Anzoátegui y Monagas

Carencias, fallas en los servicios, represión y violaciones de derechos humanos son solo algunos de los padecimientos que afectan a los estados Anzoátegui y Monagas, y que se han agravado en el último año debido a la pandemia por el covid-19.

La revista Anzoátegui y Monagas: En el olvido, publicada por Amnistía Internacional, reseña la grave crisis actual que padecen los habitantes de estos dos estados del oriente del país.

Pese a ser entidades cuyas economías han sido favorecidas históricamente por la existencia de yacimientos de petróleo, de gas natural y una variada capacidad agrícola y ganadera; hoy en día las fallas en los servicios públicos y las carencias en general han ocasionado que el sustento de miles de personas esté en riesgo.

La escasez de agua es una constante en estos dos estados. La falta de agua potable les impide a las personas no solamente cocinar o mantener una adecuada higiene, sino también protegerse frente al covid-19.

«Las protestas en exigencia al restablecimiento de los servicios básicos no han faltado en los últimos años. Además de la falta de agua potable, denuncian los constantes cortes eléctricos y la ausencia del gas doméstico para poder cocinar. La leña se ha vuelto el artículo de primera necesidad si se quiere preparar algún alimento. El sistema de transporte se ha visto afectado por la ausencia de combustible. No solamente las personas con automóviles particulares denuncian no poder ir a sus lugares de trabajo o la imposibilidad de los transportistas de prestar su servicio; la escasez de combustible ha configurado un escenario tan cruel que impide a las pocas ambulancias que existen trasladar de emergencia a personas que necesitan atención médica», reseña la publicación.

Los profesionales de la salud trabajan en hospitales colapsados, que no tienen insumos y en condiciones precarias que no garantizan su bioseguridad ante el covid-19. Como en el resto del país, sus salarios tampoco cubren sus necesidades básicas, deben recorrer largas distancias para llegar a sus lugares de trabajo y además son amedrentados y amenazados si elevan su voz para exigir derechos.

El covid-19 no es la única enfermedad que presenta altos niveles de incidencia en estos estados. Cada vez es más notorio el resurgimiento de enfermedades anteriormente controladas o erradicadas, como el dengue, la malaria o la tuberculosis.

Habitantes de Anzoátegui y Monagas también denuncian la falta de personal en los planteles educativos, centros de salud e instituciones públicas.


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