Javier Vivas Santana
Escuela Estadal San José, municipio Miranda, estado Carabobo

Debido a la crisis que atraviesa Venezuela las instituciones educativas se encuentran en estado crítico, una situación que se agravó con la pandemia por covid-19, y la respuesta por parte del Estado, es casi inexistente, así lo aseguró Javier Vivas Santana, doctor en Educación.

El también columnista en El Nacional analizó lo que ocurre en el sistema educativo venezolano.

“Las escuelas, liceos y universidades están atravesando un deterioro acelerado de sus plantas física. De hecho, la pandemia agravó la situación porque los institutos educativos fueron abandonados a la buena de Dios. Lo que quedaba de pie en materia de instalaciones sanitarias, bombas de agua, pupitres, ventanas, entre otras cosas, fue desmantelado”, detalló.

La solución del Estado

Ante esta problemática generalizada de las instituciones educativas, el Estado accionó con lo que, a juicio de Vivas Santana, son pañitos calientes. “Pintaron algunos planteles, y a nivel universitario han presentado interés con la Universidad Central de Venezuela porque pretenden hacer ver que Caracas es Venezuela, cuando la situación real es de decadencia”, expresó.

Del mismo modo, aseguró que no basta nada más con recuperar las estructuras y que hay un problema de fondo. “Nos hemos atrasado en materia pedagógica y tecnológica. Las escuelas técnicas no tienen ni una pala o pico para la agricultura, menos materiales veterinarios o de fitotecnia”, indicó.

Además, indicó que esta situación se agrava en el área científica de las universidades. Para restaurar todos estos espacios, en los cuales se incluyen los deportivos y culturales, se requerirá una gran inversión y voluntad política.

La docencia en su peor momento

Vivas Santana aseguró que la profesión docente se encuentra en su peor momento, aunque es algo que se repite con las distintas carreras técnicas y universitarias.

“Sobre todo aquellos dependientes de la administración pública, que en el caso de los docentes han tenido que salir a la calle para hacer valer la malograda contratación colectiva que el régimen violando la Constitución sustituyó por algo que han llamado la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre)”, dijo.

En el mismo orden de ideas, explicó que, “el Tribunal Supremo de Justicia desconoce las contrataciones diciendo que no existe y multando a un grupo de rectores universitarios que demandaron la nulidad de tal adefesio institucional convirtiendo a las víctimas en delincuentes y los verdugos de los educadores en víctimas de quienes solo hemos ejercido nuestro derecho a la protesta”.

300.000 docentes sobreviven en la nómica del sector público

Según Vivas Santana, en la nómina del sector público sobreviven solo 300.000 docentes por la fuerte migración de muchos de ellos. Actualmente, esta debería estar por uno 750.000, lo que es 5% de lo que, en teoría, sería la población estudiantil venezolana.

“Quienes se mantiene en el proceso educativo es porque aún tienen alguna esperanza en el futuro y se niegan a abandonar las aulas. El magisterio rechaza que a las plazas vacantes el régimen quiera sustituirlas por algo que el propio Nicolás Maduro denominó chamba juvenil, y no es más que un proceso de adoctrinamiento ideológico que gradúa docentes en cuatro semanas. Eso es una violación a la Ley Orgánica de Educación y el Reglamento del Ejercicio de la Profesión Docente”, advirtió.

En cuanto al pago del bono vacacional, aseguró que solo se logró gracias al trabajo de calle. “El madurismo intentó arreglar el bono vacacional de los docentes del Ministerio de Educación con una semana de trabajo, mientras que con los profesores universitarios llegó a querer pagarle por 10 cuotas devaluadas”, dijo.

Vivas Santana sobre la presión en la calle

“Fue la enorme presión en la calle que tuvo una aceptación en más de 90% de las bases que finalmente Maduro tuvo que aceptar pagar el bono vacacional en su totalidad. Al realizarlo con dinero inorgánico, terminó disparando el valor del dólar y al final también salió perjudicada la población”, lamentó.

