Antonio Ecarri
Foto: El Nacional / Ezequiel Carias

Antonio Ecarri aspira a ser la primera vía en Venezuela, de cara a las elecciones presidenciales de 2024. La educación sigue siendo su bandera, pero hoy se le suman la innovación y modernización, con las propuestas que promueve con el fin de «transformar el Estado y multidimensionar la economía venezolana».

«Todo lo que estamos viendo es una situación muy tétrica, muy lamentable; es el fin del Estado petrolero. Venezuela se volvió una carcacha, una chivera. Nosotros necesitamos transformarla desde adentro, con nuestro capital humano, para convertirnos en el punto de innovación y modernización más importante de América Latina», manifiesta en entrevista con El Nacional.

El candidato presidencial de la Alianza del Lápiz se distancia del chavismo y de la oposición tradicional, representada principalmente por los partidos del G4 (Primero Justicia, Acción Democrática, Un Nuevo Tiempo y Voluntad Popular). A su juicio, ambos grupos son «los protagonistas de 24 años de errores y fracasos».

Por esta razón, defiende su decisión de no participar en la elección primaria de la oposición, convocada para el próximo 22 de octubre. «El país clama unión, pero no la unión de un grupito de partidos. El país clama una unión real», sostiene con firmeza.

Desde la sede del partido que formó hace apenas seis años, Antonio Ecarri se muestra jovial, ameno y seguro en sus convicciones. Considera que es momento de acabar con «el monopolio del fracaso de Venezuela, que es el monopolio de la MUD y del PSUV».

En este sentido, impulsa la creación de un «Gran Pacto Independiente», en el que espera reunir el apoyo de los excluidos del G4 y del PSUV, para conquistar a las mayorías populares.

Asegura que en Venezuela solo puede producirse un cambio si viene acompañado de las mayorías populares. «La única manera de que en Venezuela no vaya a haber un golpe de Estado y te quiten del poder 48 horas después, es que te acompañe Catia y el 23 de Enero», recalca.

Antonio Ecarri
«La única manera de que en Venezuela no vaya a haber un golpe de Estado y te quiten del poder 48 horas después, es que te acompañe Catia y el 23 de Enero», asegura Ecarri. Foto: El Nacional / Ezequiel Carias

Es por ello que trabaja para conquistar a los sectores populares y, además, sumar a la clase media-alta en su campaña por la educación. «Vamos a unir a esos dos países que han estado divorciados por más de 25 años. Yo voy a hacer que Catia y el 23 de enero voten igual al Country Club; es más, voy a hacer que el Country Club vote esta vez por quién vota Caracas, especialmente el 23 de Enero y Catia», asevera con determinación.

Salario de 2.500 dólares para los maestros e indemnización para los maestros

Un salario mensual de 2.500 para los maestros, con un Estado que priorice la educación, y un plan de emergencia e indemnización para los venezolanos, con recursos que provengan de los ingresos de la producción petrolera, son algunas de las propuestas de Antonio Ecarri.

«Vamos a plantear una reforma grande a la Ley de Hidrocarburos para permitir la mayor cantidad de inversiones, tanto nacionales como internacionales, en la industria petrolera, pero los ingresos de ese incremento de producción por vía de regalías yo quiero que vaya directo en un plan de emergencia y de indemnización a los venezolanos«, precisa.

Estos recursos, continúa, deben distribuirse de manera directa a los ciudadanos para que ellos puedan costear una buena educación, una buena póliza de salud y tengan acceso a un sistema de seguridad social. «Estamos hablando de una reforma, de una transformación a fondo de la manera en la que se han estado llevando las cosas en Venezuela en los últimos 60 años», explica.

«Torpeza crónica»

Antonio Ecarri califica de «torpeza crónica» las críticas que ha recibido por sus reuniones con Nicolás Maduro y el expresidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

Señala que, pese a los señalamientos, mantendrá sus convicciones. Entre ellas, la transparencia de su política, por lo que hablará con quién quiera, pero de manera pública y transparente. «Yo lo hice público, hay otros que se la dan de radicalísimos y de héroes de la patria, y resulta ser que hablan es en privado», menciona.

