Más de una veintena de comunidades indígenas en tres regiones del país tienen problemas para acceder al agua potable, denunció este sábado la organización no gubernamental Kapé Kapé, que alerta de «consecuencias en la salud y en la vida cotidiana de las personas» por esta situación.

«El derecho humano al agua y al saneamiento está ausente en las comunidades indígenas seleccionadas», aseguró en una nota de prensa la ONG, que entrevistó a 90 familias en un total de 26 comunidades de los estados Amazonas, Bolívar y Delta Amacuro.

Señaló que, ante la falta de acceso al agua, las «principales fuentes de abastecimiento» son pozos con bombas y ríos, sobre todo en Amazonas y Bolívar, fronterizos con Brasil.

Sin embargo, «el suministro mediante pozo con bomba presenta dificultades» en «la mayoría de estas comunidades». Esto, debido a que interrumpen el servicio eléctrico «al menos una vez a la semana».

En Delta Amacuro, las opciones a las que más recurren las comunidades son el «suministro por acueducto, pila de agua y la recolección del río», de acuerdo con la organización.

Advirtió que las «consecuencias más comunes son la alteración de las tareas domésticas, la higiene personal y la alteración del horario por la recolección de agua».

Según Kapé Kapé, en Amazonas, el 40% de las comunidades indígenas tienen «problemas de higiene y aseo en el hogar»; en Bolívar, el 80%, y en Delta Amacuro, el 15%.

Esta no es la primera vez que la organización denuncia fallas en servicios públicos en comunidades indígenas, que en ocasiones «deciden trancar las carreteras nacionales o regionales que pasan por sus territorios para que las autoridades los atiendan», según dijo la ONG el pasado mayo, en referencia a las poblaciones indígenas de Amazonas.


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