La crisis eléctrica que desde hace años afecta al interior del país llegó a Caracas. Desde hace semanas los apagones y los bajones son cada vez más recurrentes en la capital, que hasta el momento se había mantenido al margen porque el régimen de Nicolás Maduro la ha priorizado por encima de otras localidades.
Los caraqueños están alarmados por las continuas fluctuaciones de electricidad. Temen enfrentarse a un nuevo apagón nacional como el ocurrido en marzo de 2019.
Aixa López, presidenta del Comité de Afectados por los Apagones, dijo a VOA que en septiembre se registraron al menos 18.556 fallas eléctricas en todo el país, de las cuales 1.099 se produjeron en el Distrito Capital y el estado Miranda.
López no descarta que se registre un nuevo apagón nacional: la falla que ocurrió en ese entonces aún no ha sido solucionada. Además, a esto se le suma la falta de mantenimiento y de profesionales competentes.
“El sistema sigue frágil, endeble; el Sistema Eléctrico Nacional está colapsado y en el mes de septiembre se incrementaron considerablemente las fallas en Caracas. Los apagones y bajones afectan la calidad de vida del usuario, ya que al no tener luz impacta sobre otros bienes y servicios”, explicó López.
Solo la semana pasada, algunas zonas de Caracas permanecieron sin electricidad por 60 horas.
Carlos Julio Rojas, coordinador del Frente en Defensa del Norte de Caracas, denunció que los bajones de voltaje afectan los electrodomésticos, y con los apagones los ciudadanos pierden la poca comida almacenada en sus neveras.
“Llegó un racionamiento a la ciudad de Caracas y ni siquiera es avisado. Esto es inhumano, esto es un crimen de lesa humanidad, nos están violando nuestros derechos humanos”, cuestionó por su parte López.