«Ahí es donde el régimen se fortalece porque con sacarlo en la televisión tienen. ¿Qué me van a sacar a mi ahorita con Maduro? ¿Una foto? Sí, yo me la tomé, y me la tomé en público. Allá hay otros que le tienen la foto guardada por si acaso», agrega con jocosidad.

Además, indica, que no esconderá a sus amistades, entre los que se encuentra el expresidente Rodríguez Zapatero. «Yo soy amigo del expresidente Rodríguez Zapatero, así como soy amigo de muchos otros presidentes, no solo de América Latina sino de España porque tengo 16 años al frente de la Casa Uslar Pietri y he tenido el honor de hablar con muchos jefes de Estado, por lo que voy a seguir trayéndolos», apunta.

—¿Es prudente su decisión de no participar en la primarias, en un momento en el que el país clama por unidad?

—La MUD y el PSUV son lo mismo, es el país sin destino, sin ruta. El Lápiz, ya entrando en esta nueva etapa de la historia de Venezuela, después de sufrir tanto y de tantos errores, nos cansamos de pertenecer a lo mismo. El país clama una unión real, donde pueda haber un cambio sin sobresaltos, una transición pacífica en Venezuela, y eso se hace de la mano de la gran mayoría popular venezolana. Y tú no ves a los sectores populares movilizados para una primaria nunca. Ahora, lo que si vamos es a movilizar a los sectores populares para producir la rebelión del voto, y esa rebelión del voto es la rebelión contra un status quo que ha llevado al país al hambre y a la miseria. Una, por mala administración, los otros por promover sanciones y por los malos manejos de los activos de Venezuela en el exterior. Nosotros queremos promover hoy algo distinto porque Venezuela es distinta.

—Estuvo promoviendo una Consulta Popular Abierta, ¿en qué se diferencia esta de la primaria?

—La consulta tenía que ser una consulta amplia, donde se involucrara a la sociedad civil y no hubiera ningún tipo de exclusión. Yo decía que participara desde María Corina (Machado) hasta el Partido Comunista de Venezuela, pero aquí lo que vemos es una elección interna del G4, donde el propio G4 dictó una comisión de primaria. Son los mismos que tienen 24 años tomando las riendas de la oposición y llevándonos a todo un desastre, son los mismo del paro petrolero, que le entregamos Pdvsa al gobierno; son los mismo de la Plaza Altamira y le entregamos las Fuerzas Armadas a Chávez; son los mismos de la abstención del 2005, donde le entregamos también el Parlamento a Hugo Chávez. Ese monopolio de la acción política tiene que acabarse para que Venezuela pueda tener un futuro mejor, para que pueda haber desarrollo, para que pueda haber un gobierno moderno que entienda la educación, que entienda que puede haber un gobierno mutimoneda, un gobierno liberal que abra las inversiones, un gobierno con una inmensa sensibilidad social que acabe con estas diferencias abismales, que pueda ese gobierno darle voz a quienes hoy no tienen voz.

—¿Puede Antonio Ecarri, con la Alianza del Lápiz, ser un oponente formidable para la Plataforma Unitaria y el chavismo en 2024?

—Ya lo hicimos. No solamente es una cosa simbólica, es que en el municipio Libertador de Caracas obtuvimos un segundo lugar, duplicando a la MUD. Sin embargo, no ganamos por la abstención. Es decir, nosotros quedamos de segundo en Caracas, pero quedamos campeones en el corazón de la gente. La gente sabe que si hubiera ido a votar hoy la Alcaldía de Caracas estuviera en las manos del Lápiz, de la educación, pero eso nos dió también una señal de que no fue a votar la clase media por el Lápiz, fue a votar los sectores populares por el Lápiz. Cuando tú ves que nuestra votación duplica o triplica en los sectores populares, estás dando una muestra de que nuestra señal avanza.

