1. Laila es una joven campesina musulmana del África profunda, muy pobre y en edad de casarse. Vive en una aldea donde todos son de raza negra y pobres al igual que ella. Varios jóvenes están detrás de Laila pidiéndole matrimonio.

2. Laila está recibiendo presiones de sus padres para casarse. Ya tienen la dote preparada. Ella les ha dicho que sí está decidida a casarse, pues desea independizarse de su hogar este mismo año. Ese es su máximo objetivo. Esta ansiosa de liberarse del yugo familiar, y sólo puede lograrlo a través del matrimonio.

3. Pero Laila pone tres condiciones para aceptar a un pretendiente negro y pobre de la aldea: que sea blanco, que tenga ancestros de la realeza inglesa, y que tenga mucho dinero. Estas exigencias son muy legítimas desde el libre albedrío humano, pero Laila no logrará casarse en esa aldea y mucho menos este año. Le toca un trabajo arduo por delante para lograr su objetivo.

4. Elliot, un sabio errante que pasaba por allí, se enteró del caso, y se le acercó para decirle: “Laila, es legítimo que tengas aspiraciones de cambios en la vida, pero no eres realista. Si te quieres casar este año y quieres independizarte, debes conformarte con lo que tienes a mano. Luego verás qué haces. De lo contrario debes esperar un tiempo mayor y con altas probabilidades que nunca consigas lo que estás soñando”.

5. “Laila -continúa Elliot-, sabes perfectamente que la gente de tu aldea no cambiará su naturaleza. Tú más que nadie estás consciente de ello. Más aún, tengo la impresión que todas tus exigencias son un pretexto para no casarte.”

6. Varios dirigentes opositores venezolanos han definido al gobierno de Nicolás Maduro como “una narco dictadura comunista, terrorista y totalitaria”. Ese gobierno ha arruinado al país completo. Hay mucho sufrimiento en los hogares y en la calle. Ha forzado a más de cinco millones de venezolanos al éxodo. Y para rematar ha jugado duro contra sus opositores (sin ignorar que los opositores también han jugado duro).

7. Pero ese gobierno ha decidido algo impensable en una dictadura comunista: conformar un organismo electoral donde estén presentes algunos opositores (no la mayoría, lógico, pues entonces no sería una dictadura). Y mire que casi fue posible un organismo paritario.

8. También el gobierno está pensando convocar a unas elecciones parlamentarias este año, tal como corresponde por mandato constitucional (no es una concesión graciosa del gobierno), y donde participe la oposición. Y de darse un consenso entre el gobierno y la oposición, hay altas probabilidades que haya una supervisión internacional de los comicios.

9. Si la dictadura de Castro-Diaz Canel aceptara algo similar en Cuba, los cubanos le arrancarían el brazo al gobierno. No lo pensarían dos veces. Acudirían masivamente a unas elecciones que además estaría supervisada por las Naciones Unidas. No les importaría el hecho que no fuesen elecciones presidenciales. Lo importante es irle arrebatando espacios de poder a la dictadura.

10. Los cubanos aprendieron, tras 60 años de miseria y represión, que una dictadura comunista se come en rebanadas, y que cualquier cambio pasa por el Partido Comunista más no contra el Partido Comunista (Elliot Abrams dice lo mismo en el caso venezolano).

11. Lo importante es acumular poder y luego saberlo administrar correctamente. La oposición venezolana no ha tenido paciencia para acumular poder, y cuando conquistan algún espacio relevante (AN por ejemplo), entonces (en medio de una exacerbada impaciencia juvenil) creen que ya es hora de ir por la cabeza del adversario (Maduro vete ya). Llevamos 20 años con el mismo formato.

12. Creo francamente que algunos dirigentes de la oposición venezolana, al igual que la musulmana Laila, están exigiendo mucho más de lo que las realidades permiten. Están totalmente fuera de contexto. Por un lado, sostienen con vehemencia que estamos frente a una dictadura comunista, narcotraficante y terrorista (lo cual significa que todos los opositores tendrían prohibido participar en cualquier proceso electoral, y sabemos que no es así), pero por otro lado exigen que la dictadura se comporte con criterios democráticos modernos. Quién entiende.

13. Se supone que cualquier elección que convoque un gobierno definido como dictatorial está sesgada por el ventajismo y el atropello. Sin duda. Pero a estas alturas del juego, luego de haber perdido muchos espacios de poder (más por errores propios que por la acción represiva del gobierno), y cuando ya no es posible ningún desenlace militar, lo único que le interesa a la oposición son 5 condiciones mínimas para comenzar a retomar el camino:

  • Un nuevo CNE donde haya representantes de la oposición (lo ideal hubiese sido un organismo paritario, sin duda).
  • Que en cada mesa de votación hayan testigos de oposición.
  • Que los venezolanos salgan a votar masivamente, lo cual requiere de una narrativa opositora que los seduzca y les haga sentir la importancia de las elecciones parlamentarias.
  • Que los opositores vayan lo más unidos posible al proceso, y donde sus candidatos sean escogidos por consenso y por elecciones primarias.
  • Que los votos que se emitan sean votos que se cuenten. Y esto último sí ha ocurrido en todos los procesos electorales donde ha participado la oposición, (excepto en el estado Bolivar en 2017). En próximos análisis lo explicaremos mejor.

14. Esos cinco puntos son suficientes para ganar por amplio margen cualquier elección. Lo demás es accesorio en estos momentos. Pero asimismo sostengo que la ausencia aunque sea de uno de estos cinco puntos estaría seriamente comprometida una victoria opositora. De allí la importancia de la mayor unidad orgánica y estratégica posible.

15. Lo importante es no desperdiciar ningún espacio de lucha. Ninguno. Y las elecciones son el único escenario donde los opositores han demostrado mayor efectividad. Es su zona de confort. Allí están sus mayores fortalezas.

16. Al igual que Laila la musulmana, muchos opositores están buscando excusas para no participar en elecciones (esa es la verdad) y seguir peleando en el terreno donde el adversario es fuerte: la confrontación violenta. Peor aún, ni siquiera quieren montarse en el ring sino que otros lo hagan por él.

17. Están poniendo todos los huevos en la canasta de la Casa Blanca, ignorando que allí hay rotación frecuente de actores (quizás ello ocurra dentro de seis meses) y que hoy ellos tienen graves problemas que resolver, los cuales trascienden a las necesidades de los venezolanos. Esto hay que tenerlo muy claro.

18. Esa es la actitud típica de quienes están alineados perfectamente para fracasar. Desaprovechan sus fortalezas y tratan de triunfar a partir de sus debilidades. Cuando alguien delega en otros el trabajo que les corresponde, está confesando tácitamente que es incompetente para seguir en la lucha politica, y que evaden la consulta electoral por temor a contarse. Lo peor es que apelan a miles de historias mal sustentadas para justificar la abstención.

19. Venezuela es un barco extraviado en alta mar, en medio de una gran tormenta, con brotes de “peste negra” a bordo, sin comida, sin agua, y con varios capitanes navegando a “pepa de ojo”, o sea, sin brújula, y, para rematar, con unos tripulantes dedicados afanosamente en abrir agujeros al barco para que los otros se hundan. Válgame Dios.

@JesusSeguias


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