Luego de la polémica que se generó a raíz de las declaraciones sobre Venezuela del embajador argentino en la Organización de los Estados Americanos, Carlos Raimundi, el canciller Felipe Solá negó cualquier tipo de rumor acerca de su renuncia o la del representante de su país y consideró el episodio como un caso cerrado, que no provocó ningún costo político.
«Hay una apreciación sesgada de lo que son las violaciones de los derechos humanos», dijo Raimundi ante la OEA, lo que rápidamente despertó fuertes críticas por parte de la oposición argentina y venezolana, y generó malestar dentro del propio gobierno, a cargo de Alberto Fernández.
«El problema es que Raimundi no dijo la preocupación que tiene Argentina por los derechos humanos en Venezuela, sino que decidió decir lo que pensaba y un embajador tiene que decir primero lo que le instruyen«, aclaró Solá. Y en esa misma línea, agregó: «Quizás a Raimundo no le quedaron claras las instrucciones».
Afirmó durante una entrevista con A24 que Argentina tampoco rechazó el informe que da cuenta de las violaciones a los derechos humanos en Venezuela. «Raimundi no juzgó si era bueno o malo el informe Bachelet», dijo Solá.
«No solamente no renuncié, sino que nunca me sentí más lejos de hacerlo», resaltó Solá, quien también negó haber conversado con Fernández sobre una eventual dimisión de Raimundi.
Solá destacó que el gobierno argentino reconoce que en Venezuela hay violaciones a los derechos humanos y bloqueos físicos y financieros que golpean a la sociedad.
De acuerdo con La Nación, en Cancillería indicaron que la opinión de Argentina no cambió respecto a los últimos meses. «Hay preocupación por los derechos humanos, rechazo al bloqueo como herramienta de solución y a una intervención militar. Acompañamos la preocupación por lo que dicen los informes«, señalaron.
Sin embargo, durante la entrevista, Solá afirmó que hay una utilización por parte de la oposición argentina. «Se usa a Venezuela y cualquier declaración sobre Venezuela como parte de la grieta. Lo que es importante es que Argentina no está sola en su posición», aseguró.