—¿Será Antonio Ecarri, entonces, la tercera vía para Venezuela?

—La primera vía (risas). Vamos a convertirnos en la primera vía de los venezolanos porque la primera vía que tienen los venezolanos es la educación y allá vamos. Es decir, que los maestros puedan ganar 2.500 mensuales, que tengamos medidas de recorte del gasto público del Estado para nosotros dirigir el incremento de la producción del petróleo, porque vamos a tener un incremento en mí gobierno. Los ingresos de ese incremento de producción, por vía de regalías, yo quiero que vaya directo en un plan de emergencia y de indemnización a los venezolanos. Los venezolanos merecen una indemnización de tanto daño que han sufrido durante los últimos 40-50 años en Venezuela. Los venezolanos han perdido su capacidad adquisitiva, le robaron el seguro social y no estoy hablando solamente de los tiempos de Hugo Chávez, estoy hablando de hace rato, donde se devaluó la moneda y perdimos todo. ¿Eso quién se lo paga a los venezolanos? El Estado tiene que indemnizar a los venezolanos y, la única vía, es por la vía del petróleo.

—¿Cómo sería la distribución de esos recursos?

—La distribución de recursos seria de manera directa a través de una aplicación. Muy pronto vamos a presentarle a Venezuela un sistema bastante moderno de cómo los venezolanos pueden participar activamente en el incremento de la producción petrolera. Aquí hubo un daño en Venezuela, ese daño tiene que repararlo el Estado y el Estado venezolano es un Estado muy rico si se sabe administrar bien. Si no hay corrupción, el Estado puede ser muy rico y, puede distribuir y tener un sistema que haga que los venezolanos puedan tener dinero. Yo quiero para los venezolanos un Estado moderno, innovador, que protege al emprendedor, que definitivamente da y se ocupa de las nuevas circunstancias. El gran problema del siglo XXI es la explotación del hombre a si mismo, que es el emprendimiento. Ahí no hay condiciones sociales ni laborales, ahí hasta el descanso tú lo comienzas a ver como un pecado. Hay un tema educativo que tiene que ir al lado del emprendimiento para que te vaya mejor en la vida, para que puedas atender bien a tus hijos porque trabajando todo el día abandonas a la familia. Hay una cantidad de problemas sociales y éticos que están alrededor de la nueva sociedad, y para eso se necesita un gobierno que entienda esos nuevos problemas. Los señores que están soñando con batir los brazos como Carlos Andrés Pérez, vestirse como Luis Herrera Campins o andar tomando como Jaime Lusinchi, huelen a viejo. Necesitamos pensar una nueva Venezuela.

—Habla de la dolarización de la economía y de un aumento del salario a 2.500 dólares, ¿es factible eso?

