Foto: Cortesía

El servicio de ambulancias se ha visto afectado por la crisis política y económica del país. Los problemas de estas instituciones para abastecerse de combustible les impiden atender las emergencias.

Un artículo de la agencia AP reseñó que las enormes filas, que se extienden por kilómetros en las gasolineras, son algo común para los residentes.

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Sin embargo, los socorristas en Táchira dijeron esta semana que no pudieron atender un servicio prioritario debido al trabajo de los «traficantes». Ellos llevan la gasolina de bajo precio de Venezuela a Colombia, a cambio de grandes ganancias.

“No podemos equipar unas ambulancias”, comentó Nelson Suárez, asistente médico de servicios de Protección Civil.

Suárez dijo que sin gasolina, los conductores no pueden proporcionar transporte de rutina a mujeres cuando van a dar a luz, a los pacientes de edad avanzada con enfermedades terminales que necesitan atención ni a los diabéticos que requieren diálisis.

La crisis

Los trabajadores médicos señalaron que sólo es cuestión de tiempo, antes de que la escasez ocasione una muerte innecesaria.

En medio del fervor político, muchos venezolanos han tenido problemas para encontrar gasolina, aunque Caracas se ha librado del desabastecimiento.

Los agricultores en Táchira reportaron una escasez de gasolina a principios del año, que evitó que pudieran enviar sus productos al mercado. Sus cosechas, de zanahorias y papas, se perdieron en los campos.

Luis Vicente León, director de la firma Datanálisis, dijo que el problema se deriva de un próspero mercado negro, en el que la gasolina barata de Venezuela se vende en Colombia a precios internacionales.

Añadió que es probable que las ambulancias sean excluidas de las gasolineras por oficiales corruptos, que reciben una mejor paga de los oportunistas que roban combustible y lo llevan a Colombia.


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