El Aissami
Foto AFP

Esposado y custodiado por funcionarios de seguridad se vio al exministro de Petróleo de Venezuela Tareck el Aissami un año después de su renuncia al cargo por una millonaria trama de corrupción en el desvío de los ingresos de Pdvsa, cuyas pérdidas patrimoniales se calculan en más de 21.000 millones de dólares.

Con esa imagen, el fiscal general Tarek William Saab anunció este martes la captura del otrora zar del petróleo junto con dos cómplices en lo que denominó «la segunda fase de investigaciones del caso Pdvsa-Cripto».

De acuerdo con los hallazgos de la investigación, esta red dirigida por Tareck el Aissami se dedicaba a realizar una serie de actividades ilícitas que incluían la asignación ilegal de cargamentos de crudo, coque y fuel oil, así como productos de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG).

Su tardía detención coincide con la condena de 21 años de prisión que la justicia de Estados Unidos aplicó contra el militar Cliver Alcalá Cordones, cercano al presidente Hugo Chávez, por narcotráfico y dar armas a la guerrilla terrorista de las FARC.

En febrero de 2017, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo acusó de narcotráfico y le impuso sanciones. Su visa fue retirada y se confiscaron sus bienes en Estados Unidos, además de prohibir a las instituciones estadounidenses mantener relaciones financieras o comerciales con él.

También se le acusa de ayudar a miembros del grupo terrorista libanés Hezbolá a entrar en Venezuela, según investigaciones del servicio de inteligencia venezolano reveladas por The New York Times.

El Nacional presenta las claves del caso:

Captura de los cabecillas de la trama de corrupción

«Hemos logrado que se develara la participación directa y la consecuente detención» de El Aissami «para ser presentado e imputado por el Ministerio Público en las próximas horas», informó Saab en una declaración a la prensa.

El  antiguo hombre de confianza del presidente Nicolás Maduro y su antecesor Hugo Chávez fue vinculado por el entramado de corrupción a través de la venta de crudo mediante criptoactivos.

El fiscal del régimen aseguró que la detención se produjo tras las «delaciones de al menos cinco testigos» entrevistados por fiscales. «Hemos logrado develar la participación directa y detención de Tareck el Assami», dijo.

Hizo hincapié en el enorme daño que pretendía esta conjura contra la economía venezolana, que habría tenido graves consecuencias.

También fue detenido Simón Alejandro Zerpa, exministro de Economía y Finanzas y expresidente del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden), un fondo de desarrollo creado por Hugo Chávez en 2005 en donde se depositaron los excedente de la renta petrolera y terminó convertido en una centrifugadora de corrupción.

Al igual que Samark López Bello, quien actuaba a través de un banco digital, como operador financiero de este grupo, para facilitar el dinero en digital y efectivo para el funcionamiento de la mafia. López tiene desde 2017 sanciones de la OFAC de Estados Unidos por presuntos delitos de lavado de capitales.

Sobre López, el fiscal afirmó que es un “bichito” que “se las da de empresario”, que tenía un rol de “legitimador de capitales y lavador de dinero”.

«El objetivo y el fin de esta mafia, encabezada por Tareck el Aissami, no era otro que implosionar la economía nacional; destruir nuestra moneda presionando al alza del dólar paralelo, y así hacer fracasar las políticas económicas impulsadas por el Ejecutivo», señaló Saab.

Cargos por imputar a El Aissami y sus cómplices

Los tres detenidos serán imputados, entre otros delitos, de traición, apropiación o distracción de patrimonio público y legitimación de capitales. «Una pluralidad de delitos que va a culminar con una sanción ejemplar», adelantó el fiscal.

También vinculó al exzar petrolero con una red de prostitución de jóvenes para el lavado de dinero conocidas como las muñecas del oro negro. «La prepago preferida de Tareck el Aissami huyó a Estados Unidos, es Ely Jaims. Su nombre real es Elizabeth Yepez”, destacó.

«Este grupo tenía una obsesión con las mafias que salen en TV. Mantenían una red de prostitución jóvenes, copiado de Rafael Ramírez (expresidente de Pdvsa)», acotó el fiscal.

Corrupción a través de criptoactivos

La venta de crudo a través de criptoactivos fue una apuesta del gobierno de Maduro para eludir las sanciones financieras impuestas por Washington contra Venezuela.

En la primera etapa de la investigación de la trama, hace un año, fueron arrestados 61 funcionarios, políticos y empresarios.

Saab señaló que hasta ahora han sido acusadas 54 personas y se emitieron otras 17 órdenes de aprehensión.

El funcionario explicó la trama de corrupción que llevaba el trío. A través de esta segunda fase de la operación, indicó el fiscal, «se logró detectar y desmembrar a una red de funcionarios» que «usaban sus cargos para realizar operaciones petroleras ilegales». Esto, dijo, mediante «la asignación de cargas de crudo a la Superintendencia Nacional de Criptoactivos y a particulares, sin ningún tipo de control administrativo ni garantías. Incumpliendo con las normativas de contratación» de Pdvsa.

Según los testigos, dijo Saab, hacían «ventas de productos de Pdvsa y minería por debajo del valor del mercado».

La finalidad, reiteró Saab, era destruir la economía venezolana. Según lo arrojado tras el interrogatorio a los testigos, operaban valiéndose de empresas de maletín y pagos en criptomonedas en el extranjero con el fin de manejar el dinero a su antojo y evitar que el Banco Central de Venezuela tuviera acceso a este.

“De esta manera controlaban el acceso a divisas en el mercado nacional, lo que les permitía especular con el mercado cambiario”, dijo.

El exministro Rafael Ramírez también aparece mencionado por el testigo. La declaración  señalaría que parte de las ganancias obtenidas por él y el diputado Hugbel Roa eran invertidas en granjas de minado de criptomonedas. Esto con el conocimiento de El Aissami.

Los tres testigos, refirió el fiscal, emitieron declaraciones similares que involucran el cobro de comisiones en el proceso de comercialización; solicitud de dádivas para garantizar acceso a los contratos; robo de fondos públicos y especulación financiera para obtener ganancias y hundir la economía.

El fiscal explicó que en el caso del Samark López, este actuaba a través de un banco digital y en efectivo “para sostener toda esta mafia criminal”.

Las “asignaciones” para la venta del crudo venezolano -explicó- se hacían en reuniones clandestinas con conocimiento de El Aissami y Antonio Pérez Suárez. Asimismo, por la venta de cada buque petrolero, y si el pago era en transacciones la comisión era de 5%. Si era en efectivo se le sumaba 3%.

Para burlar las auditorías de la Vicepresidencia de Finanzas, se creó una oficina denominada Unidad de Trabajo Especial, que maquillaba las cuentas.

“Con los distintos esquemas de ganancias fraudulentas aplicados, Pérez Suárez se apoderó de una fortuna tipificada en miles de millones de dólares», señaló.

 


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