—Los 2.500 dólares son para los maestros venezolanos porque nosotros creemos en una reforma y una transformación del Estado que permita pagarle eso a los maestros, incluso una transformación del régimen laboral de los maestros venezolanos. Hay que promover un nuevo diseño del sistema educativo y, muy pronto, lo vamos a lanzar. Cuando tú tienes a la educación como motor de la economía, la gente está mejor formada y eso hace que todos los índices económicos, micros y macros, mejoren. La manera de lograrlo es invertir en la educación, tener mejor capital humano y, ese capital humano, te va a reinyectar la economía. Sí estamos pensando en la dolarización, pero a veces me pongo a pensar si es solamente la dolarización. Yo creo que Venezuela tiene que migrar a un régimen multimoneda. Nosotros no podemos bloquearnos nosotros mismo. Hoy estamos sancionados por Biden y por Maduro, por lo dos. El impuesto a las grandes Transacciones Financieras es una aberración. ¡Si estás bloqueado! ¡Por Dios, eso es de la torpeza más terrible que he visto yo en mi vida! Si estás bloqueado, más bien promueve que si te quieren pagar en chapitas de refresco, que te paguen en chapitas de refresco, que haya libre comercio para que Venezuela pueda recibir lo que sea, pero, además, abrir los bancos y los créditos. Es una falta de respeto al Libertador que nosotros tengamos hoy una moneda devaluada con su nombre. Entonces, esa falta de respeto tenemos que corregirla. ¿Que en la Constitución está como la moneda legal el Bolívar? Está, el Bolívar puede circular pero no en exclusiva. Yo quiero que los empleados públicos, por ejemplo, ganen en dólares porque el Estado venezolano está recibiendo dólares por la venta del petróleo, y, ¿porqué no volvemos a anclar el Bolívar al oro? Hay muchas cosas que podemos hacer, pero con la mente abierta y pensando en el ciclo XXI, en el ciclo de la tecnología. Hoy que el mercado global no está muy distorsionado, pero es el momento de abrirnos mucho más. Venezuela debe de estar recibiendo yen, yuan, dólares, euros, lo que quieran pagar porque tenemos que tener una economía libre, frente al secuestro del Estado, esa es la única ruta para alcanzar el desarrollo en Venezuela. Entonces, ¿dolarizar? Sí, en principio, pero yo quiero multidimensionar la economía venezolana y que seamos la economía más abierta de América Latina.

—Ha sido duramente cuestionado por sus reuniones con Nicolás Maduro y con el expresidente Rodríguez Zapatero, ¿qué puede decir al respecto?

—Para que yo logre un cambio sin sobresaltos en Venezuela tengo que hablar con Maduro. Yo tengo que lograr que Maduro me entregue la banda presidencial en el Salón Elíptico del Palacio Federal, o en la antigua Cámara del Senado, donde él quiera, pero me va a entregar la banda presidencial porque es la única manera de que los venezolanos no sufran más. Aquí es muy fácil disfrazarse de patriota y de héroe en una esquina, gritar a los cuatro vientos que tú eres más sano que José Antonio Páez y que el Mariscal Sucre, pero resulta que mientras tanto está sufriendo toda la gente. Tenemos que hacer el sacrificio y tener la incomodidad de conversar con el adversario. Es muy, muy difícil, genera inconformidad, sacrificio y desconfianza crear una plataforma de centro y abandonar los cómodos y eternos lados de la izquierda y la derecha. Si tú te pones en el centro es porque tienes que hacer las cosas diferentes. Si tengo que hablar con Maduro, voy a hablar con Maduro trescientas mil veces, el problema está cómo lo haga. Yo lo hice público. Igual pasa con el expresidente Rodríguez Zapatero. Los venezolanos tenemos que hablar con todo el mundo; yo voy a hablar con todos porque tengo que abrir a Venezuela, necesito que los venezolanos vivan bien. El caso del presidente Zapatero es bien curioso. Todo el mundo le vive pidiendo favores al expresidente Rodríguez Zapatero pero en privado, entonces yo le hago una reunión y foro público, y los mismos que le piden favores al expresidente Rodríguez Zapatero resulta que le caen a piña a él y a mí. Eso es hipocresía, eso es no ser sincero con la gente. Los venezolanos necesitamos una cura de verdades. Los venezolanos saben aquí en el Lápiz con quién nosotros nos reunimos porque todas nuestras reuniones son públicas. El expresidente Rodríguez Zapatero tiene una importancia suprema para la política europea, no podemos dejar a un lado que pertenece al partido de gobierno de España. Hoy el jefe y presidente del gobierno de España (Pedro Sánchez) pertenece al Partido Socialista Obrero Español y, además, el presidente Pedro Sánchez va a ser el presidente de la Unión Europea. En mayo comienza el período del presidente Sánchez, ¿cómo no vamos a hablar nosotros con la UE, si necesitamos que vengan a ver las elecciones? Evidentemente tengo que hablar con el expresidente Rodríguez Zapatero y tengo que hablar con el presidente Sánchez. Por mí pueden decir todo lo que quieran y se pueden formar todos los fakes news que quieran, pero nuestra política no la van a cambiar. Y muy pronto voy a traer a jefes de Estado también bastante incómodos, que también le van a incomodar al gobierno.

