Guaidó / Trinidad y Tobago
Foto: Archivo

Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado de la República por 60 países, reclamó este lunes que Trinidad y Tobago responda «ante la comunidad internacional» por la muerte de un niño que migraba junto con su madre a la isla y que murió luego de que la embarcación fue tiroteada por la Guardia Costera.

«Trinidad y Tobago debe responder ante la comunidad internacional por la violación de los derechos humanos de los migrantes y refugiados venezolanos. La muerte de este bebé y las heridas causadas a su madre deben ser objeto de una investigación imparcial», dice un comunicado del dirigente.

Asimismo, exhortó a que esa investigación «se abra de forma inmediata» en la Organización de Estados Americanos (OEA), la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos «para que haga justicia ante este abominable hecho».

En el comunicado también denuncia que «el gobierno de Trinidad y Tobago ha negado sistemáticamente la protección a los migrantes y refugiados venezolanos, deportándoles o impidiendo su regularización», además de «bloquear» sus costas, «lo que ha causado varios naufragios».

A su juicio, el responsable de esta muerte «es el régimen de Nicolás Maduro, quien suma un nuevo crimen a su ya larga lista».

La oposición exige justicia al gobierno de Trinidad y Tobago

El domingo, la oposición denunció en redes sociales la muerte del menor de edad y exigió justicia al gobierno de Trinidad y Tobago.

«La muerte de un niño venezolano, que junto a su madre huía de la dictadura, nos duele en el alma como país. Los disparos realizados por la Guardia Costera de Trinidad y Tobago no tienen justificación, lo mataron (…) pedimos justicia», escribió Guaidó en su cuenta de Twitter.

Por su parte, el también opositor David Smolansky compartió en la misma red social un comunicado de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago en el que explican que dispararon al motor de la embarcación en un intento de detenerlos y en «defensa propia», alegando que los migrantes habían intentado «embestirlos».

Los funcionarios argumentaron, de acuerdo con el comunicado difundido por Smolansky, que tras inspeccionar el bote «descubrieron» que había «migrantes ilegales» a bordo, que habían permanecido «escondidos» y no los vieron antes.

«Otros controles detectaron a una mujer migrante ilegal que sostenía a un niño e indicaba que estaba sangrando. La embarcación fue llevada junto a la TTS Scarborough (embarcación de las autoridades), y la mujer herida fue estabilizada y llevada a un centro de salud local. Lamentablemente el niño no respondía», agregó la información.

Desaparición de embarcaciones

La ruta migratoria hacia las islas del Caribe, la menos utilizada por los 6 millones de venezolanos que han salido del país según la ONU como consecuencia de la crisis, saltó a la palestra tras el naufragio hace un año de una embarcación en la que viajaban 41 venezolanos hacia Trinidad y Tobago.

Desde entonces han ocurrido varios naufragios y  vecinos de la zona han denunciado la desaparición de embarcaciones que se dirigían hacia esas islas.


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