CIDH recursos venezuela
Foto EFE

La presidenta de la CIDH, Esmeralda Arosemena de Troitiño, prometió este jueves que el organismo de la OEA usará todos sus recursos para defender los derechos humanos en Venezuela.

«Usaremos todos nuestros recursos para coadyuvar en esta lucha por la paz, la democracia y la superación de la crisis», dijo Arosemena de Troitiño al concluir una audiencia pública que se centró en la emergencia humanitaria en Venezuela.

Dirigiéndose a las víctimas de los abusos de los derechos humanos en el país, manifestó que Venezuela no está sola.

Recordó que en febrero las autoridades venezolanas impidieron el acceso al país de una misión de la CIDH que ella encabezaba.

El planteamiento de esa misión, recalcó, era entrar a Venezuela para verificar la situación de los derechos humanos. Y así se lo hizo saber a los oficiales en la frontera entre Cúcuta y San Antonio del Táchira, que impidieron el paso a los enviados de la CIDH.

En ese paso fronterizo la funcionaria constató de primera mano cómo decenas de miles de personas cruzaban con bultos y maletas en los hombros llevando productos que no pueden conseguir en Venezuela.

La CIDH celebró este jueves dos audiencias públicas sobre Venezuela. La primera, centrada en las afectaciones al derecho a la educación, libertad académica y autonomía universitaria en Venezuela; y la segunda, sobre la emergencia humanitaria en el país.

En ambas sesiones intervinieron organizaciones venezolanas de la sociedad civil, así como el primer secretario de la misión permanente de Venezuela ante la OEA, Rafael Castillo, en representación del gobierno de Juan Guaidó, presidente encargado de la República.

En la última audiencia, grupos de la sociedad civil afirmaron que la crisis humanitaria que afronta Venezuela es consecuencia de dos décadas de socavamiento de las instituciones democráticas por los gobiernos de Hugo Chávezy Nicolás Maduro.

En la audiencia sobre educación, grupos estudiantiles acusaron al Poder Judicial de designar autoridades universitarias para restringir la libertad académica, desconociendo los resultados de las elecciones estudiantiles.


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