mujeres Guatemala
Foto: Archivo

Mantenerse en casa contribuye a frenar la propagación del covid-19. Una medida imprescindible y, por ahora, coyuntural. Pero no todos pueden permanecer en casa, para algunas mujeres es un riesgo.

En América Latina, al menos una de cada tres mujeres ha sido víctima de violencia física o sexual, según Naciones Unidas, y ahora, algunas se encuentran bajo el mismo techo de su agresor, una problemática que la ONU calificó de “pandemia en la sombra”.

“A medida que países informan sobre el estado de la enfermedad y el confinamiento, cada vez más son las líneas de atención y los refugios para la violencia doméstica de todo el mundo que notifican un incremento de llamadas en busca de ayuda”, advirtió en un comunicado ONU Mujeres, la organización de Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género en el mundo.

Problema de salud pública

La violencia contra las mujeres abarca desde el abuso verbal y otras formas de abuso emocional, hasta el abuso físico o sexual cotidiano. En el extremo del espectro, está el femicidio, entendido como el asesinato de una mujer. Estos generalmente son perpetrados por la pareja actual o anterior de la víctima. La Organización Mundial de la Salud la ha categorizado como un problema de salud pública.

Las preocupaciones por la seguridad, salud y el dinero pueden incidir en el incremento de las tensiones durante el confinamiento.

En México, por ejemplo, las llamadas y los mensajes de ayuda aumentaron más del 80% en el primer mes de confinamiento, según la Red Nacional de Refugios.

En Argentina, las llamadas a las líneas de ayuda 144 se incrementaron 40% en los primeros 40 días y hubo al menos 28 femicidios, reseñaron medios locales.

En Colombia la línea 155, que brinda orientación a mujeres víctimas de violencia, duplicó el número de llamadas atendidas cada día.

Y en Venezuela el panorama no es muy distinto.

“Tenemos una situación de violencia contra las mujeres bastante crítica en el país desde antes de la cuarentena. La información que me han suministrado compañeras de asociaciones abocadas a la defensa de las mujeres es que cada línea telefónica atiende un promedio entre cuatro a cinco llamadas diarias”, explica Madgymar León, coordinadora de la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (Avesa).

Avesa, Tinta Violeta y Fundamujer coinciden en que los tipos de violencia que predominan durante el confinamiento, de acuerdo con los registros que llevan por sus propias líneas de atención, son la violencia verbal, que deriva en violencia física; violencia sexual y acoso u hostigamiento que se manifiesta sobre todo en la red.

Feminicidio

León enfatiza que la opacidad de datos en el país en otras áreas como la salud y la economía también se repite en los indicadores de violencia contra la mujer, por lo que solo se cuenta con los registros de las diversas organizaciones.

“El indicador que tenemos que nos da cuenta de la magnitud de la violencia contra las mujeres es el de feminicidio”, agrega.

Una iniciativa de periodistas, Cotejo.info, ha realizado desde 2018 el monitoreo de feminicidios en el país. Hasta el 28 de abril contabilizaron 105 mujeres fallecidas en el país, con una concurrencia en el Área Metropolitana de Caracas (15), Aragua (15) y Zulia (12).

“En enero se encontró un pico altísimo de un femicidio por día; esto, comparado con los meses anteriores, denota un incremento”, indica la coordinadora de Avesa.

Desde 2016 el Ministerio Público no publica cifras oficiales. “Se registraron 122 feminicidios consumados y 57 frustrados. Adicionalmente, la institución presentó 108 acusaciones, 26 casos están en fase de juicio y 50 personas fueron condenadas”, dice el informe que presentaron entonces.

Problemas estructurales

Más allá de la publicación de los datos oficiales, también hay problemas estructurales que inciden en la atención a las mujeres víctimas de violencia.

“Deja mucho que desear el Instituto Nacional de la Mujer, al igual que la aplicación de la Ley sobre el Derecho de las Mujeres a una vida Libre de Violencia”, dice Ofelia Álvarez, directora de Fundación para la Prevención de la Violencia Doméstica hacia la mujer (Fundamujer).

Continúa: “Hay una inmunidad preexistente al confinamiento. También una falta de preparación por parte de los entes receptores de denuncia, incluso de sensibilidad con las mujeres. Hay mucho rechazo. A veces, los funcionarios no toman la denuncia”.

Este problema se ejemplifica con un caso que llevó recientemente el colectivo feminista Tinta Violeta, en el que una mujer denunció a su pareja luego de ser agredida físicamente. “Estuvo detenida por dos días. El delito no se calificó como violencia de género, sino como una riña y eso es equipararlos. Incluso ella no tuvo acceso a llamadas telefónicas. No quiero generalizar, pero no todos tienen la preparación y el conocimiento”, explica Orlanis Barreto, defensora de derechos humanos.

Otro elemento que también hace más compleja la situación en Venezuela durante el confinamiento es que no existen casas de abrigo paras las mujeres.

Asesoría

Al no haber atención por el Estado, las ONG se han encargado de crear sus propias líneas de atención, antes presenciales y ahora telefónicas por el confinamiento.

El año pasado, por ejemplo, Transparencia Venezuela en alianza con la Subcomisión de Igualdad de Género y Mujer de la Asamblea Nacional, creó la opción de reportar la violencia de género en el proyecto “Dilo aquí”, que principalmente es una herramienta ciudadana para informar hechos de corrupción de forma anónima.

“Les damos una primera asesoría jurídica en materia de violencia contra la mujer y luego se remite el caso a organizaciones de defensa de derechos de las mujeres para su atención psicológica y acompañamiento jurídico. Igualmente, se remiten las denuncias recibidas en esta materia a la subcomisión para posteriores estudios”, indica Norma Ferrer, coordinadora del proyecto Dilo aquí.

Hay también otras organizaciones distribuidas por todo el país que se encargan de asesorar en la materia como Vida Jurídica, en Zulia; No permitas malos tratos, en Carabobo, y Fundación Nueva Mujer Margarita, en Nueva Esparta, entre otras.

Recomendaciones

La principal recomendación de Naciones Unidas es que los países integren esfuerzos que respondan a la violencia contra las mujeres dentro de los planes de acción para atender el covid-19. Las organizaciones no gubernamentales en Venezuela también sugieren:

1.    Informar a familiares y personas cercanas a su vivienda de su situación que pudieran intervenir en caso de aumento de tensión.

2.    Mantener el teléfono con un nivel de batería alto y con saldo.

3.    Tener a la mano los números telefónicos de emergencia.

4.    Tener una muda de ropa a mano, por si tiene que salir de emergencia o resguardarla con personal de confianza.

5.    Si ya tiene medidas de protección, debe mantener en varios lugares accesibles copia de estas resguardando la original.

6.    Notificar a los organismos competentes si llegan a ser violadas esas medidas de protección y seguridad por el agresor o una persona enviada por él.


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