Un hombre fue detenido en Maracay acusado de haber mantenido secuestradas a cuatro mujeres por décadas, sometiendo a tres de ellas a esclavitud sexual. El Parlamento exigió este viernes su enjuiciamiento.
El caso se conoció después de que una de las víctimas escapara y denunciara al hombre, identificado como Mathías Salazar, de 54 años de edad.
La Subcomisión de Mujer e Igualdad de Género de la Asamblea Nacional exigió que enjuiciaran a Monstruo Salazar.
«No debería gozar de ningún beneficio judicial», manifestó en un comunicado la presidenta del grupo parlamentario, Manuela Bolívar.
El portal de noticias Crónica Uno dijo que la mujer, que identificó simplemente como Morella por razones de seguridad, permaneció cautiva durante 31 años bajo amenaza de muerte en un apartamento en la ciudad de Maracay, estado Aragua, donde era forzada a relaciones sexuales a cambio de agua y alimentos.
Morella, de 49 años de edad, huyó y denunció a Salazar. Presentó, de acuerdo con el portal, un «cuadro de desnutrición» y recibe atención psiquiátrica.
También raptó a otras tres mujeres, según Crónica Uno.
Una, la esposa de Salazar, habría estado privada de libertad por 32 años en la casa materna del acusado. Otra, por 23.
Con esta última, Salazar tuvo una hija, hoy de 20 años, a quien según la web no dejaba «tener amistades ni salir de su casa», aunque sí tuvo educación formal.
«No es solamente ella (Morella). Hay tres mujeres más, incluyendo a su hija», subrayó Bolívar.
La denuncia recuerda casos como el de Pedro Vallejos en Argentina y Josef Fritzl en Austria.
Detuvieron a Vallejos en 2009 por la violación de tres hijas durante más de 15 años de secuestro. Además de a siete hijos fruto de esos abusos, en la provincia argentina de Corrientes.
Fritzl, a quien llaman el Monstruo de Amstetten, lo sentenciaron ese mismo año a cárcel de por vida por el asesinato de uno de los siete hijos-nietos que tuvo con su hija. La mantuvo cautiva en un sótano entre 1984 y 2008.