InSight Crime, Una Ventana a la Libertad
Foto Daniel Muñoz/AFP

La ONG Una Ventana a la Libertad denunció los innumerables casos de violencia sexual que sufren las mujeres detenidas en las comisarías policiales en Venezuela.

«En marzo de 2019 ya hablábamos de esta manera de violencia sexual contra la mujer y donde las utilizaban a manera de intercambio, de favores sexuales a cambio de alimentación o de seguridad», dijo Carlos Nieto Palma, coordinador de la ONG.

Declaró que esa es una situación que se viene presentando desde hace mucho tiempo y que uno de los inconvenientes que promueven los casos de violencia sexual, es que los sitios de detención temporal se transformaron en cárceles.

«La realidad es que en esos lugares las personas no deberían estar por más de dos días. Son espacios sin las condiciones para tener a presos ahí por lapsos mayores a 48 horas y los policías no tienen dentro de su línea de trabajo cuidar presos porque no están preparados para eso», comentó.

Asimismo, denunció que hombres y mujeres no están separados, por lo que se presencian abusos sexuales hacia las detenidas, según reseñó Voz de América.

«A veces consensuado, a veces no, pero es una situación complicada», alertó.

Custodia por personal femenino

Ante el cuestionamiento de quién debería vigilar a las mujeres detenidas, Nieto declaró que el Código de Penitenciario de Venezuela establece que las funcionarias femeninas son las que están encargadas de custodiar a las reclusas.

También indicó que está prohibido que se porten armas de fuego en las celdas.

El fin de semana pasado, una mujer de 19 años de edad murió luego de recibir un disparo en la cabeza por resistirse a mantener relaciones sexuales con un oficial.

Ante ello, el policía fue sometido a una audiencia el miércoles, donde le imputaron cargos por homicidio intencional por motivos innobles. Además de uso indebido de arma orgánica, violencia sexual y traición a la patria.

Nieto informó que el caso del oficial fue enviado a la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos, Michelle Bachelet, así como a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Reacción del gobierno interino

«Estas son situaciones sumamente graves. Esto pone en evidencia la podredumbre del sistema político que tenemos en Venezuela en donde cualquier persona con un uniforme y un arma se considera superior a un ciudadano, porque aquí se ha creado la cultura de la violencia, el lenguaje del odio», dijo el diputado Williams Dávila, integrante de la Comisión Delegada de la Asamblea Nacional.

Por su parte, Marianela Fernández, legisladora, comentó que «esto se ha convertido en la práctica habitual de muchos funcionarios policiales, que valiéndose de las armas y del sentido de indefensión de las víctimas, sacan lo peor de sus instintos hostigando y obligando a las detenidas a otorgarle favores sexuales, so pena de ser maltratadas».

Fernández denunció que esos hechos de violencia sexual son costumbre, y que ocurren ante la plena conciencia de las autoridades de los centros de reclusión.

Una Ventana a la Libertad emitió un informe sobre la situación de los centros de detención preventiva de 2020, en el que se arrojó que 24.218 mujeres se encuentran detenidas, cuando el límite de espacio es para 7.457.


El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!