La desnutrición cada vez más aguda en los niños venezolanos genera nuevas preocupaciones para el futuro del país.
Profesionales en nutrición advierten de que la mala alimentación a la que son sometidos cientos de miles de infantes se verá reflejada en los próximos años, cuando el recurso humano no cuente con las capacidades físicas ni mentales plenas.
«Si tenemos una población que pasa por un proceso de desnutrición, implica que vamos a tener adultos que van a venir ya con un menor potencial intelectual y un menor potencial físico», dijo Raquel Mendoza a Reuters.
La nutricionista de Mapani, una ONG en Barquisimeto que brinda apoyo a las familias más necesitadas para el diagnóstico de desnutrición de los niños, advirtió de que el desarrollo del país se verá afectado por esta situación.
Desde 2016, el Ministerio de Salud no menciona el tema. Para entonces, solo se limitó a asegurar que la desnutrición no era un problema de salud pública.
Sin embargo, datos de Unicef señalan que entre 2013 y 2018, 13% de la población infantil sufría de desnutrición. Sumado a esto, Cáritas indicó en su más reciente informe, el cual se basa en seis estados, que 16% de los niños menores de cinco años sufren de desnutrición aguda.
Además, casi 32% de los infantes en esas entidades, que incluyen Distrito Capital, sufren bajas tasas de crecimiento para su edad.
«Me siento como la peor de las madres», dijo Gregoria Hernández, una madre de tres niños que recientemente tuvo que hospitalizar a su hija de siete meses por desnutrición.
Por su parte, Rosa Rojas, viuda y madre de seis hijos, dijo que solo comen dos veces al día y gran parte de su dieta es a base de carbohidratos.