En el Gran Roque, isla del archipiélago Los Roques, los habitantes retoman poco a poco la normalidad. Las autoridades comenzaron a flexibilizar la cuarentena cinco semanas después de que se detectó la primera persona contagiada de coronavirus.
Lidio Sarabia, habitante de la isla, aseguró a El Nacional que el virus llegó al archipiélago por un grupo de nueve personas que viajó desde España. El primer lugareño contagiado alertó por un chat que tenía dificultad para respirar y otros síntomas propios del covid-19.
El joven asistió a la medicatura para que le practicaran la prueba, que dio positivo. Luego de que se detectaran los primeros casos, las autoridades sanitarias realizaron los despistajes casa por casa.
Los pacientes que arrojaron positivo fueron trasladados a La Guaira, estado Vargas, para ser ingresados en un centro de atención que cumpliera con las condiciones necesarias.
Julio Hernández agregó, en conversación con este diario, que al mismo tiempo estaban saliendo los últimos turistas que se encontraban en el Gran Roque.
«Los primeros días todos estábamos encerrados. La guardia rondaba a toda hora y te podían llevar al comando si estabas en la calle», recordó.
Libre de coronavirus, pudiera decirse
Hasta la fecha no se han registrado nuevos contagiados en el archipiélago, donde el confinamiento decretado como medida de seguridad impactó el turismo, principal fuente de ingreso.
Sarabia precisó que actualmente pueden estar hasta las 11:00 pm en la calle, horario que no estaba permitido en días pasados porque los militares a partir de las 7:00 pm comenzaban a prohibir la circulación.
«Prácticamente el pueblo está normalizado, pero con las precauciones. Seguimos usando tapabocas, la gente ahora camina tranquila hasta una cierta hora, los guardias te ven y no dicen nada», expresó.
Hernández, asimismo, puntualizó que pueden salir a hacer deporte, a otros cayos, a pescar o a recrearse. Pero todavía están prohibidas las aglomeraciones y las reuniones.
«Gracias a Dios aquí en el pueblo no ha habido más casos», expresó Sarabia.
Pese a que la situación se ha restablecido con lentitud, las posadas continúan cerradas porque no hay entrada de turistas ni de personas que salgan desde La Guaira.
Aunque en Los Roques no han surgido nuevos casos de contagios, en el resto del país la cifra continúa en aumento. Hasta la fecha, los números oficiales señalan que más de 300 personas han sido infectadas con el covid-19 en todo el territorio nacional.
Con pocos insumos
Apenas el pasado sábado llegó un buque del Miranda Jet con las cajas de alimentos que distribuye el Comité Local de Abastecimiento y Producción. Actualmente esa nave es la encargada de trasladar la gran mayoría de los productos desde tierra firme.
Pero hasta el domingo los líderes de calle no habían distribuido las cajas porque se encontraban en reuniones con Félix Plasencia, jefe de gobierno del Territorio Insular Francisco de Miranda.
La última vez que los habitantes recibieron el beneficio fue pocos días después de que se decretara la cuarentena. En esa ocasión, la entrega se realizó de forma gratuita.
En un ritmo normal, los pescadores del Gran Roque les venden su mercancía a los botes que llegan para garantizar el ingreso económico y tener cómo comprar productos en la isla. En otras ocasiones cambian el pescado por otros rubros cuando llega el Miranda Jet.
«Por un tiempo hemos estados viviendo de nuestros ahorros, estamos acostumbrados a guardar provisiones para varios días o meses; aparte, hemos podido pescar y bucear para conseguir alimento y mediante trueques conseguimos otras cosas como arroz, pasta, carne, pollo y vegetales», señaló Hernández.