Bajo ese contexto, detalló que el Estado pagará cuatro meses de aguinaldos en tres partes, desde octubre, dos partes en noviembre y una en diciembre. Sin embargo, consideró esta situación como una tragedia, porque el gobierno no tiene fondos propios: “Apelarán al dinero electrónico del Banco Central de Venezuela y no podrá contener las presiones inflacionarias. Es muy probable que antes de diciembre ya el valor del dólar haya llegado a los dos dígitos en bolívares”, señaló.

Alimentación en las escuelas similar a la de cárceles

Por otra parte, habló sobre el hecho de que todo material de las instituciones educativas debe ser autorizado por Miraflores para que pueda llegar a las escuelas.

El centralismo excesivo llevó a la educación a un estado de postración social, aseguró. Además, actualmente ninguna escuela o zona educativa tiene presupuesto para solventar los problemas educativos.

La alimentación en las escuelas venezolanas es similar a la que comen los presos en las cárceles, dice. “Hemos visto que solo sirven arroz o pasta blanca a los niños y adolescentes.  Eso es una desgracia para la alimentación de la población educativa. Allí sería bueno citar la sabiduría popular: «amor con hambre no dura», ¿acaso se puede estudiar con hambre? Lo peor es que mientras persista semejante situación, el aprendizaje se hace muy limitado, y la deserción escolar irá en aumento”, aseguró Vivas Santana, que además no ve una mejora a corto plazo.

Mínima esperanza para la sociedad venezolana

La educación es un tema que influye en los distintos campos de la sociedad, en Venezuela, al plantearla de forma errónea permite solo que exista un mínimo de esperanza para el progreso tan necesario del país.

“Aquí se necesita un proceso de reconstrucción de las estructuras educativas y de recomposición curricular y académica”, insistió.

Asimismo, mencionó lo dañino de haber eliminado materias necesarias para el conocimiento de los estudiantes, especialmente en los liceos, donde detalló que quitaron las pruebas finales de lapso.

“No puede decirse que un niño puede pasar a primero, segundo y tercer grado sin saber leer. Eso es una aberración pedagógica. Pasa en el bachillerato, que prácticamente se disolvió el aplazamiento de estudiantes que no tienen las mínimas competencias para asumir un grado superior. Se eliminó totalmente la exigencia”, señaló.

Esta situación también se empieza a vivir en las universidades, en especial las creadas por el Estado y llamadas politécnicas y territoriales.

Atrasados en el tiempo

Venezuela parece quedarse congelada en el siglo pasado, así lo hace saber Vivas Santana, quien comparó con otras instituciones del mundo. En estas, cada alumno y docente tiene herramientas tecnológicas para su desempeño laboral y académico. Mientras tanto, en el país las sillas no son aptas y los pizarrones viejos.

“Hemos tenido un retroceso, que nos ha llevado a la Venezuela del siglo XX. Al paso que vamos, si no se toma una recomposición plena en lo que tendría que ser la administración de los recursos, vamos a llegar a la Venezuela postindependentista”, dijo.

Finalmente, mencionó que arreglar la situación educativa llevará mucho tiempo, y estimó que se necesita un millón de dólares por escuela para convertirlas en centros educativos del futuro.

“Ser docente en Venezuela es de vocación. Pero desde el punto de vista de la movilidad social la carrera es considerada por el régimen algo así como una especie de basura docente”, enfatizó Vivas Santana.

Vivas Santana, perseguido por opiniones críticas

El doctor en Educación y preso político en 2020, se convirtió en un blanco de persecución por sus opiniones contra las políticas del gobierno en el sector educativo y de derechos humanos. Víctima de torturas en la Dgcim fue llevado al, llamado por él, infierno en Rodeo II, en el que recibió un indulto por Nicolás Maduro.

“Desde 2016 el régimen, a pesar de que cuento con dos títulos de pregrado, uno de maestría y otro de doctorado, me excluyó sin procedimientos del Ministerio de Educación. Actualmente, me niegan el pasaporte impidiéndome asistir a dos convocatorias que tenía para este 2022, de las cuales tanto el Ministerio Público como la Oficina de Derechos humanos de la ONU en Venezuela tienen conocimiento”, declaró.

Cuestionó si las acciones en su contra son parte de una persecución política e informó, que al negarle el pasaporte violan los acuerdos con la Unesco en materia educativa y de investigación. Esto, a su juicio, deja evidencia que no les importa el proceso educativo del país.


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