Unidos para los CLAP. Tras obtener contratos millonarios de la estatal Corpovex, compraban a proveedores mexicanos las cajas o despensas, con productos de muy baja calidad nutricional que luego enviaban a Venezuela.

Con Group Grand Limited, registrada en Hong Kong, Saab y Pulido obtuvieron dos contratos para el suministro de los CLAP por poco más de 765 millones de dólares. Con Asasi Food FZC, inscrita en los Emiratos Árabes Unidos, otro convenio por 345 millones de euros, según ha documentado Armando.info. Estas sociedades y otras manejadas por la dupla colombiana en el negocio de los alimentos fueron igualmente señaladas por el Departamento del Tesoro en julio de 2019.

Las irregularidades del negocio fueron detectadas hace casi dos años por la Fiscalía mexicana. El 18 de octubre de 2018 el subprocurador especializado en investigación de delincuencia organizada, Israel Lira, denunció que se trataba de un esquema fraudulento con operaciones inusuales, además de productos de baja calidad con sobreprecios.

Las autoridades mexicanas llegaron a un acuerdo en noviembre de compensación en 2018 con la red asociada a los CLAP, que envió al menos 100 millones de cajas, especialmente entre 2017 y 2018. Los empresarios mexicanos, que se beneficiaron de un sobreprecio de 112%, se comprometieron a donar 3 millones de dólares al Alto Comisionado de Naciones Unidas para resarcir el daño, una cantidad muy por debajo del monto transado.


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