Maduro
Foto: Archivo

Mientras la oposición mayoritaria busca adeptos para transitar una ruta alternativa a la participación en los controvertidos comicios del 6 de diciembre, y que conduzca a la salida de Nicolás Maduro del poder, el régimen busca, a como dé lugar, legitimar dicho proceso, sobre todo ante la comunidad internacional.

Este lunes, Maduro sorprendió con un inesperado indulto a 110 perseguidos y presos políticos, entre ellos 27 diputados, que comenzaron a ser excarcelados a pocas horas de que se anunciara la medida, y sin que se conocieran aún muchos detalles de su alcance y aplicación.

“Son pasos que da el gobierno buscando su objetivo principal, que es el reconocimiento de la elección del 6 de diciembre”, aseguró a El Tiempo el analista político venezolano Félix Seijas.

Y los da cuando, a su juicio, ya ha asegurado un triunfo en el proceso, con medidas como la intervención de los principales partidos de oposición y otros.

“No iban a ceder en enero, ni en diciembre, cuando la oposición tenía toda la posibilidad de organizarse y participar de manera conjunta. Ahora ya la tiene dividida”, indicó Seijas, quien destacó que, además, buena parte de los electores que necesita la oposición ya siente que no se debe votar, de ninguna manera.

Pero ahora, según este analista político, acercando a opositores naturales al proceso y cediendo en la liberación de presos políticos, que ha sido un asunto neurálgico en los procesos de diálogo previos, el régimen venezolano envía un nuevo mensaje a una comunidad internacional que, en su mayoría, apartando a Estados Unidos, se ha manifestado en favor de negociaciones y de elecciones.

“Ellos van a terminar teniendo la mayoría en la Asamblea Nacional, y basta con que no sea amplia, pero con que tengan una mayoría, y ya el juego les cambia con países que no querían dar paso a algunos movimientos por no existir ese apoyo legal, que es que aquello (el Parlamento) sea reconocido internacionalmente”, insistió Seijas.

La medida anunciada este lunes, que se suma a la excarcelación, el pasado viernes, del diputado Juan Requesens, se enmarcaría en un proceso de negociación con actores que han tomado distancia de la oposición mayoritaria, y que perseguiría, como fin último, conseguir la anhelada participación en las elecciones.

Extraoficialmente, El Tiempo pudo conocer que el ex candidato presidencial, Henrique Capriles Radonski, estaría detrás de las conversaciones con el régimen para alcanzar estos y otros logros.

Esta versión no pudo ser confirmada ni desmentida por él, pues su equipo de prensa informó que no estaba atendiendo entrevistas. Sin embargo, el dirigente opositor ha manifestado su voluntad de luchar por condiciones mínimas que permitan a los venezolanos expresarse el 6 de diciembre.

“Un evento electoral siempre puede convertirse en un hecho movilizador que permita al país reencontrar el camino de la política, estando conscientes de que lo primero es la vida de los venezolanos que se enfrentan en terribles condiciones a la pandemia”, publicó Capriles en un comunicado divulgado el pasado 23 de agosto.

Su postura, sin embargo, se enfrenta a la decisión conjunta de la oposición mayoritaria, encabezada por Juan Guaidó, de no participar en un proceso que tilda de “fraude electoral”. En cambio, este bando sigue forjando una estrategia que podría contemplar, entre otras cosas, un plebiscito.

Una vez se conozca, en detalle, esta propuesta –que sigue en proceso de consulta, con tropiezos como el del fin de semana, con la dirigente María Corina Machado– Seijas cree que puede haber una pugna.

“Dependiendo de qué tanta pegada tenga esa propuesta también afectaría a la contraparte, que es la participación en elecciones, porque no son compatibles. Al debilitarse una, se fortalece la otra”, explicó.

La oposición mayoritaria se enfrenta, así, a un reto mayor.

Actores de oposición que han sido señalados de ser parte de las conversaciones con el régimen de Maduro manifestaron a este diario que esperan que esta sea una semana movida. Seijas coincide.

“Yo creo que más rápido que tarde podría terminarse conociendo de la habilitación de algunos líderes importantes inhabilitados, entre ellos Capriles. Podría ser otro de los pasos que dé el gobierno, porque era otro de los elementos que estaba dentro de la mesa de negociación en Oslo”, acotó el analista político, quien también prevé que el régimen ceda en algunas de las garantías electorales que ha exigido la oposición, como la observación internacional, mas no en la conformación del Consejo Nacional Electoral, que, sin embargo, es la principal barrera para la participación del voto opositor en el proceso.

Por: Andreína Itriago


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