Linda Loaiza
Foto: Cortesía

Se cumplen 20 años desde que Linda Loaiza logró escapar de su secuestrador, Luis Antonio Carrera Almoina, quien durante 4 meses la mantuvo cautiva, la torturó, golpeó y violó en repetidas ocasiones. Desde el 19 de julio de 2001, el caso permanece impune pese a que la víctima logró elevar su voz ante instancias internacionales.

«¡Auxilio! ¡Sáquenme de aquí!», Loaiza recordó el grito que lanzó desde una ventana y que le permitió salir del lugar donde permaneció aislada del mundo.

«Hoy se cumplen 20 años de ese grito que pude lanzar desde la ventana de la última celda de tortura de las que Luis Antonio Carrera Almoina premeditó para violarme, torturarme y aniquilarme», escribió la abogada en Twitter.

Loaiza fue secuestrada por Carrera Almoina el 27 de marzo de 2001 cuando tenía 18 años. Allí permaneció por 4 meses hasta que fue rescatada, moribunda, por las autoridades venezolanas.

«Casi moribunda, aterrada, destrozada por dentro y por fuera, con desnutrición severa logré pedir auxilio y ser rescatada del primer crimen en mi contra», señaló.

Lo que Linda Loaiza desconocía es que desde ese momento en que fue sacada de su cautiverio comenzaría una nueva lucha, pero esta vez ante el sistema de justicia venezolano.

«La que podía ser la segunda ventana para salvarme dio inicio al segundo crimen: el del sistema de justicia venezolano, delegado desde el primer momento en la fiscal 33 del Ministerio Público Capaya Rodríguez González. Esa ventana de aparente salvación y de justicia comenzó a cerrarse desde el primer momento en el que dijo sería mi defensora», denunció.

Loaiza continúo: «Como única acompañante y bajo su directriz, me traslado en una ambulancia que tardó 5 horas desde La Urbanización El Rosal hasta el Hospital Clínico Universitario de Caracas, casi muero entre el intenso dolor y desesperación que le manifestaba, ella solo me decía ya vamos a llegar».

La mujer estuvo más de medio año hospitalizada después de su rescate y tuvo que pasar por el quirófano 15 veces para reconstruir su rostro, que estaba desfigurado.

Durante todo ese tiempo, la fiscal a cargo de su caso la sometió a tratos crueles pese a que se encontraba en recuperación.

«No solo me torturó con sus interrogatorios e intervenciones hasta en las salas de recuperación postoperatoria, contraviniendo órdenes médicas, e impedía la presencia para mi cuidado de mi angustiada familia sino que, como delegada y avalada por el Ministerio Público, tergiversó y obstaculizó todo el proceso penal y logró que, Luis Antonio Carrera Almoina, quien permanece impune de las muertes y delitos denunciados por las que sobrevivieron a sus torturas, quedara absuelto de los delitos de violación y tortura sistemática e intento de homicidio cometidos en mi contra», señaló.

Carrera Almoina solamente fue sentenciado a seis años de cárcel por privación ilegítima de libertad y lesiones graves.

Elevó su caso ante la CIDH

En 2016, Linda Loaiza acudió a la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) para denunciar su caso y culpar directamente al Estado venezolano por lo que consideró una injusticia.

Se convirtió en el primer caso de violencia contra la mujer ocurrido en Venezuela que llega a la CIDH, que en 2018 declaró responsable al Estado venezolano por violar varias disposiciones de convenciones internacionales que impidieron hacer justicia en el caso de Loaiza y le ordenó continuar el proceso penal interno pendiente por tortura y violencia sexual, investigar amenazas sufridas por la víctima y garantizar su seguridad, así como determinar las eventuales responsabilidades de los funcionarios que no investigaron desde un primer momento el caso.

El 26 de septiembre se cumplen 3 años desde la sentencia, que el Estado se niega a cumplir.


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