Una mujer, identificada como Ruth María Lasso Ahumada, de 35 años de edad, fue asesinada en manos de su padre y expareja, con quien tenía dos hijos: un joven de 18 años y una niña de 7.

El suceso ocurrió el pasado sábado en horas de la noche cuando la víctima regresaba a su casa, en el sector Unión Socialista de Llano de Jorge, Zona Sur del municipio Bolívar del estado Táchira, por la trocha de Juan Frío.

La Nación reseñó que mientras Ruth caminaba en medio de la oscuridad le enviaba audios a su tía en los que le pedía que se encerrara en la casa, con su niña menor, y no permitiera que su expareja entrara.

“Doris, hágame un favor, cierre esa puerta con seguro y no le vaya a abrir por nada del mundo a mi papá, si llega, por favor”, fue el primer mensaje en envió cerca de las 8:30 pm.

“No le vaya a comentar a mi mamá, porque no la quiero alterar; voy a pata para la casa. Hágame ese favor. Cierren esas puertas”, continuó la mujer con voz perturbada.

Doris, la tía, dijo al medio local que Ruth salió de su casa en horas del mediodía del sábado para verse con su papá y expareja, quien supuestamente le entregaría un dinero en Villa del Rosario, Colombia, donde vivía.

Sin embargo, el hombre no le entregó ningún dinero, sino que le pidió que le permitiera ver a sus hijos. Ante la negativa de Ruth, enfureció.

“Cree que no soy capaz de mandarlo a sacar como a un perro. Allá usted si le quiere hacer pasar un mal rato… Él (D. Lasso Zabala, de 56 años) no está borracho, sino que le pica el loco”, dijo la víctima en uno de los audios. Según su familia, el hombre la venía siguiendo hasta la entrada al camino verde.

“Yo voy a tener cuidado. Voy a pata para Juan Frío; no tengo ni un pesos», dijo.

En uno de los últimos audios, la mujer le pedía a su tía que mandara a su hijo mayor, Jorlean, a buscarla. “Que vaya con el teléfono, para que se alumbre. Y una vez salga, enciérrense”, insistió con un tono de voz que revelaba que iba caminando apresuradamente.

Jorlean salió en su búsqueda, junto al hermano de Ruth, un adolescente de 13 años de edad. Luego de haber atravesado gran parte de la trocha, los muchachos vieron a la mujer discutiendo con su expareja y padre a la vez. “Cuando nos acercamos, él estaba apuñaleándola”, aseguró Jorlean.

El adolescente, hijo del victimario y hermano de la víctima, alcanzó a lanzarle dos piedras, pero ninguna le asestó, pues huyó por los caminos verdes. “Lo único que nos dijo fue: ‘vayan y atiéndanla. Eso le pasa por estar con otro’”, alcanzó a escuchar Jorlean, aún perturbado por la escena.


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