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Foto: Cortesía

El cadáver de Norberto Vargas Lozano, de 45 años de edad, fue encontrado en el segundo piso de su vivienda del barrio La Coromoto, avenida San Martín, Caracas.

Vargas Lozano, de nacionalidad colombiana, era dueño de una barbería ubicada en Artigas, parroquia San Juan, desde hace más de 15 años. En Colombia tenía un autolavado.

La última vez que vieron al barbero fue a las 5:00 p. m. del lunes de la semana pasada, cuando llegó a su vivienda.

La hermana de la víctima, que viajó desde Cartagena para reclamar el cadáver, era quien siempre se comunicaba con él, por videollamadas o WhatsApp. Luego de unos días no pudo contactarlo más y por eso pidió a sus amigos que lo buscaran.

Los amigos llegaron a las adyacencias de la casa del barbero, pero no pudieron entrar.

El sábado pasado regresaron al barrio La Coromoto y notaron que de la residencia del desaparecido salía un mal olor. Junto a los vecinos, solicitaron la intervención de funcionarios de la PNB de El Paraíso.

Una comisión de ese organismo entró en la vivienda y en el segundo piso, en la habitación de Vargas Lozano, hallaron el cadáver.

Los policías observaron que tenía una herida en la cabeza, presuntamente por un batazo.

La residencia estaba en completo desorden. A simple vista se observó que se llevaron un televisor de 35 pulgadas, dinero en efectivo, una computadora, una laptop, un celular, la ropa y zapatos de la víctima, además de otros objetos que la familia desconoce.

La primeras pesquisas policiales indican que la cerradura de la puerta de entrada de la casa no estaba forzada. Esto indicó que el homicida o los homicidas del barbero eran conocidos de él.

La hermana de la víctima expresó que él desconfiaba de todos. “Tenía muchos conocidos, pero pocos amigos”, dijo.

Vargas Lozano era el sexto de ocho hermanos. No dejó hijos. Tenía previsto comprar un pasaje para viajar a Colombia, adonde iba frecuentemente.


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