gasolina

Venezuela registró este jueves largas colas e incidentes en las gasolineras, en las que ha vuelto a fallar el suministro después de tres días de un repostaje masivo con el combustible que el  régimen compró a Irán, ante la escasez que vivió el país en los últimos meses.

La reapertura de las gasolineras trajo consigo la salida a la calle de los ciudadanos, confinados desde mediados de marzo por la cuarentena por el covid-19 y por la escasez de combustible, que obligó a los venezolanos a dejar sus vehículos estacionados.

Pero la denominada «nueva normalidad» ha arrastrado viejos vicios relacionados con el suministro de combustible, un aspecto que ha fallado en los últimos años en algunas zonas del país y que este año recrudeció en toda la nación con las mayores reservas probadas de petróleo.

Reglas incumplidas

Desde el primer día de distribución de la gasolina iraní hubo fallas. Aunque las autoridades habían insistido en que las estaciones de servicio abrirían a las 5:00 de la mañana, decenas de ellas empezaron a atender clientes con un retraso de hasta siete horas, algo que se ha repetido y vuelto más común desde el martes hasta este jueves.

De la lista de gasolineras que tendrían la opción de surtir a precio subsidiado, en el cuarto día, algunas ofrecen solo la tarifa internacional, por lo que repostar por completo puede costar hasta 50 dólares, en un país en el que el salario mínimo es de 2 dólares mensuales.

Mientras tanto, la petrolera estatal Pdvsa mantiene, a través de las redes sociales, una intensa promoción de los 200 puntos de venta sin restricciones de compra, en los que únicamente se vende a precio internacional y pago en divisa, algo inalcanzable para la mayoría de la población.

Gasolineras secas

Miles de venezolanos se han quedado sin la oportunidad de echar gasolina esta semana debido a la gran afluencia de vehículos que esperan recibir una dosis del combustible subsidiado que, por orden gubernamental, se entregará un día a la semana según el último número de la placa del vehículo.

En el este de Caracas, Efe pudo constatar que decenas de personas se marchan de las colas luego de horas de espera debido a que se terminó la gasolina en esos lugares, o eso es lo que se comunican unos a otros en la larga fila.

Antonio Barreto Sira, gobernador de Anzoátegui, mostró imágenes en su cuenta de Twitter  que dan cuenta de esa realidad también en su estado, donde los ciudadanos viven el calvario que significa hasta 12 horas de espera sin la seguridad de poder repostar.

El miércoles en la noche, numerosas gasolineras registraron colas de vehículos que esperaban conseguir unos litros de combustible este jueves.

Protestas

Los reclamos no se hicieron esperar y comenzaron el mismo lunes en forma de quejas. Los ciudadanos han discutido con los encargados de las gasolineras al considerar que el tiempo de espera es excesivo o que, en no pocas ocasiones, se permite el repostaje de vehículos que no estaban en la cola.

La tensión escaló en las siguientes horas cuando empezaron a circular vídeos y fotografías en las redes sociales que mostraban enfrentamientos a gritos de algunas personas que pretendían, a la fuerza, conseguir algunos litros de combustible.

La presencia de miles de policías y militares en las gasolineras no ha impedido la proliferación de pequeñas protestas en varias zonas del país, en las que los ciudadanos han gritado consignas o mostrado carteles para denunciar el hastío en medio de la espera y la incertidumbre.


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