Foto: Greek City Times

El Ministerio de Justicia de Grecia dio este jueves permiso para que una extrabajadora de la embajada de Venezuela en Atenas se lleve material del edificio de esa representación como compensación por su despido tras haber denunciado un caso de abuso sexual.

La mujer griega, que trabajó como cocinera en la embajada entre octubre de 2012 y julio de 2013, denunció al entonces embajador de la República Bolivariana, Franklin Ramón González, por abusar de ella sexualmente en varias ocasiones, así como de acosar verbalmente a ella y a otras compañeras.

Solo ella y otra mujer llegaron a denunciar los maltratos recibidos por el hombre, que contaba con protección diplomática.

De acuerdo con el Ministerio de Justicia, los objetos que se lleve no deben impedir el correcto funcionamiento de la Embajada.

El gobierno de la conservadora Nueva Democracia decidió otorgarle el permiso para requisar objetos de la embajada porque esta no ha pagado la indemnización que le corresponde por su despido.

Nueva Democracia acusó al partido izquierdista Syriza de «hacer cualquier cosa por encubrir el caso y de llamar al secretismo «madurez política».

Esta crítica hace alusión a una carta enviada en marzo de 2013 por Alexis Tsipras, entonces líder de la oposición griega y camino de convertirse en primer ministro, a Nicolás Maduro, en la que indicaba que si los abusos se hacían públicos los medios de comunicación «lo aprovecharían para dañar a la izquierda, tanto en Venezuela como en Grecia».

«Quería llamar tu atención sobre un tema delicado del que espero tu contribución y actuación para solucionarlo de la mejor manera; se trata del problema que ya conoces con el nuevo embajador en Atenas. Hasta ahora el personal de la embajada ha demostrado madurez política y no tomará medidas en Grecia, algo que haría público el problema», dijo Tsipras en la misiva, recogida en su momento en medios locales.

Maduro respondió llamando al embajador a Caracas, quien volvió durante un tiempo a Grecia hasta abandonar el país oficialmente.

Además, la mujer aseguró que un miembro de Syriza le pidió que resolvieran el asunto de forma interna y mostrasen «madurez política».

Los medios griegos se han hecho también eco de una carta enviada por la antigua empleada a Maduro en el que explica que el comportamiento de González provocó a ella y a sus compañeras «un estrés negativo y prolongado con el resultado de pánico, síntomas depresivos, miedo, inseguridad, desesperación, crisis de llanto, irritabilidad», entre otros.


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