Minero del Orinoco / hectáreas
Foto: Archivo

Américo De Grazia, diputado a la Asamblea Nacional por el estado Bolívar, denunció este viernes las torturas que ponen en práctica los pranes a trabajadores de las minas de oro ubicadas en el Arco Minero del Orinoco.

De Grazia publicó un vídeo en Twitter donde se observa como le disparan en las piernas a cuatro jóvenes en menos de 30 segundos.

Esta sería una de las torturas que imponen los pranes para aquellos trabajadores que no cumplen con la cuota diaria de oro. Además, la técnica sirve como escarmiento para el resto de las personas que laboran en las minas, explicó De Grazia en una entrevista para Infobae.

«Los disparos son una forma de penitencia que le ponen a los mineros cuando estiman que el trabajador se comió la luz roja. Esto significa que reportó menos oro del que se suponía había producido, o alguna otra falta, menor o mayor», indicó el diputado.

La extracción irregular de oro ha pasado a tener un rol preponderante en la economía del régimen de Nicolás Maduro. El mineral se encuentra presente en el Arco Minero del Orinoco, ubicada en la región centro-sur del país. Tiene una superficie de más de 100.000 kilómetros cuadrados y se extiende desde la zona fronteriza con Guyana hasta aquella que limita con Colombia.

Ante la falta de infraestructura, tanto física como legal, los agentes del régimen han estimulado la minería a pequeña escala. Esta actividad además de tener efectos nocivos para el medio ambiente, plantea peligros para la de salud, y es controlada por bandas criminales.

Sobre el vídeo, De Gracia agregó que la falta que cometieron esos jóvenes no era grave porque los disparos fueron en la piernas.

«Si hubiera sido más grave, les hubieran tirado a las manos y en otros casos los podrían haber matado. Una persona a la que le dan un tiro no puede trabajar más en esa mina. Y no lo hacen solo para castigar a quien comete una falta, sino para que los demás entiendan como se pagan», manifestó.

El parlamentario aseguró que aún con estas prácticas, las bandas ilegales no tienen problemas para encontrar nuevos trabajadores para las minas.

«Cuando matan a uno, llegan 10. Es una de las pocas maneras de subsistencia que existen en el área. Hay gente que llega de Venezuela, Brasil, Colombia, Guyana, gente de pueblos indígenas», detalló.

El régimen tiene presencia en el área a través de la Compañía Anónima Militar de Industrias Mineras, Petrolíferas y de Gas. En la zona no se puede ingresar sin el aval de esta empresa, custodiada por militares venezolanos.

Una vez que se obtiene el permiso, los grupos criminales toman el control del área, al punto de asumir atribuciones que normalmente le corresponden a un Estado, como lo es el monopolio de la fuerza.

Un trabajo del The New York Times reveló que Maduro canaliza los recursos hacia la capital, abandonando las zonas rurales. Es por esto que policías y otros funcionarios de seguridad abandonan sus destacamentos para buscar otras maneras de subsistir.

La investigación destacó que ante la ausencia de fuerzas del Estado, poblaciones como Parmana, recurrieron a la guerrilla colombiana por protección al verse rebasados por el crimen organizado.

Este vacío de poder provoca que ambos grupos peleen entre sí para expandir sus áreas de influencia, y la cantidad de minas que tienen bajo su control.

Masacre en El Manteco

De Grazia denunció también que el viernes miembros del Ejército de Liberación Nacional se enfrentaron con una banda por el control de una mina ubicada cerca de El Manteco, en el municipio Piar de Bolívar.

Este hecho, según De Grazia, dejó al menos ocho muertos; aunque las autoridades sólo confirmaron el fallecimiento de un joven.

«La zona esta controlada por un pran llamado El Ciego, pero el régimen decidió sustituirlo por el ELN. Para poder hacerlo tienen que matarlos. De eso se trató lo que ocurrió en la mañana del viernes», explicó el parlamentario.

El diputado también indicó que en el Arco Minero no sólo hay oro, sino también un mineral llamado torio. El mismo se usa para la fabricación de misiles y es de administración exclusiva y está monopolizado por los rusos e iraníes.

Oro de sangre

El régimen tiene su foco puesto en el oro. De acuerdo con expertos, el mineral es comercializado por el Estado, aunque en ocasiones tiene otro rumbo desconocido.

Solo en 2018 el chavismo vendió 73 toneladas de oro del Arco Minero del Orinoco a los Emiratos Árabes Unidos y Turquía.

Es por ello que el presidente interino Juan Guaidó solicitó a la Unión Europea catalogar al mineral venezolano como oro de sangre.

La periodista de investigación Lisseth Boon, sostuvo en un foro realizado en diciembre pasado que un promedio de 80 toneladas de oro al año se están fugando de Venezuela, por caminos irregulares, sin ningún tipo de rendimiento de cuentas.

A su vez, explicó que las rutas del contrabando tienen dos destinos: las Islas Aruba, Bonaire y Curazao, en el caribe y, por tierra, mediante las fronteras con Colombia y Brasil. Según cifras de Transparencia Venezuela, el 30% de la producción de oro se destina a estos propósitos.

Desde que Maduro está a la cabeza del régimen, las reservas de oro han disminuido en un 60%, afrimó Boon.


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