—Habla de una transición pacífica, ¿es posible que el gobierno ceda poder, cuando han dicho que no lo sacan ni a balazos?

—No vale, esos no aguantan una mayoría popular (risas). Para que haya un cambio en Venezuela, se debe producir una mayoría popular; la mayoría popular que construyó Betancourt, que trajo CAP y construyó Hugo Chávez, la mayoría popular que no se ha hecho todavía y que respaldó hasta hace poco a Maduro. Hoy en día, el inmenso descontento del país es la mayoría popular, a quien la oposición nunca va a conquistar. Esa oposición le tiene tirria a las mayorías populares, le tienen asco a las mayorías populares, mientras nosotros creemos en la mayoría popular. Tengo años metido en los sectores populares, tanto de Caracas como del interior de Venezuela, llevando educación y llevando innovación para que se formaran emprendedores. Nosotros tenemos en nuestra bala haber formado ya a casi 20.000 emprendedores en Venezuela, porque nosotros lo que sentimos lo practicamos y lo hacemos. Si no es al lado de los barrios, de los sectores populares y de la masa campesina, en Venezuela no va a haber cambio, que lo anoten. La única manera de que no haya un golpe y te quiten del poder 48 horas después, es que te acompañe Catia y el 23 de Enero.

—¿Y Catia y el 23 de enero van a apoyar a Antonio Ecarri?

—Ya nos han apoyado y yo estoy feliz de que nos hayan apoyado. Nos apoyaron en esta elección parcialmente porque había mucha gente que no creía en el voto y se abstuvo, pero esta vez los tengo que enamorar. Estoy completamente convencido que Catia y el 23 de Enero van a votar por el nuevo presidente, y van a tener nuevo presidente.

—¿Cómo se enamora a un pueblo que está tan decepcionado?

—El 21 de noviembre demostramos que podíamos salir, que podía haber una nueva vía, que podía haber una fuerza independiente, distinta a los dos polos tradicionales, y se comenzó a enamorar. Ese enamoramiento va porque la gente quiere también ver cosas diferentes. Nosotros somos las fuerzas independientes emergentes, somos nuevos. ¿Cuál es nuestra gran área de oportunidad? El desconocimiento. Es decir, yo necesito que nos conozcan más, que conozcan más nuestra propuesta y nuestra visión del país. Mientras más nos conocen, más nos van a querer y más va a ser la intención del voto. Créeme, esta fuerza independiente en vez de dividir, va a unir.

—¿Cómo combatir el desconocimiento de la gente con la hegemonía comunicacional que hay en el país?

—Es haciendo un gran trabajo. Aquí hay que recorrer el país como lo hicieron también Betancourt, Caldera y Villalba; como lo hizo Uslar, como lo hicieron todos, pueblo a pueblo, pero no solamente visitando. Nosotros vamos a los rincones del país a abrir casas del Lápiz, centros de formación de emprendimiento. Nosotros donde llegamos, llegamos con la educación. La campaña del Lápiz es la educación y vamos a sumar a todos. Yo quiero sumar a los comunistas, a los socialistas, a los consejos comunales; a las bases culturales del PSUV yo la quiero sumar. Ese es mi reto. La oposición independiente está con nosotros, pero yo tengo que enamorar a los que se decepcionaron. ¿Cuál es el gran reto del Lápiz? El gran reto de nosotros es cautivar a esa inmensa mayoría popular que se decepcionó del PSUV y de la MUD. De ahí se va a producir un nuevo gobierno.

—¿En sus visitas al interior del país, qué se ha conseguido y en qué se diferencia de los sectores populares de Caracas?

