Está frente a su computadora o su teléfono inteligente. Mira el WhatsApp. Revisa los resúmenes de noticias. Trata de ingresar en alguno de los links que allí aparecen. No puede. Le sale un aviso de que la página en cuestión no está disponible. Vuelve. De nuevo trata de entrar a otros medios digitales y pasa lo mismo. El cuento se repite una y otra vez en Venezuela.
El gobierno de Nicolás Maduro mantiene una dura batalla en contra del periodismo y los periodistas. No hace mucho aspaviento, pero desde hace al menos tres años abiertamente bloquea los medios digitales que le resultan incómodos. Aspira a que la audiencia tarde o temprano se canse y busque otras opciones. Descargar e instalar un VPN (Virtual Private Network) o buscar alguna otra opción es un proceso que aunque se pinta fácil puede ser engorroso y el que no todo el mundo está dispuesto a ejecutar.
En Venezuela había 981 medios de comunicación para finales de 2021, señaló Marysabel Rodríguez, coordinadora del Observatorio de Libertad de Expresión de Espacio Público. De ellos, 172 son nativos digitales o han tenido que migrar por problemas en su plataforma original. Según estos datos, 40 medios digitales están bloqueados en el país, 20% del total.
“Algunos bloqueos son indefinidos en el tiempo, otros son más intermitentes”, detalló Rodríguez.
“Cantv lidera los bloqueos, pero en los últimos tres años se han sumado las operadoras privadas. Es una restricción severa para los medios digitales”, indicó.
Rodríguez, en su participación en un webinar organizado por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) para analizar los ataques cibernéticos contra medios y periodistas, explicó que no solo es el asedio al que son sometidos los medios digitales sino también las restricciones y controles que impone la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel), la mayoría de forma unilateral.
“Hay discrecionalidad. La radio y la televisión están sometidos por Conatel. Hay limitaciones severas. El ciudadano común sabe que no puede informarse por ellos”, explicó.
Los medios digitales bajo asedio
“El periodismo independiente ha estado bloqueado y lo hacen discrecionalmente”, afirmó Miguel Henrique Otero, presidente editor de El Nacional, que también participó en el webinar organizado por la SIP.
Otero aclaró que El Nacional no es el primero que sufre bloqueos por parte del gobierno de Maduro. Antes, otros como Efecto Cocuyo, El Pitazo, El Estímulo y La Patilla, por contar solo algunos (exclusivamente nacionales), han sufrido los arrebatos del censor. Su caso, sin embargo, va más allá por la reciente expropiación del edificio sede y la posterior adjudicación, solo hace unas semanas, a Diosdado Cabello en una acción de dudosa legalidad ejecutada por la jueza Lisbeth del Carmen Amoroso Hidrobo, hermana de Elvis Amoroso Hidrobo, contralor general de la República.
“Como no pueden con nosotros entonces empezó el bloqueo, que es arbitrario. Los bloqueos son decisiones discrecionales del autócrata”, recalcó.
Otero aseguró que el país está secuestrado por una corporación criminal. “Hay una política de Estado para acabar con la libertad de expresión”, agregó.
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Efecto Cocuyo, bloqueado
Efecto Cocuyo está bloqueado en Venezuela desde 2019, primero por Cantv y luego por las operadoras privadas. Luz Mely Reyes, directora y cofundadora, indicó que alguien dio la orden de bloquearlo y las operadoras de telefonía e Internet la acatan.
“En Venezuela se han ido cerrando los espacios tradicionales para expresarse”, manifestó.
“Las operadoras ejecutan decisiones. Eso lo sabemos. Igualmente, no responden a las solicitudes de información de los medios digitales”, escribió en el chat del webinar de la SIP.
Y agregó: “El tema de las operadoras es retador porque son el brazo ejecutor de las órdenes que dan desde los entes reguladores”.
“Es un tema de no fácil solución”, indicó Ricardo Trotti, presidente ejecutivo de la SIP, quien aseguró que la organización deberá prestar más atención.
Cada vez más frecuentes
Michel Roberto de Souza, director de Políticas Públicas de Derechos Digitales, advirtió que las agresiones contra medios digitales y periodistas es cada vez más frecuente en Latinoamérica. “Hay hackeos a gran escala a periodistas, medios y organizaciones de derechos humanos”, detalló.
“Se ve afectada la democracia. Se usa la tecnología de vigilancia para socavar los derechos humanos”, alertó.
“Las soluciones no son solo protegerse. Los Estados tienen deberes. Esto no debe suceder. Es necesario denunciar los abusos y prevenir el uso de la tecnología de manera indebida”, indicó.