—Me he encontrado unas diferencias abismales. Veo más pobreza todavía en el interior. A veces veo cómo vivir en la carretera Caracas-La Guaira es caso igual que vivir en el Country Club, al lado de vivir en las riberas del Lago de Valencia. La situación de hambre y de miseria que hay en Venezuela es terrible. Los cinturones de pobreza que hay en Guárico, por ejemplo. A mí me da dolor el gran granero del país, que pudiera ser una fuente de alimentación. Nosotros tenemos 22 millones de hectáreas que pudieran ser susceptible de desarrollo agrícola y, además, Europa está necesitando alimentos. Las grandes necesidades de la UE son dos: una, combustible-energía, te la tengo; y dos, alimentos, te la tengo. Es decir, nosotros lo que necesitamos es poner a producir al país y, el poner a producir al país es con un gobierno que genere confianza. Me he encontrado con pobreza, pero también me he encontrado con un espíritu emprendedor espectacular.

—Reconciliación y negociación son escenarios difíciles de aceptar para las víctimas de derechos humanos, ¿qué puede decir al respecto?

—La situación de derechos humanos en Venezuela es muy dolorosa. Yo fui una de los fundadores de la Defensoría del Pueblo y uno de los redactores de la Ley de la Defensoría del Pueblo, y estoy claro de la precaria situación de cumplimiento de las obligaciones del Estado con los derechos humanos en Venezuela. Tenemos varias clases de violaciones derechos humanos. Tenemos la violación de los de los niños, niñas y adolescentes, que tiene que ver con la situación precaria de la educación; luego tenemos la violación de derechos humanos que tienen que ver con los derechos económicos, sociales y culturales, ahí hay una violación masiva, y esa violación también tiene que ver con la indemnización que yo estoy tratando de promover. Que el Estado indemnice a las víctimas de los derechos humanos es una obligación que está en todas las convenciones y pactos internacionales, pero todo pasa no por venganza sino por la reconciliación. Es decir, tiene que pasar por un proceso de reconciliación y de reconstrucción de la justicia en Venezuela para que podamos juzgar a los que tienen que ser juzgados por violaciones de los derechos en su país, con su jurisdicción, pero eso es parte del inmenso trabajo que hay que hacer por la reconstrucción del Estado venezolano. Aquí hay muchos profesionales con vocación que nos puede ayudar a reconstruir el sistema de justicia en Venezuela.

—¿Se puede ganar con este CNE?

—Se puede ganar con este CNE y con uno peor. Sería una incoherencia para mí ir otra vez con el cuento del CNE. Aquí lo que hay es que tener testigos electorales bien preparados, una maquinaria electoral bien preparada. Nosotros en Libertador y en Aragua, donde ganamos en Palo Negro, en San Sebastián de Los Reyes, teníamos el padrón completo. En el informe UE está reflejado que en el Libertador lo que existían eran testigos del Lápiz y del PSUV, porque nos montamos a hacer una maquinaria desde años. Ahora queremos construir una gran plataforma nacional que una al descontento opositor y ahí juntar una gran maquinaria nacional, que definitivamente construya un gobierno de coalición y ese gobierno de coalición le de prosperidad y beneficios a los venezolanos.

—¿Qué tiene que tener el próximo próximo presidente de Venezuela?

—Confianza, respetabilidad, preparación y la mente abierta porque la gran cantidad de cambios que está dando el mundo, más los cambios que hemos experimentado en Venezuela, definitivamente merecen un presidente que entienda que tiene que estar constantemente en cambio.

—¿Un mensaje para aquellos venezolanos que hoy están descontentos con el chavismo y las distintas oposiciones?

– Yo soy uno de ustedes, soy uno más del descontento, que no me gusta el PSUV ni me gusta la MUD, que esa es la Venezuela sin destino. Tenemos que unirnos todos los excluidos para formar un gran frente nacional independiente que gane la mayoría popular y que, desde los sectores populares, podamos construir esa nueva mayoría que, a través de la educación, va a transformar a Venezuela.


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